Misterios sin resolver: Los Rolls Royce de John Lennon

A41En realidad se trataría de dos Rolls Royce Phantom V que compró Lennon en cuanto llegó a la cresta de la ola. Uno de ellos, matrícula FJB 111C, que acabó pintado de colorines tiene una larga leyenda con versiones para todos los gustos, casi como un expediente X de la automoción de las “rock-stars”.

Vive rápido, muere joven y tendrás un cadáver bien parecido
Ese viejo axioma del “rock’n roll” se llevó a muchos de los artistas más interesantes de los sesenta, algunos de ellos a bordo de sus recién adquiridos coches, en realidad “cochazos”, con los que demostrar al mundo entero que se había llegado a la cima y se era, más que rico, riquísimo. 01_Ferrari_330GTS John Lennon (1940-1980) pasó de ser un joven modesto con inquietudes artísticas a una estrella universal en poco menos de tres años; su cuenta corriente se expandió como una súpernova y sus extravagantes caprichos empezaron a ver la luz poco a poco. El primer paso era sacarse el carnet de conducir que, ahora en 1965, podía permitirse largamente y, enseguida, comprarse un coche… pero no cualquier coche. El manager del excéntrico “beatle”, Brian Epstein, citó públicamente a todos los concesionarios de automóviles para comprar el que sería su primer coche y tras hacerlos esperar durante horas a la puerta de su flamante mansión de Kenwood (estilo Tudor, of course) se decidió por un precioso Ferrari 330 GTS de color azul que le fue entregado el 15 de Febrero de 1965, el mismo día que se grabó la toma final de “Ticket To Ride (“Help”, 1965). Lennon era mal conductor (exigía cambio automático en sus coches) y se hacía llevar y traer por una pareja de chóferes, Bill Corbett (el más habitual) y Les Anthony, lo que no fue óbice para seguir comprando caprichos con cuatro ruedas. 02_Rolls AlmeríaAlgunos meses después, Lennon adquirió un Morris con el que tuvo un sonoro accidente y que le hizo instalar los restos del vehículo (siniestro total) en los jardines de su propiedad a modo de monumento para tener presente “lo efímero de la vida humana”

03_austin“Drive my car”
Tal vez como preámbulo de la conocida canción que abre el “Rubber Soul” (1965) y ya que su vida estaba encaminada a ser una “rock-star” como sugería la canción, el 3 de Junio de 1965 Lennon recibió las llaves de su tercer coche, un exquisito Rolls Royce Phantom V, 05_tartanade color negro mate (algunos dicen que blanco) que estaba dotado de nevera, equipo estéreo (tocadiscos “flotante” para evitar los saltos de aguja), televisor Sony (lo más de la época) y línea propia de teléfono (aún quedan décadas para la invención del móvil); además, la bancada posterior de asientos se convertía en cama para mayor solaz y regodeo de un personaje que, para aquella época, disfrutaba en el Olimpo del Rock y que había “degustado”, vía Bob Dylan, las más sofisticadas y exquisitas sustancias prohibidas. Los Beatles estaban en lo más alto de su creatividad y a los excitantes temas de “Revolver” (1966) siguió el cenit de la década con los días previos al verano del amor, la psicodelia y el LSD en dosis de hipermercado.04_rolls_zíngaro Así, cuando los “Fab’s Four” están pergeñando su “pelotazo” más sonoro y todos están en plan meditación hindú, Ringo y John acuden a una feria ambulante y literalmente “flipan” con las carretas de gitanos/zíngaros lo que hace que John encargue una de ellas al fabricante de carruajes (¿carrocero?) J.P. Fallon de Chertsey, Surrey, para regalársela a su hijo Julian en su cuarto cumpleaños. Más o menos por esas fechas (Abril 1967) John decide “repintar” su Rolls Phantom V y como está enredado en el asunto gitano-Sgt.Pepper’s-flipe diario, se le ocurre, siguiendo las instrucciones de un “artista” moderno Marijke Koger -parte del colectivo de artistas conocidos como “El Loco”- decorar el coche con los motivos de las carretas gitanas y, puesto que el Pisuerga pasa por Valladolid la carreta del “nene” se redecora como tal y todo a mayor gloria del Sargento Pimienta. L10_factura pinturaa faena de todo, Rolls y carreta se encarga a Steve Weaver, artista local que aplica tres bases de color amarillo antes de meterse con el resto de adornos y floripondios que acaban siendo descritos como “psicodélicos” (¿?) por la prensa de la época. El coche se entrega flamantemente decorado el 25 de Mayo de 1967 (factura de dos mil libras del día 24), el disco sale a la venta el 1 de Junio (justo una semana más tarde) en loor de multitudes y a Lennon le entregan la carreta gitana el 24 de Julio, todo ello con el “Verano del Amor” como telón de fondo. Y ahora que alguien nos hable de que ha descubierto el potencial de los “mass-media”.

11_el otro rolls “Sic transit gloria mundi”
Así pasa la gloria del mundo (más o menos) y Lennon y los Beatles no serán una excepción: tras múltiples avatares John & Yoko, que se han trasladado a New York (1977) acaban contrayendo deudas con el fisco ($ 250.000) que saldan con la entrega al Museo Cooper-Hewitt del Rolls Royce Zíngaro-Psicodélico, que una docena de años más tarde acaba siendo subastado por 2.299.000 $ (record para la época) a un particular que acabó donándolo al Royal British Columbia Museum (Canadá) donde reside en la actualidad, exponiéndose de cuando en cuando. 12_el otro con kleinLa carreta causa-consecuencia de los delirios zíngaros de Lennon siguió en el jardín de la casa hasta que esta pasó a manos de Ringo (primeros setenta) que en 1982 la restauró, para entregarla con el resto de la casa un año más tarde. Treinta después, en mayo de 2013, aparece en Ascot en la propiedad de Alan Carr, un abogado filántropo que declaró su intención de restaurarla para que sirva de objeto de beneficio para las fundaciones del citado mecenas. El Ferrari azul del que Lennon se deshizo en 1966 con 4.000 kms. en el marcador iba a ser subastado en Julio de 2013 por 260.000 €, pero su dueño se arrepintió y mantuvo tan mítica propiedad que, todavía hoy, pasa fácil de los 240 kms/h. 14_Rolls & YokoPero ¿qué pasó con el otro Rolls Royce? A decir verdad tiene menos leyenda que su compadre: con matrícula EUC-100C, el otro Phantom V apareció en las sesiones de fotos del álbum blanco (“The Beatles, 1968) y en alguna otra con John & Yoko, acabando en manos de Allen Klein (uno de los ingenieros del Abbey Road) y, después nunca más se supo hasta cierta subasta en algún condado inglés donde un tipo dio con él colgando la foto en la Red y “c’est fini”. Tristes finales para dos de las 516 joyas sobre ruedas que Rolls Royce lanzó entre 1959 y 1968 con la denominación Phantom-V y que poseyeron personalidades como la Reina Isabel II de Inglaterra, el Sha de Persia, el Rey Olaf V de Noruega y el Presidente de Yugoslavia, Josif Broz “Tito”.

Juanma Núñez
A41- Todo Motor

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