Enfermeras de La Mancha Centro investigan cómo percibe el paciente ingresado la calidad asistencial

Que el enfermo pueda conocer al profesional que le atiende por su nombre o que reciba el grado de información suficiente sobre su enfermedad son algunas de las mejoras conseguidas tras aplicar el protocolo resultante de este novedoso trabajo.
Cinco profesionales de Enfermería del Hospital General ‘La Mancha Centro’ de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), dependiente del Gobierno de Castilla-La Mancha, se han unido para realizar un novedoso proyecto de investigación que permite mejorar la asistencia que reciben los ciudadanos hospitalizados.

Con este trabajo han podido comprobar cómo hay factores que mejoran la interrelación entre profesionales de la salud y los pacientes, perfeccionando así la calidad asistencial y promoviendo una relación paciente-enfermera donde la credibilidad, la fiabilidad y la competencia sean una garantía total del trabajo de enfermería.

Concretamente, el estudio sobre la ‘Evaluación de calidad asistencial del colectivo de enfermería en una unidad de ingreso hospitalario’ ha sido elaborado por las supervisoras de Enfermería Mercedes Vázquez y María Dolores Araque, y por las diplomadas universitarias de enfermería (DUE) Mónica Jiménez, Marta Díaz y Ana Belén Izquierdo.

La iniciativa surgió de este grupo de enfermeras de la Unidad de Hospitalización de Medicina Interna I del Hospital General ‘La Mancha Centro’, a quienes les preocupaba saber cómo percibía el paciente la calidad asistencial de los cuidados que diariamente recibe, teniendo en cuenta que en la actualidad hay pocos estudios científicos que aborden esta materia.

La finalidad de este estudio se encuentra enmarcada dentro de la política emprendida por el Gobierno de Castilla-La Mancha de dar especial importancia a los detalles que tienen que ver con la calidad asistencial para optimizar el trato que reciben los usuarios del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM).

Para llevarlo a cabo, contaron con la ayuda del Departamento de Investigación, Docencia y Formación (IDF) del hospital alcazareño, que les inició en la utilización del método científico para la obtención de los resultados. Finalmente, este estudio de tipo cuasi-experimental se dividió en tres fases: periodo de pre-intervención, periodo de implantación de un protocolo de mejora y periodo de post-intervención.

La primera fase del proyecto de investigación consistió en la realización de una serie de encuestas a los pacientes ingresados en la Unidad de Medicina Interna durante los meses de agosto de 2007 a febrero de 2008. Los cuestionarios incluían tres partes: una destinada a la recopilación de datos sociodemográficos, otra con preguntas sobre su estancia hospitalaria y, por último, unas preguntas de la escala LOPPS (escala validada de Cabrero J.) destinada a medir el grado de satisfacción de los pacientes, así como una pregunta abierta en la que los usuarios podrían aportar lo que ellos considerasen conveniente.

Protocolo de mejora

Una vez analizados los resultados, las autoras elaboraron un protocolo de mejora que incluía una serie de intervenciones, como la entrega a los usuarios en su ingreso de una hoja con las normas de estancia hospitalaria (horarios, etc.) y de una orla con las fotos de todo el personal que trabajaba en la Unidad de Hospitalización con sus correspondientes nombres, para que los pacientes pudiesen identificar a los profesionales que les atienden.

Asimismo, se incorporaron una serie de actuaciones a realizar por parte del personal de enfermería, como su presentación ante el enfermo al inicio de cada turno, la revisión sistemática de todas las habitaciones para detectar posibles averías (electricidad, fontanería, etc.), así como la necesidad de dedicar más tiempo a las intervenciones típicas de enfermería: escuchar a los pacientes, mantener su intimidad, ofrecerles información sobre las pruebas a las que se tienen que someter o sobre la relación de los síntomas o signos con respecto al proceso de su enfermedad.

Tras la aplicación de ese protocolo de mejora, se volvió a pasar de nuevo el mismo cuestionario a los pacientes ingresados en la misma unidad de hospitalización y durante el mismo periodo, salvo que un año después (agosto 2008 – febrero 2009).

 Conclusiones

Los resultados mejoraron considerablemente a los obtenidos en la primera encuesta: se registró un mayor reconocimiento por parte de los pacientes a los profesionales de enfermería (conocían mejor el nombre del personal que les atendía) y una mayor concienciación a la hora de respetar las normas de las visitas de familiares y amigos.

En lo que respecta a la escala de LOPPS, mejoraron los aspectos que tienen que ver con la comprensión de la enfermedad por parte del paciente, así como cuestiones sobre si el personal de enfermería daba la impresión de que ocuparse de ellos era lo primero, sobre si recibían consejos útiles, o sobre si podían compartir con los enfermeros sus sentimientos y si les comprendían cuando les contaban sus problemas.

La intención de este grupo de enfermeras del Hospital ‘La Mancha Centro’ es que su protocolo de actuación sea aplicado por el resto de unidades de hospitalización de este centro sanitario a través de la Comisión de Humanización de Cuidados creada para potenciar acciones como la citada.

Difusión de los resultados

Asimismo, las autoras esperan que este estudio sirva para mejorar la calidad de la asistencia que se presta a los usuarios en otros centros sanitarios. Para ello, los resultados de este proyecto de investigación ya han sido dados a conocer en numerosos encuentros como la I y II Jornada de Investigación del Sindicato de Enfermería SATSE, celebradas en noviembre de 2008 y 2009 en Ciudad Real, en el XIII Congreso Internacional de Investigación de Enfermería y en el XXX Congreso de Medicina Interna, estos dos últimos, celebrados en Alicante y Valencia el pasado mes de noviembre.

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