Ciudad Real: Birdy sirve un nuevo café filosófico en el que se debatirá sobre la desobediencia civil

La librería Birdy-Libertad de Ciudad Real acoge este jueves 27 de marzo un nuevo café filosófico moderado por Rafael Robles. Durante una hora se conversará sobre la desobediencia civil, mientras se toma un té, un vino o un café.  birdy-desobediencia-civil

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19 COMENTARIOS

  1. No sería yo de los que guardara cola para ír a las disertaciones de este señor. Cuando leí su artículo sobre los trolls y usó la expresión ‘un cualquiera’ me sonó a homofobia, como si todos los que opinásemos distinto a los columnistas quedásemos comprendidos en la categoría de ‘cualquieras’ y él en las alturas del Parnaso, en virtud de los altos vuelos de su sabiduría.
    Este señor puede sostener el ideario que estime oportuno, pero que no se crea que con el mismo va a sentar cátedra de iluminado. Afortunadamente, el pensamiento es libre, gratuito y nadie tiene la llave para apropiárselo en exclusiva.

    • Perdón; mi ignorancia supina me ha llevado a emplear erróneamente el término homofobia por misantropía. Cosas de la siesta. Pido perdón porque auténticamente fue un lapsus lingüístico. Lo dicho y encarecido, ¡Mil perdones!

      • No te habrá traicionado el subconsciente con lo de homofobia, porque ya sería el colmo, que pretendieras a Robles como homófobo, sin necesidad de que seas gay, que sería lo más normal y respetable del mundo art. 14C.

        En cuanto a tu comentario sobre los que «opináis distinto», me parece de todo punto demagógico. Si alguien opina diferente que yo y yo le respondo ¿Ya se tiene que dar por perseguido u ofendido? GRACIAS a MCR por no limitar las veces que se puede intervenir y gracias por no borrar los comentarios. Así podemos tener una hemeroteca de los foreros «supuestamente» de derechas que por aquí participan y, por supuesto, de los progresistas y lo que se dice en cada «bando», que mira que me gusta poco esa palabra.

        Aunque es un tema que me llega a agotar, lo sigo diciendo. Es importante debatir y, cuanto más, mejor. Pero debatir no significa lo que hacen algunos trolls, muchos de ellos, bien conocidos, de empezar cada frase con un insulto grueso. Así no se va a ningún lado. Y yo ya sabes que no me corto en responderles. En eso aplico la Ley de Talión. La mejilla ya la tengo partía del tó de callar.

        Yo respeto que Robles o Rivero te lleguen a provocar arcadas. Lo respeto absolutamente, aunque para dos que saben articular un mensaje…., pero no me parece tan respetable el victimismo que traéis siempre a colación. Yo creo que si se debate y no se convence al contrario, pues ahí se deja pero, la actitud que tenéis algunos es un tanto ¿A ver qué digo que no sea ofensivo? En fin, lo dejo en «extraña».

  2. Cualquiera diría que los trolls y los fachas de la ciudad se sienten mal porque el moderador del debate se ha reído de los peperos y de los concejalillos que escriben por estos lares…..

    • Están que rabian. Siempre han sido unos «quiero y no puedo intelectuales» y que alguien progresista les dé en el hocico les pone de los nervios. Lo que más gracia me hace son las rabietas envidiosas contra Robles a base de insultos. Con ellas no hacen sino rebozarse aún mas en el barro de su desconocimiento y mediocridad.

      En fin, a pesar de ellos, los cafés se van a realizar y quien vaya se va a divertir y aprender. Algo que Jode mucho a los meapilas estos.

      Hala, vía libre para vomitar bilis, así no explotáis. Que hoy he recibido pocos insultos. Jajaja.

      • Yo estoy rojo de rabia y verde de envidia. Creo que mi vida se va a rebajar un lustro por la celebración de estos cafés al módico precio de dos euros, sin pastas ni tapas que los acompañen; en todo caso, gominolas o frutos secos.
        Creo, amigo Blisster, que deberías revisar el significado de meapilas y cotejarlo con el oficio que ejerces por estos pagos, que dices amén a todas las incoherencias que salen de la pluma (más bien teclado) de tus ídolos. Y asimismo, cuando la madeja no te interesa, desde el punto de vista político, recurres a ironías que a otros calificas de insultos, verbigracia RORO y todo lo que te atufe a PP o iglesia.
        El problema que tienes es que tus condicionamientos políticos y religiosos oponen fuertes cortapisas a la fluidez de tus pensamientos.
        Y ahora acúsame de pepe-rro, retrógado, misacantano, intransigente, inquisidor, malvado, sahumado de azufre, de prejuicios personales o lo que se te acomode…Como ya te dije en una ocasión, te llevarías una sorpresa.
        Medir las cosas con un mismo rasero en lo intelectual y en lo personal presenta serias desventajas.

        • De otra forma no podrías rebatir mis argumentos, ¿verdad?
          El diablo se nutre de la ignorancia de los que se creen el ombligo del mundo y sólo quedan en espejismos que al primer soplo de brisa se descomponen en tristes vapores.

        • Perdona Juan, no había visto el comentario y te he respondido al de arriba.

          Es cierto y no lo niego. Rivero y Robles para mi es de lo mejor que puedo leer en la prensa culiparda, te animo a que me des nombres más interesantes y te prometo que los leeré. No soy de negarme a leer por quien escribe. No me duelen prendas en ver cada día artículos en La Razón o ABC. Pero, no puedo dejar de decir que Prada me convence por su literatura y me asquea por su pensamiento. Por poner un ejemplo.

          En cuanto a la RoRo ¿Criticar es insultar? Volvemos al principio. Mira lo del otro día con lo de la jilipollez de la Plaza de Cervantes. Se me lanzaron como hienas a decir que habìa llamado jilipollas al Concejal. Si algunos no saben leer, que se lo hagan mirar.

          Insultar es algo que puedes escuchar a diario a elementos como Jiménez Losantos.

          En cuanto al PP, si atufa es por algo que se llama Gürtel y cuando hablo de la iglesia, siempre lo escribo con minúscula, porque me refiero a los elementos que pululan por la Jerarquía católica, que no a la Iglesia Comunidad, con seres tan grandes como Fermín Gassol.

          Ves, en el párrafo de mi fluidez intelectual te doy la razón. Yo no tengo nada de intelectual. Soy un pobre intelectual. Y es verdad que la mentira, el robo, el engaño a los ciudadanos me encabrona y reflexiono menos de lo que debo los textos. Ahí me has dado en la línea de flotación.

          Y ya, por último, no te califico de nada. Creo que no tienes un pelo de tonto pero, por eso, me intriga tu inquina con estad dos personas en las que no veo intereses espúreos y por eso me gusta leerles.

          Y poco más, que espero no haberte faltado en nada.

        • En mi opinión, amigo Blisster, la prensa, culiparda o nacional, no deja de ser un mero sucedáneo de festines más sabrosos. En los libros es donde radica el meollo de la cuestión. De autores ciudarrealeños, por ponerte un solo ejemplo, te destacaría a García Pavón, hoy casi olvidado, y que fue un grande entre los grandes. No sólo escribía con propiedad, inteligencia, sencillez, atrevimiento, humanidad y pasión, sino que sus letras eran un vino que embriagaba sin llegar a abrumar; emocionaba hasta las lágrimas, y condensaba el tiempo, las luces y los paisajes de un modo que marcaba al lector de por vida. No es fácil superar la talla de este autor. Así que no me vengas vendiendo a simples mojaplumas, sin oficio ni artificio de escritores, que delatan a la legua sus ansías de subir el rimero de sus egos reprimidos. Ya lo dije en una ocasión: el arte literario me inspira todos los respetos, y quien usa las letras para airear incoherencias y vender cencerros por campanas, pues no, por ahí no paso.
          Por lo demás, tú eres dueño de tu palabra y tus ideas, pero recuerda que la palabra es una daga de dos filos: por un lado te puede rendir un buen servicio; por otro puede apretar el dogal en torno a tu cuello.
          Un saludo, y que disfrutes de esta tarde de café y divagaciones filosóficas.

        • Juan yo no vendo a nadie. No me hace falta, y menos a ellos. No sé si mi error es decir que disfruto con lo que leo.

          Ya te dije que no aspiro a escalones más altos de la literatura o la intelectualidad que se me hacen complicados como Borges, por poner un ejemplo o Günter Grass, a quienes leo con la lentitud del no inciado.

          Conozco algo, poco, la obra y milagros del tomellosero García Pavón y su Plinio, y no tengo ni un pero que decir a tu comentario. Pero de ahí a llamar mojaplumas sin oficio ni artificio a gente que escribe en este medio…por amor al arte y organiza actividades en las que todo podemos ir a hablar libremente…no sé. Yo entiento la inquina que me tienen algunos por la dureza de mis comentarios y mis opiniones «brutas», pero los textos de estas dos personas son muy discutibles si no piensas como ellos, pero correctos (en mi opinión).

          Más jodidos son los plenos del Ayuntamiento de Ciudad Real en los que no se puede decir ni mú y, encima, cuando haces una pregunta te salen por los cerros de úbeda…Que se lo digan a Luis Mario.

          Al menos, coincido en que una mesa con Robles, contigo y con Rivero discutiendo sobre lo que sea, sería de todo, menos aburrida. Y si es con una copilla en la mano, más.

        • De acuerdo, he de reconocer que me he dejado llevar por una oratoria un tanto barroca a la hora de calificar la escritura de estos autores. Rectifico y dejémosmo en que su escritura no cuenta con los parámetros que a mi juicio personal un texto ha de poseer para captar mi atención. Eso no los descalifica necesariamente como personas, repito y encarezco.
          Hoy día, cuando voy a una librería, salgo chasqueado, con la paciencia podrida y la frustración a flor de piel. Las novedades editoriales, salvo excepciones puntuales, se me antojan insufribles. De ahí mi viraje a los autores clásicos, cuando la literatura tenía mucho de artesanía y nada de copy and paste, cuando los guisos se hacían con el primor y la parsimonía exacta y no con la premura de restaurantes de franquicia.
          En el ayuntamiento se cuecen las mismas habas desde las distintas formaciones. Ya veras cuando los podios cambien, y te aseguro que hablo con conocimiento de causa. La política, si se practica buen, se asemeja a un sacerdocio y pocos ven otro sacerdio que el restringido en sus sueldos de concejales. Muchos ídolos de barro y mucha mentira edulcorada.
          Y Blisster, no trates de disminuirte, tirando demla hilaza llegaríamos a la madeja. Los necios no disimulan, y creo que tú no eres un necio.

        • Te confieso que cuando leí La conjura de los necios de John Kennedy Toole, y descubrí a Ignatius Reilly, sentí un gran escalofrío. Como estoy más que convencido de que lo has leído, seguro que me entenderás y entenderás que sea tan radical algunas veces en la crítica a PP y PSOE. Los únicos, lamentablemente, con posibilidad de gobernar en el país dual de rojos y azules.

          El filo de la navaja es muy fino y nunca sabes si vas por el centro… , mi invento virtual, solo se diferencia de mi en la contundencia de las opiniones. y como bien dices usando al Hemin, mi psicoanalista es el teclado; aunque ya me gustaría parecerme en algo al de las barbas blancas…solo un poquitito.

  3. No le considero un «catetroll», Juan Vigil, «catetrolles» son los que insultan sin más y tratan de hacer un daño gratuito, pero usted me llama «mojaplumas», «iluminado» y «misántropo» con elegancia suma, y además argumenta. Aunque me disguste al principio, luego reconozco su buen hacer en el difícil arte de insultar (o de describir). Soy consciente de mis limitaciones como articulista, que son muchas, por lo que no me ofende que me digan que escribo mal. A los que nos gusta leer con pasión nos suele dar por escribir, pero claro, por algo será que no escribo en Jot Down.

    Estoy seguro de que Blisterr, Rivero, usted y yo pasaríamos un buen rato hablando cara a cara mientras tomamos un café. Quizá hasta nos caeríamos bien.

    Por otro lado, le agradecería que me recomendara un buen libro de García Pavón; además me agradaría leer escritos de usted, que por lo bien que escribe (le aseguro que no lo digo con ironía) ciertamente tiene.

    Por cierto, en el café filosófico no se hacen disertaciones, me limito a moderar, aprendemos todos de todos. En este enlace puede encontrar algo de información: http://es.wikipedia.org/wiki/Caf%C3%A9_filos%C3%B3fico

    Un saludo cordial.

    • Te agradezco el buen tono y la cortesía que se infieren de tu mensaje. Hace muchos años que me substraje al riesgo de ser meloneado en tanto que adolescente, y me he vuelto insensible a los cantos de sirena y las imprecaciones. No obstante, vaya por delante mi gratitud.
      Yo no sé la fijación que tienen con el insulto, el enfrentamiento personal y la animadversión infligidos por mi parte. Yo sólo opino de los contenidos sustanciales y estructurales de los textos que sometéis al escrutinio público. ¿Qué interés puedo tener en insultar a quien no conozco y no sostiene deudas personales conmigo? Hemingway decía: «Mi psicoanalista es mi máquina de escribir», y es seguro que la palabra traiciona nuestra esencia vital aún mucho más que nuestras acciones cotidianas. La palabra, según cómo la tratemos, según cómo la utilicemos o la manipulemos, puede decirlo todo de nosotros: traslucir nuestras virtudes o destapar nuestras miserias. No somos perfectos ninguno, pero nuestra palabra es lo que nos acredita en un mundo donde cada vez es más difícil pronunciarse con total sinceridad.
      Y con esto quiero decir que sí, que tal vez un café compartido no tendría por qué ser una experiencia traumática, por cuanto somos seres civilizados lo primero de todo, lo cual no implica que debamos de armonizar en nuestras opiniones o nuestros modos de pensar. Nadie está en posesión de la verdad absoluta (yo tampoco), y nadie puede hacer faro de la luz de su candil.
      Me gustó y convenció aquel artículo que escribiste sobre los mendigos de la calle General Aguilera. Perdona si en aquel entonces no te lo hice saber.
      Una de las cosas buenas que la BAM hizo en su momento, fue sufragar la publicación de las obras completas de García Pavón. Yo me inicié en la lectura de este autor con ‘Una semana de lluvia’. Era un mes de septiembre de hace muchos años, encontré el libro en la biblioteca del cuartel donde hacía la mili y ciertamente me sentí consolado de no poder estar presente en las ferias y fiestas de mi pueblo. Plinio y don Lotario abrirán todo un universo a quien se atreva a adentrarse en las letras de don Francisco García Pavón. No defrauda.
      Un saludo respetuoso y viudo de ironías.

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