Balance de los 15 meses del Gobierno: 1 millón de parados más

Lucio A. Muñoz15 primeros meses del Gobierno Rajoy: casi un millón de desempleados más, empobrecimiento brutal de los españoles y la España productiva sigue manteniendo a la España subvencionada. ¿Algún político está en el paro?

Política económica de austeridad mal enfocada.
La política económica centrada única y exclusivamente en la austeridad, es decir, en lograr el objetivo de déficit a toda costa, no está dando los resultados esperados, puesto que el enfoque de la misma no ha sido el más idóneo. Aunque algunos prestigiosos economistas y determinadas instituciones financieras de ámbito internacional han felicitado al Gobierno español por cerrar el ejercicio 2012 con una cifra de déficit del 6,74% (sin contar el rescate financiero y apoyándose en el maquillaje contable ya que no se han contabilizado multitud de facturas impagadas a los proveedores por parte de la Administración y se han cobrado impuestos por adelantado) la realidad es que el desigual reparto de la carga del ajuste ha provocado un empobrecimiento espectacular de las familias españolas y un aumento de la mortandad empresarial. Independientemente de lo anterior, es posible que la cifra de déficit oficial que ha presentado el Gobierno pueda ser inexacta.

En cualquier caso, no representa ningún éxito conseguir esta aceptable cifra de déficit porque la contrapartida ha sido empobrecer a los españoles y continuar destruyendo nuestro tejido empresarial, formado mayoritariamente por pymes y autónomos.

Teniendo en cuenta el entorno actual, la austeridad sería una estrategia económica efectiva si la misma estuviera centrada en erradicar la cultura basada en las subvenciones y el gasto público-político improductivo.

No obstante, el Gobierno ha preferido reducir el gasto social y gravar fiscalmente a la economía productiva, destruyendo, por tanto, al sector privado al objeto de mantener casi intacto el aparato político-administrativo autonómico y estatal.

Reforma laboral, hasta la fecha, destructora de empleo.
La escasamente profunda e incompleta reforma laboral (esperemos que pueda dar sus frutos en el futuro) no ha servido, hasta la fecha, para frenar la destrucción de empleo sino que ha provocado el efecto contrario, propiciando, por tanto, un aumento considerable del desempleo. ¿Servirá la reforma laboral para crear empleo cuando la economía española crezca? ¿Se hubieran destruido tantos puestos de trabajo sin el efecto de la reforma laboral? Además de destruir empleo, la reforma laboral también ha generado una reducción de los salarios provocando una pérdida de riqueza de las familias españolas. (Efecto demoledor, tanto en cuanto, la rebaja de los salarios ha venido acompañada de un aumento excesivo de los impuestos).

Un aspecto en el que está fracasando la reforma laboral es el relativo a que los empresarios disponen de facilidades para despedir pero los trabajadores, una vez despedidos, no tienen la misma facilidad para reintegrarse en el mercado de trabajo. (Al contrario de lo que sucede en algunos países anglosajones y del norte de Europa, cuyos mercados laborales disponen de la denominada “flexiseguridad”). Posiblemente, los denostados “minijobs” pudieran ayudar a los más jóvenes a emplearse aunque gozando de salarios inferiores (mejor ganar poco que no trabajar).

Rescate de los cajeros (políticos) corruptos.
El Gobierno actual heredó un sistema financiero quebrado (la quiebra afectaba a la mitad del sistema, es decir, a las antiguas cajas de ahorros) y un BdE cooperador necesario de la bancarrota generalizada. El Gobierno hubiera tenido que dejar caer a aquellas cajas de ahorros inviables (respetando legalmente los depósitos de hasta 100.000 euros de los ahorradores) pero prefirió salvar a los políticos (gestores y causantes de la quiebra de las cajas) que fueron, además, indemnizados con cantidades millonarias. El coste del rescate financiero supone el endeudamiento de las próximas generaciones de españoles. Además de que miles de empleados de estas entidades financieras están engrosando las listas del paro, tampoco ha servido el rescate financiero para reactivar el crédito que tanta falta les hace a las pymes y a los autónomos. De igual modo, la obra social de las antiguas cajas de ahorros ha sido, en multitud de casos, reducida al mínimo o prácticamente eliminada. (La liquidación de la obra social de algunas cajas de ahorros bancarizadas, conjuntamente con los recortes sociales, entre otros, en materia sanitaria y educativa ejecutados por el Gobierno, ha contribuido a empobrecer más aún a aquellos españoles necesitados de ayuda).

Negación de la institucionalización de la corrupción. Casta política corrupta (con excepciones).
Zapatero negó la crisis económico financiera. Del mismo modo, Rajoy niega la existencia de un Estado corrupto hasta la médula e, igualmente, reniega de la necesidad de instaurar una verdadera democracia que suplante al actual sistema antidemocrático sustentado por un modelo territorial obsoleto, inviable económicamente y despilfarrador (y por una casta política, mayoritariamente, indigna y corrupta). La corrupción está institucionalizada tanto en cuanto parasitan en la Administración cientos de miles de empleados públicos sin oposición (por tanto, no son funcionarios) y enchufados, principalmente, por el PSOE y el PP, a los que hay que pagarles un sueldo, por encima de la media del sector privado, que sale de los impuestos de los españoles. No olvidemos que el principal problema de España es de origen político.

Empobrecidos por los oligopolios y los monopolios.
El Gobierno está permitiendo que los altísimos precios impuestos por los monopolios (sector del gas) y los oligopolios (sector petrolífero, eléctrico y telecomunicaciones), además de las subvencionadas energías renovables, disparen las facturas y por consiguiente, empobrezcan a los españoles.

Destrucción de pymes y autónomos.
Siguiendo la estela económicamente destructiva emprendida por Zapatero, el Gobierno de Rajoy termina sus primeros 15 meses de gestión con un millón de nuevos parados y más de 30.000 empresas cerradas (pertenecientes al sector privado, puesto que casi no se han cerrado empresas públicas).

Lucio A. Muñoz.
Socio director de Eurogroup Human Resources.

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2 COMENTARIOS

  1. A los 12 meses ya tenía la condecoración de ser el peor gobierno de las democracias europeas, fruto de la estafa electoral que endiñaron a los ppvotantes y otros desesperados añadidos.

  2. Y esperemos que en marzo de 2014 no haya otro millón más. A mi me gustaría que dentro de 12 meses los únicos parados fueran todos los políticos ineptos. Calculo que serán, entre ineptos, corruptos y canallas, un noventa por ciento.

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