Austeros, ni en embustes

La rebelión de los gorrionesSegún parece, la secretaria de Organización del PSOE en  la provincia de Ciudad Real, Blanca Fernández, ha puesto a su jefe, José María Barreda, como “el mejor ejemplo de austeridad”. Ha calificado de «ejemplar» que el presidente de Castilla-La Mancha redujera su sueldo un 15%. De forma textual, Fernández señaló que “éste es un buen ejemplo de austeridad que aplica el Gobierno de Barreda, no así la señora Cospedal, que mientras acusa a otros de despilfarro inexistente, ella misma cobra el triple que el propio Barreda”.

La verdad es que, seamos sinceros, la Junta de Comunidades hace tanto honor a la austeridad como Barack Obama al Premio Nobel de la Paz. En cuanto al sueldo del presidente de Castilla-La Mancha, recordemos que en 2007 se lo subió en 50.000 euros, dicen que un 75%, a sí mismo y a otros 160 altos y pretorianos cargos. Según Blanca Fernández, ahora con la rebaja del 15%, el nuestro se sitúa como el segundo presidente peor pagado cuando, curiosamente, la subida del 75% lo aupó al segundo puesto de los que más cobraban, sólo superado por Montilla. Habría que calcular en qué medida afectará dicha reducción a la aportación mensual a la Cruz Roja, compromiso personal del presidente Barreda que anunció con grandes fastos allá cuando la crisis era sólo un embrión, y del que poco se ha sabido después. Un poquito de transparencia, por favor, para saciar a los malpensados.

Rutas y secreciones quijotescas, propaganda, endogámicas jaranas conmemorativas y culturales, premios, el pozo del aeropuerto de Ciudad Real, más premios, la televisión regional, Virtus, 3.000 puestos de libre designación, 94 empresas públicas, inauguraciones, comidas, más premios, subvenciones a multinacionales, ‘muchismo’ cariño para los insaciables, penitentes y afligidos agentes sociales, fundaciones, consorcios y más premios, publicidad para los medios del Imperio, más premios, ferias del esperpento, y muchos y merecidísimos premios. Sí que es cierto, reconozcámoslo, que no hay acto más sincero que el de premiarse a uno mismo.

Queda claro que no hace falta escarbar mucho en la cuentas públicas para encontrar pruebas de desmedido despilfarro en el Gobierno autonómico. Después de tantos años de caprichosa gestión, de despiporre y barrumbada, las evidencias emanan de la tierra como brotaba el agua este pasado invierno de nuestro henchido acuífero 23, tan  maltratado durante décadas de impetuosos sorbos y  famélica espera.

El Gobierno de Castilla-La Mancha podrá ser bono o malo, eficiente o inútil, rumboso o aburrido, allá cada cual según sus gustos y malos hábitos alimenticios. Podrá ser impío, casquivano, marcial, orondo, chisposo, multidisciplinar, jerárquico, chapucero, burocrático, eclesiástico, virginal, anárquico, opaco, aeronáutico, transparente, virtuoso o chiripitifláutico. Podrá ser como cada uno de ustedes desee, como cada uno lo vea. Mas para percibir en el Gobierno de Barreda un atisbo de austeridad hay que echarle la misma imaginación que para ver en Cospedal a la Espartaca que libere a los trabajadores del nimileurismo.

http://culipardia.miciudadreal.net/

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