Atendiendo a su nombre sugiere lo que dice el diccionario: una institución para obras pías. Eso es una Fundación. Si a lo que ya de por sí significa tan desprendido organismo le añadimos la palabra Virtus, como apellido honorable, nos encontramos ante una Fundación ejemplar, tan pía como virtuosa. Nada más lejos de la realidad dada. Dada la sinuosa historia de un proyecto fallido con más oscuros que claros habría que denominarla Fundición Vicius.Si fuera privada no tendría mayor interés, pero es tan pública como poco virtuosa, y ahí radica el problema.