Trabaje más por menos… Y no proteste, por favor (Editorial)

Jamás en la historia democrática española se produjo un atentado tan grave contra los derechos de los trabajadores, y jamás se ha producido un debate tan mediatizado y torticero sobre la legitimidad de los sindicatos y la utilidad de una jornada de paro. La convocatoria de mañana, la séptima huelga general realizada en España, se presenta como una encrucijada vital en el futuro laboral de millones de españoles, pero también pone de manifiesto la poderosa influencia de las grandes corporaciones, la banca, el Gobierno y los partidos políticos sobre unos medios de comunicación de masas que han cuestionado seriamente la vigencia de un derecho fundamental recogido en la Constitución española: el de la representación sindical obrera.

Se ha repetido por activa y por pasiva la inutilidad de la huelga, su improcedencia y su carácter inoportuno e inocuo; se ha criminalizado la labor y funcionamiento de los sindicatos, y se ha desvirtuado sistemáticamente toda información seria y contrastada sobre los puntos de partida, las etapas de la negociación, la realidad de los planteamientos y las causas finales que han conducido a la Ley sobre la Reforma Laboral aprobada unilateralmente por el Gobierno de la nación.

El efecto ha sido una alarmante desmovilización social y un ambiente de desencanto e inacción que sólo beneficia precisamente a los auténticos culpables de la crisis, aunque no sean precisamente los que más la están sufriendo… Y el mensaje subliminal está enraizando en muchos, que aceptan ya con resignación un triste “trabaje usted por menos… Y encima no proteste”.

Es difícil negar que los sindicatos atraviesan una profunda crisis de representatividad, afectados por una creciente burocratización y una excesiva dependencia de los fondos estatales. No son pocos los errores en los que han caído las grandes plataformas UGT y CCOO durante los últimos 20 años, y urge una revisión y actualización de su papel, autoridad y  funcionamiento ante a los grandes retos del sindicalismo moderno, que debe adaptarse a un entramado laboral y empresarial que muy poco tiene ya que ver con la lucha de clases decimonónica.

Sin duda, éste es un debate que los sindicatos deberían abordar inmediatamente después de la jornada de mañana, pero que no debe ocultar el verdadero peligro que implica la  alarmante dinámica de deslegitimación del papel de la representación sindical: un país con sindicatos potentes es un país más democrático, con más garantías constitucionales, y con mejor salud laboral. La desaparición o la pérdida de peso de la representación sindical sólo pueden acarrear más desprotección ante las cada vez más frecuentes vulneraciones en el ámbito del Derecho del trabajo.

Pero es que la huelga tiene una clara justificación, independientemente de quién la haya convocado, aunque no hay que olvidar que se sumarán a las movilizaciones la práctica totalidad de las plataformas sindicales españolas y una miríada de colectivos y asociaciones profesionales. El argumento de que muchos no pueden permitirse prescindir del salario de ese día (una media de 40 euros) pierde peso ante la hipoteca de futuro que se cierne sobre las presentes generaciones de trabajadores y las venideras. Las huelgas suelen dar resultados, como ya ocurrió en las convocatorias de 1988 ó 2002, y en este caso la política laboral y social impuestas en España implican severos recortes en los derechos de los trabajadores que se antojan inútiles como solución a la crisis, e irreversibles si no se produce una respuesta contundente.

Mañana Europa se moviliza contra las medidas de austeridad adoptadas en la mayoría de países de la Unión, traducidas en importantes recortes sociales. Habrá movilizaciones convocadas en Portugal, Italia, Polonia, Grecia (huelga general) y Letonia, precedidas de las grandes protestas que se han registrado en Francia.

Desde el respeto a las decisiones individuales frente a la jornada de huelga general, y deseando que en todo momento se asegure el derecho de todos los ciudadanos a acudir (o no) a sus puestos de trabajo, Miciudadreal.es se sumará a los paros y dejará de publicar noticias durante toda la jornada de mañana, hasta las 00,00 horas del 30 de septiembre.

¿Aún no has decidido qué hacer mañana? Si quieres saber cómo te afectará la reforma sólo tienes que pinchar en este enlace.

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