El presidente de la UD Puertollano, José Antonio Navarro, está dispuesto a abrir el melón de la crisis que sufre el club hasta las últimas consecuencias, dejando en manos de los jueces la gestión de sus deudas: el equipo azulillo ha solicitado finalmente concurso voluntario de acreedores.
En unos momentos en que sus relaciones con el alcalde de Puertollano, Joaquín Hermoso Murillo, padecen de cierto deterioro, el presidente de la ilusión azul ha decidido solicitar el concurso voluntario de acreedores como la salida más eficaz para, según declaraciones a la cadena SER, asegurar los pagos a proveedores y plantilla mientras se ultiman los trámites de la conversión a Sociedad Anónima Deportiva (SAD).
La decisión de Navarro ha pillado desprevenidos a la mayoría de los socios, y ha levantado las suspicacias en determinados estamentos de la afición, que ven en esta operación una demostración de poder para obligar a la próxima asamblea de socios a aceptar la conversión del club en una SAD.
El anuncio se produce apenas unas semanas después de que el alcalde de Puertollano se negara a financiar o a trabajar conjuntamente en la construcción de una estación fotovoltaica en el futuro Campo de Fútbol del Cerrú. Este proyecto era la gran esperanza del presidente Navarro para recuperar la buena marcha económica.
En la actualidad, la UD Puertollano disfruta de una subvención municipal de unos 600.000 euros. Hasta la fecha, el club ha ingresado unos 450.000, y está previsto que antes del verano reciba el resto.
