Lo siento por dulcinea

Miguel Ángel Mora Cuesta.– “… para dejar constancia, permanencia y recuerdo para siempre en la ciudad de esta efeméride Centenario de la segunda parte de El Quijote), el Ayuntamiento va a erigir una escultura al único personaje de El Quijote que falta en Ciudad Real, Dulcinea del Toboso,…” (Rosa Romero, FITUR 2015).

opinionNueva promesa de DULCINEA. Ahora del Toboso. Digo nueva para distinguirla de la Prometida Dulcinea representante de la mujer ciudadrealeña que debía acompañar a la figura del Pandorgo en la, en su día, más que controvertida y discutida reforma de los Jardines de El Prado. De esta no hemos sabido hasta la fecha y tengo entendido que la obra se recepcionó hace tiempo.

Desconozco, perdonen mi torpeza o mala memoria, los recuerdos al Bachiller Sansón Carrasco, al Ama o la Sobrina de Alonso Quijano, Cardenio y su amada Lucinda, etc… existentes en la geografía de la localidad. No por muchas estatuas en las rotondas o calles con sus nombres vamos a recuperar el carácter manchego que perdimos hace años a golpe de piqueta.

Que me perdone mi alcaldesa si no la termino de entender cuando habla de dejar recuerdo de la efeméride de la publicación de la segunda parte de El Quijote mientras mantiene cerrado durante años, tras su ampliación, un museo con el mismo nombre tras reinaugurarlo recientemente, fotografías incluidas, con su amiguita Dolores de Cospedal.

Lamento insistir, soy muy torpe y ella lo sabe, no comprendo muchas cosas de Rosa Romero. La última, rechazar la creación de una figura municipal de protección para el Parque de Gasset en el centenario de su creación a cuya vera nació el mencionado museo.

Al final se trata de apuntarnos tantos de cara al público. Ahora toca El Quijote y prometemos Dulcinea. Como el “Parque está bien como está”, y cualquier figura de protección puede plantear problemas a la hora de realizar en él las obras que se pongan de moda, nadie se va a mover; máxime si la idea viene de la oposición radical e interesada en constante campaña. En otro momento tocaba un estudio para instalar un tranvía o llenar la ciudad de carriles bici para al final no tener tranvía y sí unos pocos kilómetros de carril – bici mal diseñados y poco funcionales.

La cuestión no es que no nos entendamos mi alcaldesa y yo. Es que no me fío de ella tras tantas promesas incumplidas, tantos desplantes y tanto vivir al margen de los vecinos de su ciudad. No me fío y entiendo más importante abrir de una vez por todas el Museo del Quijote, dotarlo de vida no para un año, para los restos; usarlo como centro dinamizador de la cultura de nuestra capital aprovechando el próximo Colegio Ferroviario que se está cayendo…

No me olvido del Museo Elisa Cendrero y, en mi desconfianza, creo que debemos estar pendientes, tras tantos años cerrado, de que de lo presupuestado este año no se desvíe un euro a otros fines. (No sé por qué pensaba en sevillanas y en ferias de abril. Debo andar algo disperso)

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1 COMENTARIO

  1. Por error, junto con el artículo, he enviado para su publicación una revista que hace 10 años publicaba el Ayuntamiento de Ciudad Real con Francisco Gil como Alcalde. Si, ese del Almacén de Residuos Nucleares.
    Resulta interesante comprobar en la entrevista que le realizan «con suma maldad» como el discurso es básicamente similar al Rosa Romero hoy.
    Si pueden lean lo que dice del Aeropuerto y del Reino de Don Quijote.
    Sus palabras acreditan que no solo Barreda estaba loco.

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