«Cosecha histórica, generosa y de calidad» en la D.O. La Mancha

D.O. La Mancha.- En el cierre de campaña, el Consejo Regulador se felicita por la calidad de vendimia, marcada por la cantidad y el retraso en su comienzo, pero también por la buena calidad .Tras una vendimia atípica, determinada por la demora en la maduración de la uva, a falta de los primeros datos de conclusión definitivos, las estimaciones iniciales de cosecha se superan, con una campaña claramente superior al año anterior.
vendimia
Todo indica que también podremos presumir de tener unos vinos de calidad inemnsa, porque las uvas, sobre todo en las primeras semanas de la vendimia, presentaron un estado sanitario excelente, tras un año excepcional en lo pluviométrico y muy bueno en temperaturas durante el pasada estío. El retraso ocasionó, no obstante, que en los últimos días la podredumbre afectase a algunas parcelas que se vendimiaron tardíamente, si bien pudieron ser separadas perfectamente de las uvas sanas en distintos depósitos y que obviamente tendrán distinta finalidad.

Por dar un ejemplo, si la producción de Castilla-La Mancha se estima que podrá superar los 25 millones de hectólitros, la cantidad de vino destinado a la producción de vino con Denominación de Origen “La Mancha”, cuyo ámbito geográfico ocupa más de la mitad de la región, previsiblemente oscilará entre el millón y el millón y medio de hectólitros. Se trata de una cantidad inmensa si la comparamos con cualquier otra Denominación de Origen del territorio nacional y también de Europa, pero como se puede comprobar no muy elevada con respecto a la producción total. Es, en definitiva, la mejor prueba de las enormes posibilidades de selección que tienen las referencias de calidad en Castilla-La Mancha y, particularemente, en la Denominación de Origen La Mancha, lo que ha posibilitado que en los últimos años las ventas de nuestros vinos no hayan dejado de crecer en todo el mundo, siendo enormemente valoradas por su calidad y precio competitivo.

Además, 2013 quedará en el recuerdo por la actitud de comportamiento solidario mostrado por muchas bodegas y cooperativas manchegas, cuando la abundancia en la recepción de uva en algunas empresas, no sólo causada por la elevada cosecha, sino también por la celeridad en la recolección (mecanización del viñedo y retraso en el incio que hizo que las cuadrillas de vendimiadores se reforzasen), obligó a derivar la entrada del mosto a los depósitos de otras empresas de la zona.

Un ejercicio más, La Mancha volverá a situarse como el principal y mayor productor vinícola de todo el continente europeo. Aunque algunas de las bodegas manchegas todavía no han llegado al capítulo final en la recogida de la cosecha, las primeras valoraciones demuestran que Castilla-La Mancha ejercerá un liderazgo en volumen productor de hectólitros de vino, siendo punta de lanza de nuestro país en un momento clave para la conquista de nuevos mercados, tan necesarios en una coyuntura económica como la actual en la que la llegada de divisas es vital para nuestra economía.

Desde el Consejo Regulador, somos conscientes de que la generosa vendimia de 2013 debe ser contemplada desde el optimismo y la oportunidad. En una lectura más contextualizada y global, las buenas cifras de cosecha en La Mancha pueden equilibrar la oferta más limitada en otras latitudes del planeta. Todo ello, además sin olvidar las estrategias de promoción, cuya mayor efectividad en el mercado exterior, han respondido a la demanda de vinos jóvenes, frescos y con un gran potencial aromático. Ahí, DO La Mancha ha encontrado un margen importante de crecimiento, arropado también por sus precios de ajustada y exigente competitividad. En esa apuesta por la calidad de los vinos embotellados debe mantenerse la coherencia de añadas anteriores, donde el gran esfuerzo modernizador y el compromiso por la satisfacción de las demandas del propio consumidor han sido los ejes vectores que han permitido a La Mancha delimitar su propia identidad, cuya imagen ha experimentado una vital y sustancial transformación en el desarrollo de las últimas décadas.

Con todo, desde el sector entramos en un momento fundamental de cara a los nuevos vinos de la Añada 2013, cuya realidad es ya prácticamente un hecho. El otoño es, en efecto, para el Consejo Regulador un periodo de gran actividad promocional, que culminará a mediados del mes de noviembre, con la presentación de los vinos jóvenes en Madrid, presumiblemente, en el Estadio Santiago Bernabéu.

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