Seat 600: ¡O tempora o mores!

A41Unido inevitablemente a aquella España de Landa y Torremolinos, del Dúo Dinámico y la bomba de Palomares, de “El Cordobés” y el No-Do, el inefable Seat 600 es un icono de aquella época que muchos llamaron “década prodigiosa”, pero que, a muchos otros no nos lo pareció. Arrancamos.

Salón de Ginebra 1955: presentación
El 9 de Marzo de 1955 en la edición anual del Salón del Automóvil de Ginebra, la italiana Fiat presentaba el que iba a ser uno de sus hitos productivos y, en ese momento, su nuevo vehículo, el primero también de la marca con motor trasero, debido al ingenio de Dante Giacosa que había creador también el Fiat 500 y fue responsable, asimismo de los 1.800, 850, y 127 que, como el 600, fueron transplantados tal cual a la producción española en la fábrica de la Zona Franca de Barcelona; de allí salió el primer “seiscientos” un 27 de Junio de 1957 que, pasados los años, fue dado de baja en Valencia, hacia 1985. jm_seat-04El “seiscientos”, “pelotilla”, “seílla” o “seíta” como se le conocía cariñosamente fue fabricado hasta el 3 de Agosto de 1973 en una cantidad aproximada a los 800.000 ejemplares de las cuatro generaciones y seis versiones que del mismo se realizaron, algunas de ellas, como el Seat 800 (versión de cuatro puertas) fueron exclusivas de la fabricación española debido, en este caso, a la empresa carrocera catalana Costa, modelo que intentó luchar sin demasiado éxito contra los pujantes Renault-5 emergentes ya en aquella época.jm_seat-03 La primera versión del Seat-600 estaba dotada de un motor de gasolina de cuatro cilindros y 633 cc. que rendían unos 22 CV a 4.600 rpm; cuatro plazas, cuatro velocidad de avance con la 2ª, 3ª y 4ª sincronizadas, frenos de tambor a las cuatro ruedas con una autonomía de 4oo kms. y un consumo cercano a los 7 ltr/100 kms. y que alcanzaba la velocidad punta de 95 kms/h, antes de 1961 y 101 kms/h., de ahí a 1963, año en que fue relevado por el 600-D que habría de recorrer hasta fin de la década y dar a su vez el relevo al E con el que convivió un par de años. Estas dos primeras versiones tenían las características puertas de apertura “suicida”, es decir, la bisagra estaba en la parte trasera y no en la delantera, con lo que la fuerza del aire podría abrir la puerta y succionar del auto a su ocupante; otra versión de este tipo de puerta y su nombrecito, es que fue la predilecta de los coches de los años veinte y treinta en EE.UU. y por lo tanto usados por los “gangsters”. Para otro tipo de nombre, asociado con el uso femenino de aquellas portezuelas, nos ahorramos los comentarios.


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El mito

«El día que los españoles se subieron al 600 empezaron a alejarse de su pasado e iniciaron una excursión de fin de semana de la que aún no han vuelto». La frase corresponde al siempre recordado Manuel Vázquez Montalbán e ilustra hasta qué punto el utilitario de Seat dio alas a la clase media española que acababa de salir de la más triste de las pobrezas, aunque chistes negros aparte y parafraseando a otro genio, Groucho Marx, “dirigirse a la más absoluta de las miserias”. El caso es que con un precio cercano a las 60.000 ptas de entonces (unos 360 €) y unas posibilidades de pagos aplazados que podían asumirse por el “españolito de a pie”, nadie se privó de poder montar a niños, suegra, botijo y maleta y dirigirse a “Eldorado” del turismo patrio dirección Este, Benidorm o Sur, Torremolinos, si bien esta última ruta añadía un formidable contratiempo que era atravesar el colosal paso de Despeñaperros, donde los 600 evidenciaban su mayor defecto: el sobrecalentamiento. Aún así, el vehículo, que fue adoptado de uso común y único por las Autoescuelas de todo el país, hasta entrados los setenta, rodó tanto y a tantos que se puede decir que todos, de una manera u otra, acabamos conduciendo uno, en alguna ocasión. Por si esto no fuera suficiente, lo elemental de su mecánica y su practicidad en las ciudades cada vez más sobrepobladas de automóviles, dio al coche una segunda y tercera juventudes, bien como vehículo para el joven de la casa o para la esposa emancipada de aquellos años en blanco y negro.jm_seat-01

Objeto de culto
En la página web de Seat, figuraba (o figura, no sé) un epígrafe sobre los famosos que tuvieron un 600 y que, como es lógico deducir, fueron prácticamente de todas las áreas sociales: Ángel Nieto, Lina Morgan, “El Cordobés”, Antonio Mingote, “Pirri”, Purificación García, Sánchez-Dragó… todos ellos y muchos más disfrutaron de aquellas versiones “descapotables” (a base de techo de lona corredizo), el citado 800 o el tipo Mehari que hacía las delicias de los “niños bien” en las playas sesenteras. No hay que olvidar, tampoco, el humor patrio de la década, en manos de Moncho Alpuente, entonces en el grupo “Las Madres del Cordero” que editaron aquel inolvidable “Adelante hombre del 600, la carretera nacional es tuya” cuyo enlace incluimos más abajo.jm_seat-05

Hoy, con característica bien ganada de “clásico”, todavía ruedan muchos “seiscientos” primorosamente conservados por sus propietarios o los herederos de estos que tienen a gala la posesión de este auto como parte del patrimonio cultural de una familia, o una época, como quieras tomarlo. Prueba de ello son los más de sesenta clubes de España y dos en Portugal que sostienen, además, interesantes webs y foros, así como concentraciones periódicas, donde exhiben su pasión por el modelo, así como intercambian habilidades, piezas y anécdotas. Fuengirola concitó a doscientos “seiscientos” el día que le dedicó un monumento al sufrido vehículo, al que vinculó, no sin razón, con la prosperidad turística de la bella ciudad malagueña.

Juanma Núñez
A41- Todo Motor

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