Daimiel se une a las críticas al Gobierno por los préstamos a los ayuntamientos: «En 2011 habrá una economía de guerra»

El alcalde de Daimiel subraya que el esfuerzo por recortar gastos ya se está aplicando en este ejercicio pero cuando a los ayuntamientos se les impida contraer nueva deuda, “sólo se podrá llegar a prestar los servicios a los que obliga la ley”. Por otro lado, sin desvelarlo, asegura tener tomado su decisión sobre su continuidad en la política.

Para  Díaz del Campo la tarde del lunes fue “crítica” cuando en principio desde el Gobierno Central se decretaba, entre otras medidas, la imposibilidad a las administraciones locales para acceder a créditos. En ese momento, reconoce el primer edil, «asistíamos a la paralización de las actividades municipales más allá de lo que nos obliga la ley. Horas después desde Madrid se rectificaba para posponer el imperativo hasta enero de 2011». El alcalde acepta las medidas dictadas desde el ejecutivo de la nación pero admite igualmente que el problema vendrá a posteriori, con la llegada del nuevo año que avecina, según sus palabras, una “economía de guerra”  

Díaz del Campo señala que la solución sería agilizar la ley de transferencias para que las administraciones locales puedan gozar de mayor autonomía autonómica. Ante un escenario, a día de hoy improbable, el alcalde daimieleño anuncia que el consistorio el año próximo sólo podrá acometer los gastos de personal, servicios obligatorios (agua, luz o alcantarillado), seguridad social y gastos financiaros, “hasta ahí se llegará”, asegura. Si sobra dinero se aplicará a los centros sociales y en último caso se afrontarán inversiones, un supuesto poco factible. De hecho aclara que “es probable que la inversión sea cero”. En este sentido, Díaz del Campo añadía que en los últimos años “nos hemos dotado de unas infraestructuras magníficas”, como ejemplo el Centro de Mayores, de Especialidades, de Alzheimer, o para personas con discapacidad; “de ahí que –afirma- hemos generado deuda a fin de impulsar cosas positivas para el pueblo”.

Planteada y asumida la escasez de recursos, otra solución sería exigir mayor sacrificio contributivo o, por ejemplo, subir los precios públicos. Pedir un esfuerzo suplementario a los ciudadanos, “el mantenimiento de las medidas obligatorias deberá financiarse con los ingresos propios del Ayuntamiento, que los daimieleños estén dispuestos a aportar más para recibir más”, señala.

Sin llegar a 2011, el ajuste en la partida de gastos llega desde ya. El regidor daimieleño recuerda que el año pasado se cerró con casi 300.000 euros de superávit, generando ingresos y aminorando gastos. “En esa línea vamos a seguir, considerando que para este ejercicio se ha dispuesto de entrada con una bajada del gasto corriente. No obstante –concluía al respecto- como presupuesto vivo que es, el equipo de gobierno se reúne frecuentemente por áreas para ir menguando los costes”.

Por otro lado, Díaz del Campo apunta que los sueldos de los concejales liberados están equiparados a lo que desempeñarían en sus puestos de trabajo. En lo que al suyo toca, asegura que “como alcalde es muy similar al que tendría como director de un centro de enseñanza media”. Adelantaba, por tanto que su intención es aplicar la escala que le corresponde como funcionario del Grupo A, Si bien, primará lo que se decida finalmente desde la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias).

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