La banca y el estrés

El pasado viernes, y una vez cerrados los mercados de bolsa europeos, se hicieron públicos los tests de estrés de la banca europea, que reflejan datos contradictorios, o al menos increíbles. Creo que fue el mayor timo a la ciudadanía europea, pues eran unas simulaciones en base a unas circunstancias “extremas”, casi imposibles en palabras del Gobernador del Banco de España, y desde luego poco creíbles, solamente eran una escenificación, una teatralización, de la “solvencia” de la Banca Europea.

Algunos analistas, incluso desde la bancada neo-liberal, achacan la falta de rigor de estos test, pues no contemplaba escenarios, más que posibles, como el posible default de un Estado o región europea, o la incidencia encadenada de una posible quiebra de alguna entidad, ambos elementos más que probables en el actual escenario económico internacional.

Es tan poca la credibilidad, que nadie se cree que solo un banco alemán, el HYPO (recientemente nacionalizado por la Merkel) y un banco griego, hayan suspendido las pruebas, pues no hace muchas semanas que el riesgo de quiebra de Grecia, podría arrastrar a toda la banca alemana, y parte de la francesa.

En resumen, una pantomima para generar un estado de “tranquilidad”, y así acometer los duros ajustes que la plutocracia de la UE quiere imponer a los ciudadanos europeos, desmontando la única seña de identidad europea; su modelo social y de bienestar.

Otra de las grandes paradojas, es que sea la Banca Española la que mejores datos presenta. ¿Cómo explicar que el país con mayor tasa de paro de la UE-15, cercano al 20%, tenga una banca tan saneada?, ¿no hay una seria contradicción en estos datos?

Lógicamente, nadie ha estudiado el estrés al que la Banca ha sometido a los ciudadanos europeos, especialmente en España, donde miles de empresas solventes y con futuro han tenido que cerrar por negarles la liquidez, con casi 200.000 familias desahuciadas de sus hogares en los dos últimos años, y con una asfixia financiera que puede ahogar definitivamente a la economía española.

Uno de los riesgos que se corrían en el rescate a la banca, era el de convertir la deuda privada de los bancos en deuda pública de los Estados, ya que se primó el evitar el riesgo sistémico de dejar quebrar a algunas entidades bancarias.

El resultado es que el Estado, emitió deuda pública para comprar los activos tóxicos de la Banca, para que esta pudiera sanear sus balances y poder acudir al interbancario en mejores condiciones, y ahora resulta que estos bancos obtienen dinero del BCE al 1%, con el que compran deuda pública que les paga intereses del 5 o el 7%, obteniendo unos importantes beneficios, pero sin trasladar esos recursos al mercado, sin abrir el grifo del crédito a pymes y familias, generando más paro, y más déficit público.

Viendo estos datos, toma más fuerza la propuesta de Izquierda Unida de que el dinero que se destinó a “sanear” la banca, se debería haber enfocado a crear una Banca Pública que si dinamizara el crédito y la economía, generando empleo, y reduciendo el déficit público, asentando los gastos sociales y las pensiones.

Ahora el pacto de reforma de las Cajas de Ahorro, viene a asentar este modelo usurero, especulativo y antisocial de Banca Privada, que está en el origen de la crisis financiera internacional.

Por eso es el momento de generar un movimiento ciudadano en pro de esa Banca Pública, o al menos fomentar modelos de banca ética alternativa, un modelo que democratice el acceso al crédito, que huya de la especulación y la usura.

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