Manzanares se asoma al horror de una tragedia inexplicable

Manzanares se asoma al horror de las tragedias inexplicables provocadas por el propio ser humano. Centenares de personas han asistido en la tarde de este sábado al entierro de los dos pequeños y su abuela presuntamente asesinados el viernes por  Miguel Ángel Carrero, quien también acabó con su propia vida de un escopetazo.

Fachada de la casa familiar
Fachada de la casa familiar

Rostros mudos de dolor e indignación. Caras de gestos desarmados ante una pavorosa fatalidad que ha dejado a todos consternados. La Iglesia de la Asunción de Manzanares ha adquirido hoy las dimensiones de un dolor catedralicio mientras las campanas tañían la misa de difuntos y se sucedían conmovedoras escenas de abrazos desesperados.

Entre las autoridades que han acudido al entierro, el alcalde de la localidad, el popular Antonio López de la Manzanara, y el presidente de la Diputación de Ciudad Real, el socialista Nemesio de Lara, entre otros políticos provinciales, apaciguados hoy en el estupor de la desgracia.

Quien no ha podido acudir al entierro ha sido la madre de los pequeños, recién llegada de Gijón, quien, al parecer, ha permanecido todo el tiempo en las instalaciones del tanatorio asistida por un equipo de psicólogos. A la misma hora, y en la vecina localidad de Membrilla, se celebraba el entierro de Miguel Ángel Carrero.

Mientras tanto, amigos y vecinos han convertido el portal hogar familiar en un santuario, con velas y carteles a modo de recordatorio y homenaje a las víctimas. En este sentido, el Manzanares Fútbol Sala ha homenajeado esta tarde a Ángel, el hijo mayor, que militaba en la categoría de cadete del club, al comienzo del partido que le ha enfrentado al Estopiñán de Melilla.

El Ayuntamiento ha convocado un pleno extraordinario este lunes a las 20,00 horas.

Las primeras líneas de investigación apuntan a que el padre, Miguel Ángel Carrero Alarcón, de 45 años, habría provocado la muerte de sus dos hijos menores, A.C.S. de 14 y J.C.S. de 5 años, así como la de su suegra, C.C.C. de 70 años, con una escopeta de caza, y que posteriormente se habría quitado la vida.

Los agentes accedieron a la vivienda, situada en la calle San Francisco de Asís, 62, a las 17,00 horas de este viernes, después de que los vecinos de la localidad alertaran a la Guardia Civil de la ausencia de la familia. El presunto asesino era natural de la vecina localidad de Membrilla, y muy aficionado a la caza. Tenía en posesión varias armas de fuego.

Según informa el subdelegado del Gobierno en Ciudad Real, Fernando Rodrigo, el hallazgo se produjo después de que un familiar de la madre avisara de que los niños no fueron colegio.

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