Una intervención quirúrgica permite a personas con tetraplejia volver a usar sus manos

Muchas personas con tetraplejia pueden mejorar sustancialmente la movilidad de sus manos tras una intervención quirúrgica. El equipo de cirugía del Hospital Nacional de Parapléjicos, centro que gestiona el Gobierno de Castilla-La Mancha, ha retomado la técnica de operación de la mano tetrapléjica, en la que el hospital ha sido pionero.
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Según explica el cirujano Javier Espino, “la cirugía de la mano tetrapléjica es una intervención que consiste en utilizar algunos músculos que mueven el codo y la muñeca para dotar de más fuerza y mayor movilidad a los dedos del paciente, lo que repercute en su calidad de vida e independencia”.

Para poder realizar esta operación se requieren algunas condiciones previas. Según explica el doctor Espino “hay que esperar al menos un año después de la lesión medular para que el paciente adquiera estabilidad neurológica, emocional y social y, además, se encuentre suficientemente motivado; es importante que comprenda los riesgos potenciales y los beneficios de la intervención y tenga una expectativa realista”.

Esta operación, orientada a mejorar la funcionalidad de la mano, se está llevando a cabo en pacientes que conservan los movimientos residuales de codo y hombro normales, cierta fuerza en sus muñecas y, sin embargo, ninguna o escasa funcionalidad en sus dedos.

Un gran avance en su calidad de vida e independencia

En casi todas las personas con tetraplejia que no pueden elevar su mano por encima de la cabeza se puede conseguir tras la operación que puedan realizar este movimiento, lo cual trasciende en su calidad de vida e independencia.

Cuando el paciente puede elevar su muñeca con poca fuerza, la operación hace posible que el dedo gordo pueda moverse sobre el índice para coger objetos de poco peso, como un teléfono móvil, un vaso, un lápiz o, por ejemplo, un mando, algo que antes tenía que realizar con ayuda de la otra mano.

En algunos casos, con la intervención se consigue que el paciente pueda realizar una excelente pinza lateral y que sus cuatro dedos se cierren sobre su palma; además la mano se puede abrir para abarcar objetos de gran tamaño, como una botella de litro.

La intervención y el post operatorio van seguidos de un intenso trabajo de rehabilitación en el que la fisioterapia y terapia ocupacional adquieren un importante papel, así como la motivación del paciente. El periodo de recuperación puede estimarse en dos o tres meses, aun cuando a lo largo del primer año se producen continuos progresos.

Actualmente, ha explicado Javier Espino, “se están desarrollando algunas técnicas, como las trasposiciones nerviosas que aportan ventajas para algunos tipos de pacientes y que actualmente se están proponiendo para fases más tempranas de la lesión medular”.

La operación ha contado también con la participación del cirujano plástico Ángel Arévalo.

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