El Servicio de Nutrición del Hospital de Manzanares advierte de los perjuicios de un consumo excesivo de sal

A pesar de ser necesaria para el correcto funcionamiento del organismo, el consumo excesivo de sal es un factor de riesgo para la aparición o agravamiento de la hipertensión arterial, que es responsable del 45% de los infartos y del 50% de los ictus cerebrales.
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Así de contundente se ha mostrado la nutricionista del Hospital Virgen de Altagracia de Manzanares (Ciudad Real), María del Mar Martínez, durante la sesión formativa impartida este centro dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) bajo el título ‘Sal de mi vida’.

Aunque las recomendaciones indican que debemos tomar un máximo de 5 gramos de sal al día en adultos, los españoles duplicamos esas cifras, llegando a una media diaria de consumo de 10 gramos. En este sentido, “está claro que a los españoles nos sobra salero”, apunta la especialista en Nutrición Humana y Dietética.

Martínez aclara que en algunos alimentos viene reflejado el contenido de sodio, por lo que nos conviene saber que sal = sodio x 2,5. Es decir, que 5 gramos de sal equivalen a 2 gramos de sodio. Es por ello que es importante leer el etiquetado de los alimentos en busca de sal o sodio, ya que alimentos que no parecen salados pueden contener este ingrediente como aditivo.

“El problema lo encontramos cuando los alimentos procesados pasan a ser el gran protagonista de nuestra alimentación, representando más del 70 % del consumo de sal y dejándole al salero el 20% del consumo total”, indica Martínez.

Alimentos tan comunes como pan, jamón serrano, salmón ahumado, gambas, caldos concentrados, quesos frescos, cereales o incluso la famosa salsa de soja, presentan grandes cantidades de sodio, el cual se adiciona en el procesado.

Un consumo excesivo y continuado de sal hace que aumente nuestra sensación de salado, por lo que a mayor cantidad de sal, menos capacidad tendremos para detectarla y mayor cantidad deberemos añadir para conseguir la misma sensación.

¿Cómo reducir el consumo?

La nutricionista del Hospital Virgen de Altagracia de Manzanares ofreció una serie de consejos para conseguir reducir el consumo de sal. Entre ellos, tomar con frecuencia alimentos frescos; tener en cuenta las vísceras y mariscos, ya que contienen sodio de forma natural; no añadir sal durante el cocinado; sustituir la sal por especias hierbas aromáticas, aceites y vinagres especiados; y lavar las conservas, legumbres y verduras antes de utilizarlas.

Otras de las recomendaciones de la especialista en Nutrición del hospital manzanareño son que cuando comamos fuera de casa pidamos que preparen el plato con menos sal, comparar diferentes marcas, y hacer una reducción gradual del consumo de sal, “ya que el gusto acaba habituándose, y la sensación de que la comida resulta insípida, finalmente desaparece”.

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