Los nueve fusilados en Chillón en 1939 recibirán sepultura el 1 de mayo

Los nueve vecinos de Chillón fusilados en la madrugada del 3 de junio de 1939 en la «Finca el Contadero» recibirán sepultura el próximo 1 de mayo en el cementerio municipal de la localidad tras la realización de un acto publico donde sus restos sean entregados a sus familiares.

Familiares de los fusilados plantan un olivo conmemorativo

Así lo ha confirmado el alcalde del municipio Jerónimo Mansilla quien ha destacado que, con este acto, «se cierra definitivamente una herida» abierta en Chillón desde que desaparecieran «Los Nueve» tras acabar la Guerra Civil Española.

Será los miembros de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica los encargados de entregar los restos de los fusilados a sus familiares en una acto, organizado por el PSOE de la localidad, donde explicaran los pormenores del trabajo que han realizado desde octubre de 2011 localizando y exhumando los cadáveres.

Tras la entrega de los restos, los familiares se dirigirán al Cementerio Municipal de Chillón para «enterrarlos juntos, como quiso el destino que permanecieran en los últimos 73 años» en un Panteón construido en los últimos meses para la ocasión.

El regidor de Chillón ha señalado que «han sido los propios familiares y voluntarios del municipio» quienes han realizado las obras de construcción del Panteón en un terreno del Campo Santo que ha sido donado al Ayuntamiento por particulares. En él, estarán inscritos los nombres de los «nueve caídos por la represión franquista».

«Allí descansaran definitivamente en Paz», ha precisado Mansilla que ha seguido el proceso de exhumación de los restos en los últimos meses y que ha agradecido «el talante de los familiares y vecinos de Chillón desde que comenzara el trabajo de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica».

Corría la madrugada del 3 de junio de 1939 cuando los vecinos de Chillón Marcelino Agudelo, Alfonso Capilla, Isidoro Castillo, Bernardino Gallego, Manuel León, Pablo Madrid, Patricio Mata, Manuel Puebla y Julio Segador eran conducidos presos hacia el paraje conocido como «El Contadero», en el termino municipal de Almadén, para ser finalmente asesinados.

El más joven de ellos, Bernardino Gallego aun no había cumplido los 18 años cuando, con el resto de sus compañeros eran ejecutados «por disparos de bala» y depositados en una fosa común donde han permanecido hasta el mes de noviembre de 2011.

Tuvo que estar «bien madura» la democracia para que, a petición de los familiares de los asesinados y de la agrupación socialista del municipio se iniciaran en 1987 los contactos con los dueños de la finca «El Contadero» para la construcción de un monolito, construido por los vecinos del pueblo, que los ha recordado hasta la fecha y donde ahora pueden verse «nueve olivos» plantados por los familiares que recuerdan el fusilamiento.

Tras el «1º de Mayo» los «Nueve de Chillón», como así se los conocía, «descansarán en paz y serán enterrarlos dignamente».

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