Duro comunicado del Ayuntamiento de Valdepeñas en respuesta al «engañoso y abusivo» crowdfunding reclamado por el arqueólogo

El Ayuntamiento de Valdepeñas ha remitido a los medios un duro comunicado en el que arremete contra el arqueólogo valdepeñero Luis Benítez de Lugo después de que este enviara una nota en la que anunciaba la creación de una cuenta por suscripción popular o crowdfunding para financiar acciones judiciales contra la “corrupción” en el Ayuntamiento.
jesusmartin
En el comunicado, el Ayuntamiento responde a todas las acusaciones de Benítez de Lugo y anima a los ciudadanos a «pensárselo dos veces» antes de de prestar su apoyo al arqueólogo.

Reproducimos en su totalidad el comunicado del Ayuntamiento de Valdepeñas, presidido por Jesús Martín:

A LA ATENCIÓN DE LOS CIUDADANOS:

COMUNICADO ENGAÑOSO Y ‘CROWDFUNDING’ ABUSIVO
DE BENITEZ DE LUGO
El Arqueólogo y dueño de la mercantil Anthropos S.L. se ha disfrazado de ciudadano indignado, como un perfecto simulador, y ha emprendido una cruzada, porque no ha obtenido una plaza de técnico en el Ayuntamiento de Valdepeñas, contra cuyo Alcalde, miembros de la corporación y de su propio partido (PSOE) y varios funcionarios y técnicos, arremete, sin decirle a la opinión pública, para ocultar sus propias vergüenzas, a cuantas oposiciones o concursos, de distintos organismos públicos, ha concurrido y en cuantos ha fracasado, y en cuantos ha recurrido y en cuantos han prosperado sus recursos, o de qué manera o con qué interés realiza, en ocasiones, sus trabajos de arqueología. Desde luego, es oportuno llamar la atención sobre el plazo para finalizar su recaudación (31 Diciembre de 2014), justo un poco antes del comienzo de las próximas elecciones municipales y autonómicas (Mayo de 2015). ¡Qué casualidad!

Esta clase de individuos, que “piden” dinero para su cuenta corriente personal, de la que ellos solos son sus administradores, con la promesa de gestión transparente, pero con finalidad de subvencionar su propio ego e interés, es decir, sus propios gastos y costas judiciales, como actor o como denunciado, no debe confundirse con aquellos otros ciudadanos que promueven causas sociales o emprenden actividades con financiación colectiva (crowdfunding), como alternativa al sistema financiero especulador y globalizado actual. Por tanto, piensen los destinatarios de su soflama dos veces, antes de dar apoyo económico a Benítez de Lugo, que actúa despechado por sus propias frustraciones, poniendo como anzuelo la corrupción, como concepto que cualquiera rechaza, porque es uno de los estigmas de nuestro tiempo, que todos queremos erradicar.

Pero acudir a la corrupción, con dedo acusador, no convierte en corrupto al señalado. Las palabras, expresiones u opiniones, utilizados para explicar hechos o conductas supuestamente corruptas, admiten manipulaciones, abusos o engaños y el que lo hace de este modo pervierte la naturaleza y la esencia misma de lo que pretende denunciar, al hacerlo con vileza. Es el caso de Benítez de Lugo, a quien sus aspiraciones de convertirse en funcionario público o en contratado laboral fijo, con sus presiones y sus querellas, no le han ido demasiado bien. Nos hace un relato subjetivo y engañoso, para abducir a la gente. Sobre todo para atraer a su causa a los que ya quieren mal o son críticos o enemigos de los que él mismo señala, pero también para sembrar la duda, en su contra, por parte de aquellos otros ciudadanos de buena fe, o incluso, para alimentar odios en la sospecha. Esa, y no otra, es su intención. Y de tales infundios, ofensas, manipulaciones y desprecio por la verdad, deberá responder ante la justicia. Por eso, ante tal previsión ya se ha precipitado a recaudar dinero a los incautos que accedan a ello. No tanto para accionar él, para que coincida con periodo electoral y hacer más daño, como para defenderse de las acciones judiciales que contra él se han iniciado y las que cabe iniciar a partir de su comunicado.

Por el momento, allí donde pretende manchar la imagen de Jesús Martín, como Senador y como Alcalde, o la del Secretario del Ayuntamiento de Valdepeñas, la justicia, en este caso el Tribunal Supremo, ya ha hablado. Y a Benítez de Lugo no le ha gustado lo que ha dicho: que no existe ningún dato para abrir causa contra ellos, ni por prevaricación, ni por desobediencia, es decir, que no lleva ninguna razón el querellante y, por tanto, decreta el “sobreseimiento libre y archivo”, es decir, con los mismos efectos que una Sentencia absolutoria. Y, además, le condena en costas por un recurso que formuló, lo que da idea de hasta dónde llega su empeño temerario. Por tanto, no hay mancha alguna y no hay ya espacio para la sospecha. Si un Instructor y una Sala de tres magistrados se han pronunciado al respecto, la insistencia sobre el mismo tema por parte de Benítez de Lugo se convierte ya en voz cansina y vengativa. Sobre todo cuando, ante tal resultado, también arremete contra un Magistrado del TS, al cual no duda en acusar de corrupción, basada en una mera especulación e interrelación de situaciones o actos distintos e inconexos, cuya falacia cae por su peso, desde el momento en que manipula las fechas y las situaciones, para que encajen unas piezas que no integran la misma composición y no están relacionadas entre sí.

Benítez de Lugo, hace versiones tendenciosas de aquello que narra. Dice, por ejemplo, que el TSJ-CLM señaló en una Sentencia, como caso de corrupción, aunque “sin castigo”, la anulación de un concurso oposición en el que él mismo participó. Su incongruencia es tan evidente que nadie puede entender que, a la vez, una Sentencia proclame un “delito” (eso es lo que quiere que se entienda, cuando habla de corrupción) pero no exista condena. ¿Cómo puede ser? Muy sencillo: no hay caso de corrupción. Es, por tanto, falso de toda falsedad y, además, no dice y, por tanto, manipula, la información que transmite: las competencias de dicho tribunal (ámbito administrativo) no incluyen premio ni castigo a nadie. Tampoco dice que él mismo no impugnó las bases, es decir, que las consintió y participó voluntariamente en el concurso-oposicion. Igualmente oculta que como las bases no fueron objeto de su reclamación, el TSJ carecía de posibilidad de análisis sobre las mismas. Benítez de Lugo formuló su reclamación una vez comprobado que no había conseguido la plaza. Si la hubiera obtenido, diría que todo el proceso, las bases y la convocatoria, hubieran sido correctos. También oculta que tales bases se habían aprobado por el Pleno del Ayuntamiento por unanimidad, previa clasificación de los puestos de trabajo y previo consenso por la mesa de negociación. Nadie había puesto objeción. Y, además, la misma convocatoria se había realizado para otros 66 puestos, entre funcionarios y laborales, sin que ninguno de ellos resultara impugnado, ni tampoco anulado. Solo el suyo.

Pero el resultado de su reclamación, es decir, la anulación del concurso-oposición, con el efecto legal de que las cosas debían reponerse a su estado anterior, tampoco le gustó a Benítez de Lugo y, por tanto, arremetió contra la vuelta a la situación que tenía, bajo contrato, anterior a la llegada a la Alcaldía de Jesús Martín, el arqueólogo que había obtenido la plaza que se anulaba. La forma de hacerlo fue incluir este acto de reposición en su querella. La misma que ha sido objeto de sobreseimiento por el Tribunal Supremo.

Esta resolución judicial, firme y definitiva, ha dejado vacía de contenido la estrategia procesal de Benítez de Lugo, desde el momento en que acusaba de que los manejos del Alcalde alcanzaban a los miembros del Tribunal que formó parte del concurso oposición para, supuestamente, inclinar la designación hacia determinada persona. Pero una vez excluida y limpia de cualquier clase de duda su actuación por el TS, Benítez de Lugo pretende residualmente, de un lado, la condena de aquellos miembros del Tribunal, formado, en segunda línea de tiro, por el teniente de Alcalde Felipe Rodríguez, un funcionario municipal que hacía de Secretario, otro funcionario designado por el Comité de Empresa, una profesora de la Universidad de CL-M y un técnico cualificado de la Administración autonómica, y, de otra, al Técnico de Cultura del Ayuntamiento y a la persona contratada como arqueólogo, que concursó a la plaza. Contra todos ellos están abiertas diligencias de investigación, a instancia de Benítez de Lugo, que es causa no excluida de su singular solicitud de “financiación colectiva”, sin decir que él está asistido legalmente por su padre, un prestigioso Abogado, el cual será quien, a la postre, perciba sus honorarios de la recaudación obtenida. Aquí la corrupción que pregona, parece que pierde intensidad y se convierte en pretexto para la perversión y en convocatoria para el engaño. Se percibe cierto tono de “presión”, para obtener alguna clase de resolución favorable a su causa, en un proceso que está subiudice, pero que exige la firme creencia democrática y constitucional del derecho a la presunción de inocencia de los que aparecen como implicados. La misma presunción de la que gozaba Jesús Martín y el Secretario de la Corporación, cuya inocencia fue finalmente confirmada, como se confirmará la de estas otras personas, sobre todo si tenemos en cuenta que el Ministerio Fiscal, la institución que representa el principio de legalidad e imparcialidad, ya solicitó el sobreseimiento de tales actuaciones, sin que aún se haya entrado en su resolución de fondo, aunque estamos seguros y confiamos de obtener una resolución en tal sentido, por parte de los tribunales competentes. Entonces, veremos como Benítez de Lugo, encontrará el modo –como lo hace actualmente a pesar de tener ya resultados judiciales ciertos y firmes- de arremeter contra quien haya tenido la osadía “corrupta” de no atender sus injustificadas pretensiones.

En cuanto a la denuncia interpuesta por el Ayuntamiento de Valdepeñas contra el ahora “recaudador” Benítez de Lugo, tiene como objeto un supuesto y reciente “expolio” y daño al patrimonio arqueológico de Valdepeñas, cometido con abuso de licencia, pero se limita a comentar elementos circunstanciales como el tiempo empleado en la discusión o los modos utilizados en el debate. Sobre este extremo, habrá de estarse a los resultados de la investigación judicial, pero llama la atención de que no excluya de la “financiación colectiva” los gastos de defensa en este proceso, donde es suya y exclusiva su responsabilidad, pero su financiación, pretende que otros asuman esa misma responsabilidad. No parece tener límites la “cara dura” de este singular personaje, que concluye su alegato no solo renegando de su propio partido (el PSOE de Valdepeñas) sino acusándolo de complicidad, por corrupción silenciosa, figura importada claramente del papel atribuido procesalmente a la Infanta Cristina en el caso Urdangarín y con alusiones a consumos telefónicos también resueltos sin consecuencias, o con alusiones de orden personal, que en nada ayudan a entender su queja.

Benítez de Lugo hace una llamada a la ciudadanía y habla, utilizando el plural, eufemísticamente, para lo que solo son problemas personales, profesionales y políticos (“nos han causado daños…”). Pide que le hagan donaciones económicas para sufragar sus gastos jurídicos derivados de los procesos judiciales en los que está inmerso, como querellante o lo estará como denunciado, así como para iniciar otras acciones judiciales indeterminadas, puesto que su comunicado solo habla de cuestiones ya resueltas o en curso. Y no dice que el abogado que lo representa es su padre, como queda dicho anteriormente.

Desde aquí, queremos invitar a la ciudadanía a que exprese su rechazo al comunicado engañoso y “crowdfunding” abusivo de Benítez de Lugo y difunda este escrito, remitiéndolo a su correo-e: lbenitez@valdepenas.uned.es. Por cierto, este Sr. no es capaz de facilitar su propio e-mail personal y utiliza, para difundir sus comunicados, el correo que le ha facilitado la UNED, una institución pública, en la que él trabaja como docente. ¿Cabe mayor descaro?

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11 COMENTARIOS

  1. Empezando por el final, ¿porqué es un «descaro» tan grande utilizar un email de la Uned cuando Jesús Martín usa toda la maquinaria de guerra de un Ayuntamiento?
    Basta ese pequeńo detalle para darse cuenta que el resto del texto es un hatajo de tergiversaciones a modo de defensa que encima nadie le ha pedido.
    ¿No es tan sólido tu argumentario, Martín? Entonces, ¿a cuento de qué viene esto?
    Que pasa, ¿que ya ha agotado todas las instancias el arqueòlogo este?
    ¡Pues si tanta razón tienes, no le tengas miedo!
    Pero me da a mí que el agraviado debe serlo de verdad cuando quiere llegar tan lejos. Es solo una impresión.
    Pero lo que no es una impresión es que a Jesús no lo quieren en su agrupación local; ¿y esto, a qué se debe?

  2. Jesús, ¿cómo dices?. ¿Que ves mal que el arqueólogo use su correo electrónico pero te parece normal que tu novio o tu llaméis con el teléfono del ayuntamiento hasta 50 veces en un mes?. Pero qué morro.
    Y lo que es evidente es que el correo electrónico ese lo has difundido tú.

  3. ¿A este alcalde le parece mal que un padre abogado ayude a su hijo en reclamar igualdad en el empleo público? . Pero si es el alcalde el que no paga un duro de su bolsillo en abogados, ¿cómo crítica eso en los demás? . Vaya listo.

  4. Los políticos sois la pera. O sea, intentas desacreditar una crítica a tu persona por el hecho de que se hace en diciembre de 2014 y hay elecciones en mayo de 2015. Y si la crítica se hubiera hecho un año antes, tampoco valdría porque también había elecciones al año siguiente. Sí, es un argumento muy convincente. ¿Cuántos meses debemos pasar los ciudadanos sin criticaros antes de unas elecciones?. Ja, ja…si engañas a los de tu pueblo es que son tontos.

  5. Ay Jesús, Jesús Martín,todos sabemos que ya hueles, que el nepotismo y enchufismo y la megalomanía son tus prácticas habituales y has encontrado una mosca cojonera…pues ojalá salgan más moscas cojoneras acojonando al poder, que ya está bien.

    • Claro, a lo mejor es lo que le pasa a todos los que se sienten injustamente juzgados. Más rápido eres tú en administrar sentencias.

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