Eusebio Gª del Castillo Jerez.– La Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Ciudad Real se concentraba esta mañana a las puertas de la sucursal de Kutxabank en la calle Ciruela para exigir una solución al caso de Halima Moucid, que solicita la dación en pago al no poder afrontar el pago de su hipoteca. 
Halima Moucid, además de afectada, es una de las portavoces de la Plataforma por la Hipoteca de Ciudad Real. Su familia tiene que hacer frente a más de 150.000 euros de capital pendiente amortizar de la hipoteca de su vivienda de Pozuelo de Calatrava, lo que les supone una mensualidad que ronda los 550 euros. 
El marido de Halima lleva dos años en paro y, desde noviembre de 2012, intentan negociar con Kutxabank. En ese momento advirtieron a la entidad que, en pocos meses, no podrían asumir el pago de las cuotas de su préstamo hipotecario. Solicitaron la dación en pago, hasta en dos ocasiones, pues no contaban con apoyo económico o familiar alguno que pudiera servirles de ayuda. Dichas solicitudes fueron denegadas por Kutxabank, según explica Halima Moucid.
«Nos acogemos al Código de Buenas Prácticas Bancarias, que nos ampara en este sentido, ya que cumplimos todos los requisitos – asegura la portavoz de la PAH- pero nos dan unos motivos absurdos, negándonos la dación en pago a pesar de que esta entidad está adherida al Código de Buenas Prácticas».
Halima y su marido acumulan impagos desde marzo y lo «único» que les ofrece Kutxabank es una reestructuración de la deuda. «Sin embargo, esto no nos sirve», comenta la portavoz de la PAH. 
«En agosto mi marido empezaría a cobrar la ayuda de 426 euros; con este dinero tendremos que pagar la comida para cuatro personas -tenemos dos menores a nuestro cargo-, la hipoteca, la luz, el agua… es absurdo que se nos ofrezca una reestructuración de la deuda cuando no es viable». «No tenemos los ingresos suficientes para afrontar esta reestructuración», señala.
«Además -añade Halima-, han pasado nuestros datos al fichero de morosos». «Podíamos habernos ido por las malas, sin previo aviso, ya que entre España y Marruecos no hay un acuerdo de persecución de deudas, pero nos gusta dejar las cosas bien atadas, aunque parece ser que la gente que cumple con la ley no les interesa…», se lamenta. Halima y su marido quieren irse a otro país, a cualquiera donde encuentren trabajo, no sin antes tratar de zanjar el problema de la hipoteca de su vivienda de Pozuelo de Calatrava.
