Los Chichos actuarán en la sala Zahora Magestic de Ciudad Real

El próximo día 24 de noviembre se celebrará en Ciudad Real en la Sala Zahora Magestic un concierto del mítico grupo Los Chichos

Los Chichos, formado por los hermanos Julio Gonzalez Gabarre ,Emilio Gonzalez Gabarre y el hijo de Emilio Gonzalez Gabarre, Emilio Gonzalez Garcia junior, es  uno de los grupos más importantes de la música española, y uno de los mejores exponentes en el ámbito de la rumba. Con veinte millones de discos vendidos es uno de los grupos que más ha vendido en la historia de la música española (mas de 20 millones de copias).

Tienen una larga y dilatada carrera que empieza a principios de los años 1970, y aún siguen en activo. Son uno de los grupos más prolíficos del panorama nacional español, con más de 20 discos en su haber.

Inicios

Emilio se manejaba con soltura ante el público, y es que tenía experiencia más que sobrada porque había pasado una larga temporada en Salamanca donde residía gran parte de su familia. Otra familia de renombre, “Los Farina”, le introdujeron en las fiestas de los señoritos.

Le llevaban de guitarrista acompañándoles en sus cantes. Con ellos empezó a cantar y a ganar dinero, tanto, que su padre se preocupaba por si su hijo estaba delinquiendo. Pero aquel dinero era ganado honradamente con su arte y su tesón cada noche en los clubes salmantinos. Con frío o con calor Emilio era incansable. Cuando regresó a Madrid, su hermano Julio lo vio aparecer tan bien vestido, ( con dinero para su madre, cogía taxis y se compró una guitarra con la que se ganaba la vida ), que decidió acompañarle. Eduardo Guervós vio algo en aquellos hermanos y les propuso representarlos.

A partir de ahí Eduardo recorría España para conseguirles contratos. Cogió un tren rumbo a Galicia e inició allí la venta de entradas para sus actuaciones. Había que buscar un nombre para el grupo. A Emilio le llamaban El Chicho y al juntarse los dos hermanos la gente los empezó a llamar Los Chichos. Todas las noches cantaban por los clubes de moda, su fama crecía. Su primera gala profesional la hicieron en Vigo, en la sala Nuevo Electra, sala que en aquel entonces vio desfilar los mejores artistas de nuestro país.

Galicia es una buena plaza para los cantantes, porque su gente es calurosa con los artistas y como allí hay mucho emigrante, el flamenco gusta por ser el género más fácil de encontrar fuera de España. Eduardo cerró el trato para la actuación, pero faltaba otro componente, ya que en esa sala ”menos de tres ni se ven”. Eduardo les dijo:” -esto es diferente,no es ir de mesones, esta sala es la hostia chicos, es muy grande, muy bonita, allí vais a tener más de mil personas delante vuestro”. Se les anunciaría en radio, se pegarían carteles por las calles de Vigo. Los dos hermanos estaban entusiasmados pero, ¿a quién buscar como percusionista o bongos? Era indispensable para poder actuar en Vigo.

“Mira Jero, te damos dos mil pelas si te vienes a tocar con nosotros los bongos a Vigo”, le ofreció Julio. Juan Antonio Jímenez Muñoz procedía de un barrio de Valladolid, pero muerto su padre con tan sólo 5 años emigró a Madrid. En el viaje a Vigo, en un desvencijado tren, Jero le dijo a sus amigos que él componía temas, por si querían escucharlos. En el mismo tren cogió la guitarra y les cantó ³Libre libre quiero ser…” La actuación en Vigo fue un éxito rotundo, ahí empezaron más y más actuaciones. Jero se asentó en el grupo, y de hecho llegó a ser el alma de Los Chichos para muchos “chicheros” por sus maravillosas composiciones y su excelente y característica voz, todo un portento.

La ascensión (1973-1980)

Aparecieron en 1973 en base a una interpretación muy particular de la rumba flamenca, siendo pioneros en la música fusión. Descubiertos por el padre de Paco de Lucía, son presentados a la Phillips y, con muchas reservas, comienzan a editarse los primeros singles. Su éxito es tal que inmediatamente se ponen en manos del reputado maestro Torregrosa, que se convierte en el hacedor de su peculiar sonido: rumba-rock contundente grabada mediante el exclusivo sistema Dolby-B y con cierto regusto a la música que aparece en las películas “blaxploitation” de la época (una potente línea de bajo-percusión y soberbios arreglos orquestales, con la sección de viento pegando cañonazos), como haciendo presagiar las turbulentas historias que estaban a punto de narrar: un repertorio que puede calificarse como un cancionero de los barrios obreros del extrarradio, esos recién construidos que albergaban a las clases sociales más humildes y por donde la droga y la delincuencia empezaban a hacer estragos.

Pero también había canciones de extraordinaria sensibilidad, expresadas de forma directa por sus insustituibles voces. El autor de todas ellas era Juan Antonio Jiménez, “Jeros”, un gitano convertido en una de las mejores y más prolíficas figuras que ha dado la canción española. Casi al mismo tiempo que ellos nacen Las Grecas, el paradigma del gipsy-rock, y Jeros les compone tres temas para su primer largo, destacando especialmente “Orgullo” con su memorable intro de guitarras eléctricas.

Los tres primeros discos de Los Chichos representan un hito en el pop-rock español: no sobra ni una sola canción y todas son singles en potencia. A partir del cuarto, Emilio empieza a escribir temas, aunque no tan inspirados, y comienzan a incluir sonidos de sintetizador, por lo que su presencia en todas las discotecas, billares y autos de choque está ya asegurada. El disco Hoy igual que Ayer presenta a unos Chichos algo más rebajados, como suavizados ( aunque la letra de su hit “Mala ruina tengas” no tiene desperdicio, da hasta escalofríos ), y algunas de las canciones parecen excesivamente melódicas, muy de la época ( recordemos aquellas películas de señoritas ligeras de ropa; pues bien: la musiquilla de “Ya lo sabía” o la canción que da título al disco podrían servir perfectamente de banda sonora ).

Pero con Amor y Ruleta, lanzado en 1979, Los Chichos vuelven por sus fueros: rumba-rock trepidante, digna de ser escuchada a todo volumen en los casettes de los 1430 o los R-12. A partir de ahí sus apariciones televisivas son constantes (con una puesta en escena de los tres inolvidable), las ventas siguen subiendo como la espuma y los conciertos se multiplican hasta no haber más días.

El éxito (1980-1985)

Los años 80 encumbran a Los Chichos como uno de los fenómenos musicales de la década. El álbum “Bailarás con alegría” se convierte rápidamente en uno de los más famosos de su trayectoria. Es entonces cuando la Philips les renueva firmándoles un jugosísimo contrato para no dejarlos escapar, mientras ellos siguen editando a ritmo de un long-play por año, y todos de altísimo nivel, ya componiendo los tres. Además, los diferentes volúmenes de musicassetes que mezclan canciones de diversas etapas se venden como churros. El Lp Adelante hace honor al título y presenta algunas novedades: los sintetizadores y unos arreglos ligeramente tecno, muy vanguardistas, sustituyen los antiguos sonidos orquestados. Eso le resta al plástico cierta autenticidad, por lo que en el siguiente disco, uno de los de mayor éxito, se vuelve a la antigua forma musical. Es el disco Yo, El Vaquilla, lanzado en 1985, y escrito ex-profeso para la película del mismo nombre.

La nueva formación (1990-actualidad)

Los Chichos nunca han dejado de tener seguidores (“chicheros”) ni de vender miles de casetes, ni siquiera en sus peores momentos. Resulta digna de estudio la fidelidad de sus acólitos. Hay una anécdota que describe a la perfección las sensaciones que su música despierta: estando ellos cantando temas de su último disco juntos en el programa “La Matiné” de TVE en 1989 se puede observar cómo la simpática periodista andaluza Irma Soriano salta de su asiento como un rayo y se lía a bailar y a cantar absolutamente entregada.

En el año 2000, la reedición de un recopilatorio en doble compacto les hizo alcanzar de nuevo los primeros puestos de las listas. Con una imagen más elegante, algunos cambios en los temas de las canciones y una buena producción, llegaron a ser Disco de Oro con Ladrón de Amores, lanzado en 2001. Algo similar ocurrió más tarde con Cabibi, lanzado en 2002. Y es ya inminente el nacimiento de un nuevo trabajo para el 2008, “El amor deja Sentencia”, mientras su discografía se edita entera en compacto. Y esto no va haciendo más que incrementar las ventas (casi 20 millones de copias ya) de uno de los conjuntos más populares en España de todos los tiempos

Estilo y trayectoria

El estilo musical del grupo es el flamenco en su variante de rumba fusionado con el pop, con los arreglos y producción de Jose Torregrossa, siendo los pioneros y creadores del estilo flamenco-pop, testigo que recogerán numerosos grupos como Las Grecas, Los Chunguitos, Los Chorbos, Perlita de Huelva y, años después, conjuntos como Estopa. Además, su producción abarca en casos concretos, otros estilos. En realidad son herederos de la rumba catalana, como todos los de su género, esa importada de Cuba y subida de revoluciones, pero sustentados en una base flamenca y/o folcklórica y sazonada con los sonidos del momento: pop y rock ( recordemos a Dolores Vargas “La Terremoto”, por ejemplo ) y, de forma novedosa, soul y funky.

Como se ha dicho más arriba, esta característica les acerca al sonido Motown y al que recreaban los músicos negros ( Isaac Hayes, Marvin Gaye… )para las películas protagonizadas por Pam Grier y que reivindicaban a los suyos.
En el caso de Los Chichos ocurre lo mismo con la étnia gitana: un grupo social marginado por la sociedad paya y la dictadura franquista y que quiere hacerse valer. La evolución y trayectoria musical del grupo se puede diferenciar en varias etapas: la primera, de 1973 hasta 1977, con “Ni más ni menos” hasta “Son ilusiones”, siendo este disco un trabajo de transición y uno de los más logrados en la trayectoria musical del trío. La segunda, desde 1978 hasta 1983, con “Mala ruina tengas” hasta “Déjame Solo”, una etapa de extraorinaria creatividad y madurez, alcanzando una de sus cumbres en “Amor de compra y venta”, en 1980. La tercera, desde 1984 hasta 1985, abarcando sus discos “Adelante” y “Yo el Vaquilla”, siendo la etapa de mayor éxito y cúspide artística del grupo. La cuarta, de 1986 hasta 1990.

La instrumentación

El resultado de combinar la rumba flamenca y el pop, junto a los arreglos de Torregrossa, da como resultado una instrumentación muy rica, variada y moderna-tradicional a la vez, donde la formación básica la constituye batería, guitarras clásicas, cuerdas, bajo eléctrico y vientos metales durante la mayor parte de la trayectoria del grupo. Pero otros instrumentos irán apareciendo en sucesivas etapas: entre estos cabe mencionar el clave, el piano, el sintetizador y una percusión de lo más variopinta, que participan en muchas canciones del trío, en particular las de los dos primeros álbumes.

En lo referente a la parte vocal también hay una variedad muy notable en cuanto a las combinaciones y participaciones que se dan en las canciones, con el añadido de coros y voces femeninas gitanas en muchas de ellas. Pero se dan dos combinaciones que estarán presentes a lo largo de toda su trayectoria: el trío vocal y la canción cantada en solitario por algún componente del grupo. El maestro Torregrosa contaba en el libro “Nosotros Los Chichos” lo que le costó conjuntar las voces de los tres. Luego con el tiempo, su complicidad y experiencia les permitía cantar unos por encima de otros sin ninguna fisura. Generalmente, cuando una sola voz se apoderaba de la mayor parte de la canción solía ser el compositor de ésta. O sea, Jero solía cantar sus canciones y los hermanos González le hacían el coro. Y ellos a la inversa. Pero en sus primeros discos lo hacían casi siempre los tres al unísono.

Los autores

En 1977, los hermanos González empiezan a componer material, contribuyendo cada vez con más canciones, al principio con la ayuda de H. Humanes. Era lógico que todos quisieran su porción por los derechos de autor, así que al final se acuerda que Jero componga cuatro y ellos tres cada uno por disco. Una canción del álbum “Bailarás con Alegría” titulada “El Cuadro” la compuso el cantante flamenco conocido como “El Luis” (Luis Barrul Salazar). El ritmo compositivo del grupo se resintió en la ultima etapa de Jeros como componente: sacaron sólo dos discos en 1987 y 1988 y de calidad inferior a los anteriores.

Desde 1990, estando Junior en el grupo, casi todo el material lo componen los hermanos González. Junior aporta algunos temas de creación propia, especialmente para el disco “Gitano”, pero la mayoría son canciones que fueron prestadas a otros y que ahora retoman. Julio continúa cantando sobre los que le traicionan y Emilio sobre las mujeres de la noche. Pero el mejor tema de su primer largo sin Jeros es “Nieve”, escrita por el luego popular Queco. La década transcurre y la rumba suburbial no parece gozar de muy buena salud. Sin embargo, Los Chichos son más que un grupo, son una marca. Y con el nuevo siglo, su nombre resplandece otra vez.

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