El Museo Comarcal de Manzanares “se pone de largo” con la exposición de Antonio Iniesta

La sala de exposiciones temporales del Museo Comarcal del Queso Manchego y Colección de Arte de Manzanares exhibe del 5 de septiembre al 5 de octubre la muestra “Antonio Iniesta, pintor y poeta”, con el que el Área de Cultura del Ayuntamiento rinde homenaje al genial artista quince años después de su muerte. Más de medio centenar de obras, enseres y utensilios de Iniesta protagonizan esta exposición con la que el museo manzanareño “se pone de largo”.manzanares-expo

En opinión del concejal de Cultura, Manuel Martín-Gaitero, esta exposición homenaje constituye la verdadera puesta de largo del museo comarcal y de su sala temporal, por el que ya han pasado más de 7.000 personas desde su apertura el pasado 21 de marzo. Después de cuatro exposiciones fotográficas, la sala ubicada en su planta baja muestra durante un mes una perspectiva del legado pictórico de Antonio Iniesta Jiménez, el pintor de mayor renombre que ha dado Manzanares y que, como afirmó el alcalde de la ciudad en la inauguración de la exposición el pasado viernes, “es el pintor de referencia” de esta ciudad.

Antonio López de la Manzanara dijo que muchos hogares de Manzanares disfrutan del legado de Antonio Iniesta, un artista muy prolífico, además de poeta, “que aportó mucho a la cultura de Manzanares”. El alcalde agradeció la colaboración de los particulares que han cedido durante este mes obras originales del autor para que el resto podamos disfrutar de ellas y resaltó el trabajo del personal del museo y del sobrino nieto del pintor, Juan Miguel Contreras, escritor que firma la “espectacular” biografía que aparece en el catálogo de la muestra “que hace que estemos aún más orgullosos de este manzanareño, un hombre de familia humilde que consiguió grandes cosas a base de trabajo y esfuerzo”.

El titular de Cultura, por su parte, indicó que esta exposición “nos ayuda a meternos en el mundo de Iniesta”, y auguró que “será un hito” en unas fechas muy adecuadas, ya que al igual que el recordado pintor volvía a su ciudad frecuentemente, muchos manzanareños lo hacen en las fiestas de Jesús del Perdón. “Llevaba a Manzanares en su esencia”, añadió Manuel Martín-Gaitero.

Esta exposición surgió a propuesta de los artistas locales “por la huella que dejó Antonio Iniesta y para que siga presente entre nosotros”, explicó la responsable del Museo Comarcal, Milagros García, que no ocultó la dificultad de seleccionar obras y enseres para una muestra que refleja “el profundo amor de Iniesta por su pueblo”. Tal fue el trabajo del artista, que no se sabe cuántos cuadros pintó, por lo que García sugirió que este homenaje sea un buen momento para tratar de estudiar y recopilar digitalmente su obra.

El patio de columnas de la parte noble de la antigua casa de Malpica abre la exposición con dibujos academicistas de su etapa en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, donde fue profesor, y con recortes de prensa y utensilios del artista. Ya en la sala temporal se muestra obra pictórica dividida en cuatro bloques: retratos, arquitectura popular, naturalezas muertas y paisajes. No se olvida la faceta literaria de Iniesta, con sonetos mezclados entre sus bocetos, óleos y dibujos realizados desde finales de los años 30 hasta los 90 del pasado siglo. Entre los cuadros expuestos aparece una reproducción de una de sus obras más singulares, “La fragua de Madaleno”.

El escritor Juan Miguel Contreras agradeció en nombre de la familia esta exposición de homenaje a su tío abuelo. Con su aportación biográfica al catálogo cuenta “lo justo para empezar a comprenderlo de verdad”. Afirmó que el legado de Antonio Iniesta, un hombre que supeditó su pintura a su vida y “eligió la vida antes que la obra”, es tan vasto como inexplicable. Con una manera definitiva de pintar el paisaje manchego, Iniesta “nunca dejó de ser un niño pobre” que democratizó su arte, “se quedó con la esencia, no con el atributo”. Según Contreras, “su nombre prestigia a Manzanares”, además de ser determinante para la historia artística de esta ciudad y marcar el camino para la mejor generación de pintores manzanareños.

El acto inaugural se cerró con la proyección de un curioso vídeo de finales de los años 50 en los que, además de reflejar el Manzanares de entonces, se ve a Antonio Iniesta con diferentes amigos -entre ellos “Luisillo”- pintando en parajes como Siles y las Lagunas de Ruidera.

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