A Miguel Narros desde Almagro

Ángel López Jiménez.- El pasado viernes, el gran director teatral Miguel Narros se durmió para siempre, se marchó sin ruido hasta su estrella favorita, para desde ella seguir dirigiendo su particular “teatro del mundo”.
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Nos ha dejado quien llegó a ser Catedrático de la Real Escuela Superior de Arte Dramático, un hombre que llevó al teatro al objetivo de sobrevivir en un tiempo que era hostil a la cultura y creatividad crítica. En aquellos años oscuros, que los hubo, en el que trató de darle color a la vida, desde los clásicos del siglo de oro a autores contemporáneos, intentando expresar un discurso a la altura de los tiempos que había que conquistar. Un tiempo que podría ser semejante con el actual, en el que la incultura ha incrementado el IVA a las Artes Escénicas hasta el 21%, dificultando la unión de público y creadores.

Nos ha dejado trabajando ,su último montaje es una pieza de Calderón ,”La Dama Duende”, con la que ha triunfado en la reciente celebración de Clásicos de Alcalá, y que cerrará la edición 2013 del Festival Clásico de Almagro donde , sin duda, tendrá el particular homenaje para quien ha sido uno de sus directores teatrales de referencia muchos años.

Almagro le debe mucho, pisó las celosías del escenario del Corral de Comedias en los años 1968 y 1969, en aquellos Ciclos de Teatro Clásico, poniendo en escena “El rufián castrucho” y “El sí de las niñas”; dirigiendo una de sus grandes pasiones y aciertos, como fue la dirección del Teatro Español.

El Festival de Almagro también le está agradecido desde aquella lejana participación en su segunda edición ( 1979), con otra de sus grandes obras el Teatro Estable Castellano y el montaje de “La dama boba”; espectáculo, por cierto, que presenció en directo S.M. la Reina Dña. Sofía. Desde entonces ha sido director teatral en Almagro en bastantes ocasiones. El Festival le reconoció sus méritos en 2002 con la entrega del Premio Corral de Comedias y con el libro “Miguel Narros, una vida para el teatro”.

Además del premio almagreño, un hombre bueno del teatro como él, ha tenido numerosos galardones: Medalla de oro de Valladolid ,Premio Nacional de Teatro, Premio el Espectador y la Crítica ,Premio Max de Teatro ,Premio de las Artes 2004 de Castilla la Mancha, Premio Max de Honor en 2009, Chevalier de L,Ordre des Arts et des Lettres de Francia, etc. Y lo mejor, el reconocimiento y el aplauso del público anónimo en todos sus montajes.

Ya hemos podido leer que el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro le prepara un merecido homenaje pero, en mi opinión, que supongo puedo expresar, la propia ciudad de Almagro, y sus Instituciones, le deben un gran regalo, una gran distinción. Cuando en los discursos oficiales se habla de Almagro como “la ciudad del teatro” supongo que es algo más que un eslogan afortunado. Hay que demostrarlo. Ahora hay otra ocasión para ello.¿Tal vez un busto en algunos de sus espacios escénicos o de sus plazas?,¿Tal vez tenerlo presente en 2014 cuando se celebre el 60 cumpleaños del Corral de Comedias?,¿Tal vez la reedición de alguna publicación?¿Una exposición?. Tal vez…
En las noches del próximo Festival de Almagro, miraremos al firmamento y apreciaremos una estrella intermitente, como guiñando un ojo, será todo un mensaje de complicidad de un gran creador que estará siempre animando la expansión cultural de una ciudad mágica con la escena y sus significados.

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