Miguel Ángel Mora Cuesta.- A pocas horas de la celebración del debate entre los precandidatos a la Alcaldía de Ciudad Real en la Residencia Sto. Tomás de Villanueva, sin saber si durante el acto con prensa abierto al público puede variar mi opinión sobre la mejor opción para que el Partido Socialista desarrolle los cambios necesarios ganando las elecciones de mayo, reflexiono.
La vida es un continuo ir y vivir de experiencias que obligan a sentarse, en mi caso con un buen café y, por qué no decirlo conociendo lo perjudicial que es, un cigarrillo.
Reflexiono sobre los últimos meses y las quinielas que desde dentro y desde fuera de mi partido se han sucedido. Se ha hablado, se ha dicho de todo y, cuando digo de todo, quiero decir de todo. En ese TODO los militantes y afiliados hemos opinado, yo por lo menos así lo he hecho con libertad con todos, de todo y de todos sin que haya aparecido dificultad de relación alguno. El motivo es claro: Todos buscamos un cambio para Ciudad Real que pasa por obtener mayoría en su ayuntamiento y que los vecinos podamos, enamorados como estamos, ayudar a mejorarla diciendo lo que pensamos y como pensamos que se deben hacer las cosas.
En el debate del jueves cada candidato expresará, a su manera, lo que quiere hacer si llega a ocupar el sillón de la Alcaldía incidiendo en números, en aspectos técnicos o ideológicos según su formación o experiencia. Lo hará en un momento en que las malas prácticas, en muchos casos, delictivas, los errores de unos y otros, los recortes de todos,… sitúan a alguien que se defina como político rodeado de malas caras y de comentarios hirientes de quien los desconoce.
Por eso, solo por eso, tengo que decir a los tres precandidatos GRACIAS POR HABER DADO UN PASO ADELANTE. Por eso y por aprovechar la ocasión para demostrar que los que hacemos política desde el Partido Socialista somos gente honrada, que queremos mejorar el mundo dentro de la parcela en que nos movemos, que sabemos reconocer fallos y controversias pasadas y corregir aquello en que nos equivocamos en el pasado.
Quienes hoy están administrando los intereses de la ciudad, dado que la democracia para ellos es como un pin de quita y pon, insisten en que estos debates entre militantes son fruto de división, descoordinación y lucha interna por el poder. Nada más lejos de la realidad. Esto es normal en un mundo civilizado convencido de que los liderazgos nacen, se sostienen y se hacen fuertes cuando han nacido del diálogo y del debate de ideas que han de llevar a la práctica. Los que critican este modelo de trabajo socialista aún se encuentran pendientes del dedo del jefe de turno o de otras circunstancias para conocer quien quiere que les represente en Ciudad Real.
Precisamente por esa forma de trabajo y de concebir las relaciones es por lo que llego a la conclusión de que cualquier diferencia de planteamientos entre Agustín, Mateo o Pilar desaparecerá el domingo a las ocho de la tarde cuando cerremos las urnas. En nuestro partido usamos urnas en lugar de dedos. Desaparecerán cuando se realice el recuento y tengamos Candidatura Firme a la Alcaldía de Ciudad Real.
Y convénzanse todos de que TODOS los militantes, TODO el Partido Socialista se volcará en ayudar a esta persona a ocupar ese puesto y a gobernar después.
El 1 de diciembre seguiremos siendo una piña defendiendo los intereses de los vecinos de Ciudad Real porque como vecinos son los nuestros.
