Ciudad Real alcanza los 75.000 habitantes y lo celebra… con un bando

El bando ha vuelto a Ciudad Real. Un comunicado tan particular como arcaico ha regresado a las calles de Ciudad Real de mano de su alcaldesa, Rosa Romero, que lo ha firmado para conmemorar que la capital ha alcanzado los 75.000 ciudadanos censados. El documento presenta una curiosa errata: está firmado «a siete de Julio de dos mil seis», un año antes de que Romero se convirtiera en alcaldesa.

Roberto Sánchez Romero, natural de Puertollano, es el Ciudadano 75.000 empadronado en Ciudad Real. Con tal motivo ha sido recibido por Rosa Romero, quien le ha entregado una réplica del bando municipal que testifica el crecimiento de la villa fundada en el siglo XIII por Alfonso X El Sabio.

A continuación reproducimos, tal cual, el bando:

Ciudadrealeños,

Desde su fundación, mediado el siglo XIII, el empeño principal de quienes han gobernado esta ciudad, ha sido el de hacer de ella la “grand villa e bona” que soñara el Rey Sabio, otorgándole cuanto fuera menester para propiciar el asentamiento en su solar, de gentes de toda clase y condición.

Pese a que la Historia no siempre ha sido pródiga con esta “muy noble y muy leal ciudad“,  y haber tenido que sufrir tiempos de crisis semejantes, en sus indeseables efectos, a los que hoy padecemos, sus vecinos y moradores se han mantenido fuertes y unidos frente a las adversidades, haciendo valer su determinación de hacer de la Capital de la provincia, una referencia de futuro y progreso. Por eso, el crecimiento demográfico experimentado, lejos de ser el resultado de la fría estadística, constata la de voluntad personal de vivir en esta ciudad, que es, cada vez más, un lugar atractivo para desarrollar un proyecto vital en plenitud.

La provincia mira a la Capital con esperanza y en los planes de futuro siempre se tiene a Ciudad Real en el horizonte, para nuestra formación, para nuestro desarrollo laboral, para fundar una familia. Ciudad Real no debe renunciar a su responsabilidad de ser referente y Capital de La Mancha, ya que el amplio abanico de posibilidades que ofrece, nos llena de confianza en que el   futuro será mejor para los que hoy vivimos y para las generaciones venideras, pues todos nos sentimos comprometidos con la tarea de construir una gran ciudad, potenciando su carácter como lugar agradable, solidario, innovador, cómodo, comprometido con la igualdad y con el medio ambiente.

La historia de cada uno de los 75.000 habitantes de Ciudad Real conforman el rico mosaico humano en el que se entremezclan vivencias de todo tipo, las quienes nacieron aquí y tuvieron que marcharse en busca de su futuro, pero que han vuelto a sus origines, quienes siempre vivieron aquí, y aquí tienen a sus hijos y nietos. Aquellos que por infinidad de circunstancias vinieron a vivir a Ciudad Real y hoy la sienten como propia y su vida y la de sus descendientes están aquí. La del inmigrante que quizá vino a Ciudad Real por casualidad y el azar le ha sido favorable, porque aquí quiere tener su futuro, aunque sea lejos de los suyos. La vida del que por estudios o trabajo está de paso, pero se siente como en su propia casa, como en su propio pueblo o ciudad y ante la más mínima posibilidad, no duda en quedarse. La del visitante temporal, que aunque no llegue a empadronarse, disfruta de la tranquilidad y la calidad de vida de esta ciudad. Un sinfín de matices que conforman la idiosincrasia de la Capital de la Mancha: acogedora, amable con el visitante, cercana, abierta a un mundo cambiante, para sin perder sus raíces, evolucionar hacia un futuro en el que Ciudad Real siempre será reconocible por estos valores propios heredados de nuestros antepasados y que para un manchego, unos más Quijotes, otros más Sanchos, los sentimos como valores universales.

Vecinas, vecinos y moradores, como Alcaldesa de Ciudad Real, me llena de alegría celebrar el gran hito que supone llegar a los 75.000 habitantes, es una alegría que quiero compartir con todos vosotros, pues de todos ha sido el mérito. Os invito a seguir confiando en nuestras propias posibilidades, sin desmayo, sin caer en la postración o el desaliento, aún en tiempos difíciles, haciendo realidad lo que, para algunos, no era más que un sueño.

            Dado en Ciudad Real, a siete de Julio de dos mil seis.

LA ALCALDESA
Fdo.: Rosa Romero Sánchez

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