Una finca lejana – la Finca Galiana

Estanislao Z. Navas.- Recuerdo de mi adolescencia el accidente de tráfico que en una zona de paso de ganado tuvo mi difunto padre. Desde esa fecha, siempre me picó la curiosidad por conocer aquel lugar, y por ello hoy os escribo estas líneas.

Recuperando lo pasadoAquella zona de paso se encontraba dentro de una dehesa y estaba cercana a lo que se conocía y aún se conoce por el nombre de Finca Galiana.

En un principio el trayecto de la carretera va en dirección a Badajoz, cuya primera población de relevancia es la localidad de Piedrabuena. Será a la altura del kilómetro 13,200 de dicha carretera, a unos diez minutos de la capital donde nos encontramos con la Finca de la Dehesa Galiana.

Foto: Emiliano Cifuentes Pérez
Foto: Emiliano Cifuentes Pérez

A lo largo del último año han aparecido diversos titulares en la prensa local acerca de cuál sería el futuro de este lugar tal como siguen:

“La UCLM subastará el 10 de octubre trece vehículos y maquinaria agrícola” (El Día digital.es Periódico de Castilla – La Mancha, 27 de septiembre de 2012)

“La Finca Galiana se pondrá a la venta por alrededor de 9 millones de euros” (Diario Lanza, 30 de diciembre de 2012)

“La Finca Galiana debe seguir siendo de titularidad pública” (Miciudadreal.es Diario Digital Ciudadano, 21 de mayo de 2013)

“Diputación planteará el arrendamiento de la Finca Galiana tras quedar desierta su subasta” (El Crisol de Ciudad Real, 30 de agosto de 2013)

Como veis no es un futuro demasiado halagüeño el que se ha pintado para esta singular construcción, mas sería preciso hacer un poco el recorrido histórico de la misma para conocerla aún más.

Así, siendo esta edificación cercana al cerro de Alarcos, próxima al anejo de Valverde y la ribera del río Guadiana, todo este territorio constituyó el escenario en el que desde finales del siglo XI  -toma de Toledo por Alfonso VI en 1085- se desataron las luchas encarnizadas entre las tropas cristianas y musulmanes por las líneas fronterizas, y llegándose hasta el siglo XIII en el que el rey Alfonso VIII se haría con el control de dicho territorio tras la victoria de Las Navas de Tolosa (1212).

En estos términos se podría explicar, pues, la descripción que realiza de la finca don Inocente Hervás y Buendía en su “Diccionario …”, tal como sigue:

Foto: Emiliano Cifuentes Pérez
Foto: Emiliano Cifuentes Pérez

“GALIANA.- La edificación árabe que conserva con sus ajimeces, artesonado y fuertes muros, restos son de un Palacio de recreo, como su nombre copia y recuerdo del de las Huertas del Rey en la risueña y feraz orilla del Tajo a la vista de la gallarda Toledo. Todo en ella nos dice haber sido edificado cuando Alarcos formaba parte de este Reino musulmán, embellecida también por la naturaleza y el arte para mansión de algún miembro de la familia real o rico magnate de esta comarca. Si no existieran las pruebas al correr de los siglos de la cohesión y enlace entre Toledo y La Mancha como una imposición de su situación geográfica en la dominación agarena, vendrían a demostrarlo las Juntas o Academias de Calatrava y los Palacios de Galiana; las Puertas del Sol y de Toledo en la Reconquista y las Cartas de Hermandad entre las dos ciudades para hacer imposible el feudalismo o dominio de los señores; manifestaciones todas, que unen y estrechan las dos regiones en el sentimiento común de libertad e independencia. Cuando el cultivo de la tierra sustituyó al empleo de las armas, el Palacio de Galiana se rodeó de afanosos labradores, se convirtieron sus jardines en una Puebla, las que por ser muchas y cercanas unas de otras, fue siempre de corto vecindario, conservándole hasta la Guerra de la Independencia. Hoy (finales del siglo XIX, comienzos del XX, se sobreentiende) es una Colonia agrícola con dos casas y 18 habitantes.”

Sin embargo, a pesar de esta descripción, cabe señalar que hoy en día las referencias directas existentes sobre el enclave medieval están aún por descubrir, aunque según parecen señalar algunos investigadores se apunta la posible entrega de este enclave a la familia Treviño, cuya origen venía de Vizcaya, a modo de recompensa por el protagonismo alcanzado en la batalla de Las Navas de Tolosa. Así viene atestiguado por el escudo de armas aparecido. Sería una de sus ramas la que aparecería vinculada a este lugar con un señorío que don Cristóbal Treviño, regidor perpetuo de Ciudad Real, habría de solicitar su elevación a mayorazgo a la reina Juana (peyorativamente apodada “La loca”). La reina, en la localidad de Burgos, le otorgaría dicha concesión en fecha de 17 de junio de 1508.

Foto: Emiliano Cifuentes Pérez
Foto: Emiliano Cifuentes Pérez

Esta finca permanecería en manos de los Treviño hasta 1755 y desde esta fecha hasta 1875 pasaría a manos de los Maldonado. Sería entonces cuando se produce un episodio que cambiará la titularidad existente en la propiedad por otra, pues debido a que don José Joaquín Maldonado y Rosales negóse a jurar la Constitución –al ser carlista e incluso por haber sido nombrado como Conde de Galiana por Carlos VII- bajo el gobierno de Alfonso XII dicha propiedad le fue confiscada, siendo vendida en subasta pública y adquiridos algunos terrenos y el molino de la familia Ayala, y la cada y el resto de las tierras por don Celestino Barreda. Tendría como propietario a don Dimas Pardo y del espíritu industrial que aplicó a la Finca se hizo eco en toda la provincia.

Tras la guerra civil la finca sería comprada por don Silverio Fernández Oviés y la Excelentísima Diputación Provincial de Ciudad Real la adquiriría el día 3 de junio de 1975 dándoles como usos la experimentación agrícola y ganadera. Sería ya a finales del pasado siglo, un 20 de diciembre del año 2000, cuando la institución provincial la cediese gratuitamente en uso a la Universidad de Castilla – La Mancha, con fines docentes y de investigación. Es innegable la contribución realizada a la excelenecia académica, profesional y técnica del profesorado y alumnado universitarios de Castilla – La Mancha, del Instituto de Investigación  en Recursos Cinegéticos (I.R.E.C.) y de escuelas universitarias como la de Ingeniería Técnica Agrícola. Se encuentra entre sus logros más reconocidos la promoción de la oveja manchega o de los vinos con Denominación de Origen de Castilla – La Mancha.

Insertada en la Ruta Turística “Ciudad Real – Yacimiento de Alarcos”, la Finca Dehesa Galiana cuando se encontraba a cargo de la Universidad de Castilla – La Mancha atendía a la siguiente descripción y objetivos:

Foto: Emiliano Cifuentes Pérez
Foto: Emiliano Cifuentes Pérez

Era una finca agropecuaria de 630 ha, que mantiene en el ámbito agrícola cultivos herbáceos, de secano, de regadío y zonas de reforestación. A ello se une, en el ámbito ganadero, la gestión de cabañas e instalaciones para ovino y bovino. De forma paralela, y asociados a proyectos de investigación universitarios, dispone de otras instalaciones accesorias entre las que destacan las granjas de perdices y codornices, la bodega y almazara de carácter experimental.

Desde que en el año 2000 el uso de gestión de la Finca Dehesa de Galiana le correspondiese a la Universidad castellanomanchega, esta finca sería concebida de un modo experimental al servicio de la actividad docente, investigadora e institucional de la Universidad.

Como dato a reseñar, cabe decir que sólo en la anualidad de 2004 se acogieron más de 22 proyectos de investigación y más de 10 actividades formativas que movilizaron a cerca de un centenar de investigadores, unos cuatrocientos alumnos y casi una cincuentena de profesores.

La experimentación científica que se desarrollaba en la Finca correspondía a proyectos de alta aplicabilidad y de elevado interés para la comunidad castellanomanchega dado que las investigaciones iban encaminadas al análisis y mejora puntuales del conocimiento en sectores claves para esta región como son el cinegético, el vitivinícola, el ganadero y el de gestión medioambiental.

Sin embargo, como arriba mencioné con los diversos titulares expresados, este futuro está ahora en el aire, por lo que ahora, pasamos a profundizar en su descripción y concretar diversos aspectos de la finca. Esta situación viene propiciada por los problemas económicos de la institución universitaria, tras el recorte sufrido por parte de la institución autonómica, llevando a la Universidad a tener que devolver desde el mes de julio la finca a su propietaria en origen, la Diputación, mediante la firma de un acuerdo entre ambas instituciones.

Cuando recurrimos a un diccionario como el de la Real Academia Española (RAE) y buscamos el término “galiana” nos encontramos con el significado “cañada”, y su origen hace referencia a la Galia, Francia. Es por ello, que cabe señalar que la cañada o vía de ganados es un término muy conocido en nuestro país al existir el concepto de cañada real aún en nuestros días, como ocurre cuando por la misma televisión contemplamos las imágenes del paso de ganado por la propia capital de España, Madrid.

Foto: Emiliano Cifuentes Pérez
Foto: Emiliano Cifuentes Pérez

Volviendo a Galiana, cabe decir que existía una cañada real denominada Galiana y con un recorrido aproximado de unos 400 kilómetros, cuyo inicio se hallaba en La Rioja aunque su origen podría ser la propia Galia, transcurriendo esta cañada por las provincias de Soria, Guadalajara, Madrid y Toledo hasta llegar a la de Ciudad Real. La cañada pasa cercana a la finca y, finalmente, se une en Piedrabuena a la cañada real soriana.

Aunque originariamente esta finca surge al amparo de las edificaciones estratégicas levantadas en el Campo de Calatrava, sobre el vado del Guadiana, con motivo de las luchas fronterizas de cristianos y musulmanes, tal y como atestigua el torreón que destaca a lo lejos, sobre el Quinientos se hacían clásicos los mayorazgos ciudarrealeños, surgidos de las disposiciones de las Leyes de Toro de 1505, según las cuales se podía controlar el fraccionamiento de los bienes de un noble que producían las herencias y las ventas, como un medio de mantener su poderío económico. Esta figura legal sería aprovechada por algunas familias de la incipiente burguesía castellana del momento. Así ocurrió con los Galiana.

El que fuera Prado de Galiana sería adehesado a Ciudad Real tal y como se indican en las Respuestas Generales de Catastro, cerrándose en el año 1712. Ciudad Real obtenía una sentencia favorable de un Juez de comisión del Consejo de Castilla en el año 1734, declarándose dicho término común y baldío. Pero los titulares del mayorazgo apelarían, aunque cuando se llevó a cabo este Catastro aún no había quedado resuelto dicho litigio. Este mayorazgo, tras diversos pleitos, en el siglo XVIII acabó en manos de una vecina de Málaga, siendo un ejemplo más de lo que ya en 1751 se indicaba como nobleza foránea que ascendía a un 17 por 100, más concretamente casi cinco mil hectáreas en el término de Ciudad Real.

Por lo que se refiere al edificio en sí, a parte de la descripción pretérita indicada por don Inocente Hervás y Buendía, cabe decir que dentro del conjunto de edificaciones que alberga la Finca, sobresale la llamada torre fuerte. La misma tiene una planta rectangular de 16,30 por 8,15 metros, tiene tres plantas y los materiales de construcción son la mampostería y las cadenas de sillares en los ángulos. Este torreón que forma ángulo en el bloque y aparece adosado a este, está construido en piedra en sillares, sillarejos y mampostería, rematadas con almenas. La cronología que se le atribuye es la del siglo XVI, con un posible origen anterior del siglo XII.

Foto: Emiliano Cifuentes Pérez
Foto: Emiliano Cifuentes Pérez

La planta baja tiene acceso directa desde el exterior mediante una puerta con arco de medio punto sobre la que se encuentra la piedra armera de los Treviño, fue construida en capilla dedicada a San Isidro (Labrador, se sobreentiende). En la primera planta se extiende el Salón del Moro, cubierto de alfarje y ventana de doble arco adornada con columna central y alfiz. De la planta superior no se conoce uso, pero de ella parte una estrecha escalera que permite el acceso a la cubierta de la torre almenada; en fachada presenta una ventana como la del piso inferior con arcos ligeramente apuntados o conopiales.

Como toda edificación rural, la casa solariega sigue el mismo modelo, debiendo ser construida entre los siglos XVIII y XIX. En la misma aparece una zona de residencia a lo largo de la crujía adosada al torreón y fachada principal articulada en ocho vanos distribuidos simétricamente en dos alturas. La orientación hacia el este realza su elegancia; su encalado, las rejas de forja decimonónicas y la cercanía de la torre rompe con la horizontalidad de la crujía. Al interior se accede mediante un zaguán que da a las galerías cubiertas abiertas al patio central. En su bloque central destaca el patio, con arcos de medio punto sobre los que hay terrazas, con una amplia y sobria escalera y una capilla. Otras dependencias que completan las ordenación del edificio serían las destinadas a la labranza y al mantenimiento.

En fin, esta edificación aún tiene su futuro en el aire, aunque tal como nos indicaba este verano el Vicepresidente de la institución provincial si no salía nada en claro de una futura subasta se estudiaría el arrendamiento bien parcial o total, en caso de que alguna empresa decidiera adquirirla. Arrendamiento, no obstante, que mantendría el convenio que aún tiene la Diputación con la institución universitaria, por el que la Universidad tendrá la posibilidad de seguir investigando en la finca hasta el año 2015.

Finalmente, y como es costumbre, no me queda nada más que agradecer a modo de fuentes a destacar las referentes a don Inocente Hervás y Buendía, la colaboración de don Emiliano Cifuentes Pérez, don Antonio José Martín Consuegra –conocedor in situ de dicho centro- y la página web de la Universidad de Castilla – La Mancha, además de las fuentes periodísticas citadas al comienzo de este artículo.

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8 COMENTARIOS

  1. Más fuentes (Lanza 27 diciembre 1988,Suplemento Diputación Provincial) sobre el cordón defensivo de la vega del Guadiana, con vínculos estables entre el sitio de Sancho Rey y Santa María del Guadiana. «La torre de Galiana pudo formar parte de un sistema defensivo de apoyo a las grandes y cercanas plazas de Benavente, Alarcos y Caracuel. Integrados en este sistema defensivo menor, estarían otros restos fortificados ubicados en zonas muy próximas a Galiana como las de Picón Viejo, Sedano o Herrera».

  2. O, siendo un poco más terrenal, la habitación del moro en la torre, donde solamente los que han estado allí saben lo que pasa si yaces con una mujer… Ahí lo dejo. Jejeje.

    Pena de proyectos de investigación que se han ido al garete por un dinero que es pan para hoy y hambre para mañana. Galiana podía estar en manos de la Universidad si Cospedal no existiera y, además de centro investigador podía ser una escuela agraria maravillosa y, si es con Pilar al frente, mejor que mejor.

    En fin, todo sea por quitar cuatro parches de una carretera y subvencionar un plan de empleo temporal. Luego nos acordaremos todos cuando el plan de empleo se esfume y el parche vuelva a romperse y, entonces, ya no habrá más Galianas que vender al que menos quiera pagar.

  3. Gracias don José por una nueva lección, siempre son constructivas!! (también había algún artículo de gente desencantada con lo que la Universidad no había hecho en las edificaciones de preservación y conservación, pero las citas de los artículos sólo trataban de enmarcar la situación de subasta nueva y nueva desilución que está aconteciendo en torno a la finca).
    A blisterr y fermín nuevamente gracias por vuestro seguimiento!!

    • Para hacer honor a la verdad, es cierto que el rector que la recepcionó hizo un exagerado argumento sobre las cosas que iba a hacer en ella y que se quedaron en eso, en una exposición de intenciones. Por lo tanto al César lo que es del César y a Estanislao, lo que es de Estanislao.

      Hubo algunos claroscuros en la gestión por parte de la Universidad y eso lo saben todos los trabajadores. Pero proyectos en marcha había, y si se hubiera dejado a la dirección hacer su trabajo, habría un montón de cosas más.

  4. Buen trabajo, Estanislao, «para variar» sobre este trozo del terruño manchego y buenas también las aportaciones de los foreros.

    Me gustaría que esta joya arquitectónica y esta pequeña «reserva natural» perdure en el tiempo como algo público que nos pertenece a todos, aunque según las últimas noticias sobre que «nadie quiere hacerse con ella» harán que tantos otros tantos tesoros ciudadrrealenses, acaben desapareciendo.

    ¿No podría hacerse en estas tierras algún proyecto agroecológico?

    En Ciudad Real hay actualmente – que yo sepa – dos proyectos de agroecología, uno en el barrio del Pilar y otro en las cercanías del barrio «Camino de la Guija» aunque con diferentes ideas y gestión pero con el mismo fin: el medio ambiente.

    A unos kilómetros de Ciudad Real tenemos Ecomoral y seguro que hay por ahí varios proyectos más; es decir, que ideas y gente preparada hay.

    ¿Por qué no indagan los servicios de Medio Ambiente de la Diputación? Estoy seguro que encuentran alguna solución que no pase por vender un trozo de nuestro gran patrimonio rural y natural.

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