Hepatitis C: La patente no pertinente

Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad de Ciudad Real.-  En estos últimos días hemos cuestionado la falta de reactividad del gobierno ante el desorbitado precio del tto que hoy por hoy, se presenta como más eficaz para la hepatitis C y que imponía la farmacéutica Gilead.

opinionCuestionamos su falta de negociación para compra conjunta, el que no apoyaran el establecimiento de un precio máximo, o que no se acogieran firme y decididamente al acuerdo de Doha.

Y anotábamos una ultima opción, asumida por India y con el apoyo de algunas organizaciones, por la que se recurría la inscripción de la patente de sofosbuvir, dado que esta molécula fue patentada previamente como un medicamento contra el cáncer, y se podría demostrar la ausencia de una innovación que justificara la patente actual.

Ante la aparente buena voluntad de Gilead que firmó acuerdos de licencia voluntarios con 8 laboratorios hindúes,(evidentemente cargados de restricciones que permitieran que ellos se siguieran llevando la mayor parte del pastel), el Controlador de Patentes de la India ha rechazado hoy una de las solicitudes clave de patente realizada por Gilead para el Sofosbuvir.

El sofosbuvir podrá ser fabricado por cualquier laboratorio de la india libre de cargas de propiedad intelectual a un precio entre los 100 y 200 euros para un tratamiento de 12 semanas.

Es decir, otras empresas que no habían firmado la licencia voluntaria ofrecida por Gilead, podrán producir libremente el medicamento .

Esto generará una competencia abierta y por tanto, una drástica y rápida bajada de precios.

Conseguir Sofosbubir fuera del monopolio de la farmacéutica norteamericana, será crucial para ampliar el tratamiento a todas las personas que lo necesiten en el mundo entero.

Medicos Sin Fronteras, las organiaciones Initiative for medicines, Acces &knowledge (I-MAK) , la Delhi Network of positive People (DNP+) y el equipo del Dr Andrew Hill, (investigador de la universidad de Liverpool cuyo estudio permitió establecer el coste de producción del tratamiento), han contribuido a este logro.

El negocio de Gilead con la comercialización de este medicamento, podría haber sido espectacular en términos económicos para ellos y desastroso en términos de salud para los pacientes.

Ante el dubitativo y débil regateo político del nuestro y otros estados europeos, solo podemos plantearnos la defensa activa y social de nuestros derechos y la reivindicación del acceso a este y cualquier otro tratamiento necesario de forma universal, el rechazo a la primacía del interés económico de las empresas y la lucha por la creación de políticas del medicamento racionales y justas.

Relacionados

ESCRIBE UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí


spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img