Las cifras reflejan un holocausto laboral sin precedentes en la provincia de Ciudad Real. 70.300 desempleados y una tasa de paro del 30,12 por ciento ponen a Ciudad Real al borde del abismo, si es que no está ya despeñándose al vacío. Las estadísticas de la Encuesta de Población Activa (EPA) son aún más espeluznantes teniendo en cuenta que se avecina un periodo más duro marcado por la ausencia de campañas estacionales de importancia, por un paulatino descenso del PIB, por la congelación del empleo público, y por los anunciados EREs en empresas que han ocupado a miles de personas, como Vestas, Silicio Solar o Solaria, entre otras.
Si la cosa no se remedia, y el remedio inmediato parece imposible dadas las negativas previsiones de crecimiento, la provincia se verá abocada inexorablemente en los próximos meses hacia una tasa de desempleo que afectará prácticamente a un tercio de la población activa, y a más de la mitad de los jóvenes. En estas circunstancias, Ciudad Real se hallaría, literalmente, en la indigencia y camino de la despoblación.
No ha hecho falta esperar más de seis meses para comprobarlo. La escabechina laboral pone de manifiesto el fracaso social de las políticas de contención urgente del déficit propugnadas por los gobiernos regional y nacional, y la inutilidad, cuando no toxicidad, de una reforma consagrada al abaratamiento del despido en un contexto de depresión socioeconómica.
La promoción del autoempleo y del “emprendimiento”, bandera de los actuales gobiernos, no es suficiente. Si bien es necesaria una política que anime al ciudadano a sacudirse el miedo a las aventuras empresariales y que contribuya a reducir el peso del sector público en la economía provincial y regional, un mapa configurado tras décadas de clientelismo no puede ser modificado en unos meses. Animar a “emprender” a una población que apenas tiene medios y formación para ello, en un clima en el que apenas existe el “mercado”, puede ser tan insensato como animar al ciudadano a jugarse desesperadamente sus últimos ahorros en una ruleta enloquecida.
Si los incentivos a la creación de empresas (aún insuficientes) no están acompañados, entre otras estrategias, de políticas que incidan en la formación y reciclaje, en lo que atañe al trabajador; y en la animación del tejido empresarial, jamás se producirán las condiciones para el repunte.
En la actualidad, y a pesar de la insistencia en la búsqueda, millones de parados esperan en vano una oportunidad, aunque sea una simple entrevista de trabajo. Los servicios públicos de empleo se han convertido en meros gestores de indemnizaciones y prestaciones, congelada toda actividad de orientación y formación; y las fundaciones sindicales dedicadas a estas labores han desaparecido virtualmente, víctimas de los recortes presupuestarios. ¿A dónde conduce una masa de parados sin perspectivas de reciclaje profesional y desarmados ante el brutal reto de una depresión económica como jamás se ha visto?
Este no es el camino. Ciudad Real, Castilla-La Mancha y España están atrapados en un bucle endemoniado de destrucción de empleo. Y la salida no se hallará hasta que el gobierno comience a invertir en las personas, que son su capital más valioso, y deje de pensar exclusivamente en la austeridad a ultranza como promesa de un incierto futuro de prosperidad.
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Y los políticos dejando asientos vacíos en los plenos porque no tienen el protagonismo deseado. Que se queden en el paro ellos para que sepan de lo que hablan cuando se refieren a las cifras de la EPA con la frialdad de quien no sabe de lo que se está hablando.
Autoempleo como tan finamente lo llaman ahora no es otra cosa que el trabajo autónomo. Aquí ni los hijos de autónomos quieren saber nada del negocio familiar. Eso de «cualquier cosa antes que un sueldo» que soltó un abogado ( Robert Redfor) en una peli cuando le ofrecieron el puesto de fiscal, no vale para nosotros. Aquí queremos un sueldo y a ser posible en la administración. Los ahorros para comprar una casa o un chale. Los créditos para comprar un coche ,pero pedir un crédito para crear una empresa o ejercer una profesión eso no va con nosotros.
Nos pasamos la vida vilipendiando al tendero de la esquina cuando le va bien su negocio, pero no tenemos agallas para hacer lo mismo.
Actualmente, cuando hablamos autoempleo, hablamos de riesgo; cuando alguien adquiere una vivienda (dcho. constitucional) u otro bien, no arriesga nada.
Y quien no arriesga no gana.
PERO LOS CONCEJALES DEL AYUNTAMIENTO DE CIUDAD REAL, CATETOS Y CON MENOS CONOCIMIENTOS QUE UN GATO, COBRAN 49.000 EUROS AL AÑO QUE LOS TIENEN QUE PAGAR LOS CIUDADREALEÑOS CON SUS IMPUESTOS.
Y los de Puertollano….
No todos cobran 49 mil, algunos 2.000, otras nada. Pero ciertamente que no quieren quitarselo los del PP, por que piensan que así se devaluará su trabajo, que el resto si etá por la labor. Entendiendo, desde mi punto de vista, que si vives exclusivamente de esta ocupación en el momento tienes que tener un sueldo mientras tanto pero, eso si en la media del país y, si compartes con oro trabajo pues ya está compensado, haz política por amor al arte y a la ciudadanía.