Hace unos meses, el concejal socialista en el Ayuntamiento de Ciudad Real Alberto Lillo manifestaba las dudas que le generaba el contrato de eficiencia energética del alumbrado público el Ayuntamiento ha firmado para los próximos 25 años. “Una nueva privatización, la de la electricidad –decía-, que vamos a pagar los ciudadanos de Ciudad Real, los de ahora y los de las generaciones futuras. Una privatización que lejos de iluminar, produce un nuevo apagón al futuro de la ciudad”.
Así se manifestaba el edil, que al tiempo se preguntaba quién pagará, qué pasará si la empresa no funciona. Hoy, indica que empiezan a tomar cuerpo sus temores, «puesto que la empresa, que tendría que tener terminada su implantación en la ciudad, que tenía que haber invertido teóricamente 6 millones de euros, se encuentra en una fase de cambio muy de inicio, no llega a un porcentaje de implantación que pueda determinar los beneficios para la ciudad en cuanto a ser una ciudad eficiente energéticamente».
Lillo ha dado a conocer que preguntado el concejal de urbanismo, responsable del procedimiento de privatización del alumbrado público, por las razones del retraso, contesta “que es un problema de la empresa contratada, que si tarda más en cambiar el alumbrado de la ciudad, peor para ella que le saldrá la electricidad más cara”.
En opinión del concejal de la oposición, «ese comentario denota la poca sensibilidad ambiental que tiene el concejal y por ende el equipo de gobierno del PP, ya que cuando se opta por un proceso de mejora y de eficiencia energética, lo que realmente tiene que importar es el sentido ecológico y medioambiental de la medida, no si se va a ganar más o menos dinero, ha de importar la huella de carbono, la aportación como ciudad a la reducción del 20% del CO2 que deberá ser emitido en el año 2020, la salud del Planeta, en definitiva, han de preocupar los vecinos y la ciudad”.
Además, se mostraba preocupado por el hecho de que la semana pasada, en menos de tres días, la ciudad sufriera un grave apagón de intensidad muy importante en el que un tercio de la ciudad se quedó a oscuras: casas, negocios, semáforos, etc., durante más de tres horas “sin que nadie haya dado hasta hoy una explicación de qué ocurrió y cuál fue la causa del citado corte de luz”. Se refirió también a la noche de la Pandorga, cuando en pleno baile de la Plaza Mayor, dos días después de la incidencia comentada anteriormente, se fue la luz, “el escenario enmudeció, hubo que utilizar música pregrabada y se acabó lo que se daba”.
El mantenimiento de la luz y los casos de urgencia antes eran solucionados con rapidez y eficacia por el personal del servicio eléctrico del Ayuntamiento. Ahora, denuncia Alberto Lillo, «con una en teoría gran empresa, las incidencias se prolongan en demasía en el tiempo y eso me preocupa aun mas; somos todos los ciudadrealeños los que pagamos esos servicios”.
El concejal del PSOE, ha cerrado su intervención lanzando una pregunta al concejal del PP responsable del asunto: “Sr. Martín, ¿no habrá comprado un utilitario a precio de oro?”.
Pues si Sr Lillo. Ansiosos estamos de leer su programa electoral para las próximas elecciones locales. Sobre todo después de que su compañero Ximo nos haya llamado fascistas a los que creemos en Podemos.
A ver qué nos propone. Lo mismo hasta les voto…