El portavoz del grupo municipal de Izquierda Unida, Florentino López Montero, ha publicado en la web de la agrupación local su habitual crónica plenaria. En esta ocasión, ha acusado a la alcaldesa, Mayte Fernández, de «actuar en comandita» con el secretario municipal, Juan Luis Vázquez Calvo, para evitar que se debatiera la moción que pretendía retirar la defensa jurídica pagada por el Consistorio a los imputados por prevaricación en el caso Plaza de Toros.
Además, ha acusado a ambos de ocultar «con lenguaje burocrático y farisaico» la sentencia que obliga a anular la decisión plenaria que permitió construir una novena planta en el hotel Santa Eulalia.
Reproducimos íntegramente la crónica plenaria de Florentino López Montero:
Pereza tiene el cronista para escribir sobre un pleno corto y aburrido que dejó para «mañana» un debate y un acuerdo sobre el pago de la defensa jurídica de los dos funcionarios imputados por prevaricación. Una alcaldesa, visiblemente nerviosa, y en «comandita» con el imputado buscó la excusa «legal» para que la iniciativa y la propuesta de un grupo municipal se congelara hasta…
En otros tiempos, no tan remotos, la idea hubiera ido directamente a la papelera, ahora la alcaldesa cuida «las formas» y necesita algún aliado, pero las consecuencias son parecidas. Un secretario «accidental» con más de veinte años en el cargo, imputado en un grave delito por denuncia del propio fiscal, sigue en su puesto y tiene……………… para influir decisivamente en el normal desarrollo de un Pleno municipal.
Todo ello con el beneplácito de la alcaldesa que se ha olvidado rápidamente de sus promesas de transparencia y claridad. ¿Cuánto debe saber «el accidental»?, que utilizó un lenguaje burocrático y farisaico para ocultar la sentencia judicial sobre el incremento de edificabilidad del hotel «Santa Eulalia», una decisión irracional y caprichosa.
La alcaldesa tampoco quiso aclarar a los concejales y a los ciudadanos presentes el contenido de la sentencia. Un ejemplo claro de lo que no debe hacer un representante político, escudarse en el encubrimiento para no reconocer una decisión viciada de clientelismo.
Tenía la barba de un quijote, enjuto y alto. Habló con voz clara y se le entendió todo lo que dijo. Con educación y respeto planteó los problemas que produce el ruido en una parte de la ciudad. Recibió promesas de quienes gobiernan, que la realidad quiebra una y otra vez. Es consciente que a muchos ciudadanos les espera un verano largo y caluroso sin la posibilidad de abrir las ventanas, pero él inasequible al desaliento sigue exigiendo el derecho al descanso de todos con serenidad y palabras justas y claras. ¡Qué ejemplo para los protagonistas del Pleno!
Todavía brillaba el sol cuando llegamos a la plaza. El viejo pastelero buscaba la sombra sentado en una silla vigilando su negocio y la calle bullía de ciudadanos en mangas cortas.
Ánimo IU simplemente hay q volver a presentarla, ya sabemos que no juegan limpio.