Diez claves para entender los cambios en el Gobierno de Castilla-La Mancha

1.- ¿Reducción de consejerías? Conviene aclarar algo que podría parecer evidente pero que no tiene por qué serlo. El dato de que se han eliminado tres consejerías es técnicamente falso. Lo que se ha hecho es concentrarlas o reagruparlas, con lo que lo único que se ha eliminado son los altos cargos (consejeros y delegados) de esas consejerías, aumentando de este modo el trabajo a los nuevos responsables. Pese a que desde agosto de 2008 a mayo de 2010 la Junta ha reducido sus consejerías a la mitad (de 14 a 7), el personal sigue siendo el mismo, el trabajo sigue siendo el mismo y las áreas siguen siendo exactamente las mismas.

2.- Destitución y recolocación de altos cargos.
Con los cambios llevados a cabo, muchos altos cargos de la región son destituidos. Ahora bien, lo interesante será ver dónde acaba esa gente, mucha de la cual acaba colocada en alguna de las innumerables empresas públicas o entes dependientes de la Junta.

3.- Empresas públicas. Ayer Barreda anunciaba que el (falso) recorte de consejerías a la mitad se vería también acompañado de una drástica reducción (también a la mitad) de las entidades públicas dependientes de la Junta de Comunidades; de las 93 actuales hasta cerca de 40. De entrada estos datos pueden parecer sorprendentes y significativos de un verdadero esfuerzo de la Junta por sumirse en la austeridad. Sin embargo, lo verdaderamente sorprendente es ver los datos con un poco de perspectiva y comprobar que lo que estaba pasando en Castilla-La Mancha en los últimos años no era normal. Castilla-La Mancha ha aumentado en un 95% su número de entes dependientes desde 2003, cuando apenas tenía 40. El resto de comunidades autónomas están muy lejos de esta progresión y en estos seis años apenas aumentaron sus entes en un 28,6%, de los 1.537 de 2003 a los 2.012 de 2009. En resumen: lo que no era normal era el número de entes públicos existentes en Castilla-La Mancha, con lo que esta reducción nos deja en la media española sin más.

4.- Gestión de los entes públicos. Con la última reducción, Castilla-La Mancha se queda con un número más o menos aceptable de entes públicos, como veíamos en el anterior punto. Sin embargo, ¿qué reputación se han estado ganando estos entes? Si nos fijamos en la Fundación Virtus o en la Fundación Universitaria vemos que hay motivos para estar preocupados. Sobre todo porque no parece que estos dos estén entre los que van a sufrir los recortes.

5.- Visión ¿positiva? de los recortes. Con la lógica en la mano, no parece que en política las reducciones sean síntoma de nada bueno. Cuando una administración pública reduce algo, es previsible que los servicios se vean mermados. No obstante, desde la Junta se está vendiendo esto no como algo malo, sino como espejo ejemplarizante que deja a Castilla-La Mancha como modelo de región que sabe adaptarse a la austeridad.

6.- Adaptación al medio.
Barreda ha asegurado que estas reducciones no mermarán los servicios sociales ni a los ciudadanos. Tiene mediana razón, ya que, como decíamos al principio, esto no afecta a las consejerías ni al personal contratado, sino simplemente a los altos cargos o a determinados entes públicos. Sin embargo, si se va a hacer una reducción tan drástica pero los servicios no se van a ver mermados, ¿cuál era la función de los órganos y altos cargos eliminados? Si la Junta asegura que la situación futura va a seguir siendo idónea, ¿por qué no la habíamos adoptado antes? ¿Por qué hemos estado pagando unos altos cargos de los que ahora parece tan sencillo prescindir? Lo de las empresas públicas es flagrante. ¿A qué se dedicaban estas empresas para que ahora podamos cargarnos la mitad sin que pase nada? ¿Cuánta paja institucional y relleno de cargos nos hemos estado tragando estos años? Y sobre todo, ¿cuánta nos queda por tragar?

7.- Reducción del gasto corriente.
Barreda ha asegurado que la Junta reducirá en un 10% su gasto corriente. Teniendo en cuenta que en la última semana se están aprobando un aval de 140 millones para el Aeropuerto de Ciudad Real (que técnicamente no puede ser considerado gasto como tal), un gasto de 500 millones de euros en el abono de deudas a empresarios (estupenda medida, aunque habrá que ver quién cobra y quién no) y un abono de 700 millones de euros a los constructores de la región para que reactiven su sector, miedito me da pensar qué gasto corriente había antes.

8.- Ahorro de 109 millones de euros. Barreda asegura que la Junta se ahorrará, con todos estos recortes, un total de 109 millones de euros, lo cual, a ojo de buen cubero, pues oye, es una pasta. Sin embargo, si tenemos en cuenta que el presupuesto de Castilla-La Mancha para 2010 es de 9.616 millones de euros y que a día de hoy nuestra región ha previsto una emisión de deuda pública para 2010/2011 de 1.000 millones de euros, los 109 ahorrados no parecen gran cosa.

9.- Cortina de humo. Uno de los temas que más preocupa últimamente a Barreda es la concesión del aval de 140 millones de euros al Aeropuerto de Ciudad Real. Este aval se iba a debatir en las Cortes hace 15 días por vía de urgencia, pero al final no entró. Tuvo suerte Barreda, ya que un día antes Zapatero había anunciado el recorte salarial del 5% para los funcionarios. No habría sido muy buen ejemplo que Barreda dedicase 140 millones de euros a una infraestructura privada con la que estaba cayendo en el sector público. Sin embargo, esta reducción le echa una pequeña mano para desviar la atención de cara al Pleno de este jueves, en el que se aprobará definitivamente el aval para el Aeropuerto.

10.- Barreda y su salto a la política nacional. Con estas medidas, ciertamente populistas, Barreda perjudica a Zapatero y le echa un nuevo pulso dentro de su batalla particular. No hace mucho que hablábamos de la posible preparación de Barreda para intentar su salto a la política nacional, y con esta nueva discrepancia hacia Zapatero da un nuevo paso.

P.D.: En la primera versión de este artículo se hablaba de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) como ente dependiente de la Junta, un garrafal error del que me han sacado desde el Departamento de Comunicación de la propia entidad. El artículo ya ha sido modificado, y desde aquí pido sinceras disculpas tanto a la APD como a los lectores a los que haya podido confundir.

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