En recuerdo de la cacerolada reivindicativa durante el pleno del 31 de enero de 2012 en la Plaza de las Palomas de Manzanares

Jesús Gracia, miembro de Ganemos Manzanares.- El 31 de enero de 2012, hace tres años, a muchos se les cayó la careta. Una fría noche de enero decidimos que lo público era nuestro, de todas y de todos, decidimos que lo público no se vende, que el pueblo debe de ser escuchado.
opinion
Decidimos sacar cacerolas y bocinas e irnos a la plaza del pueblo a manifestar nuestra disconformidad con las políticas conservadoras y privatizadoras, apenas llevaban 1 año en el gobierno y ya supimos que este gobierno no había ganado las elecciones para gobernar lo público sino para venderlo. Sólo tenían oídos para la calle Génova y para el cigarral de la Cospedal.

Nos multaron por aquello, por decir lo que pensábamos, trabajadores del hospital, trabajadores del ayuntamiento, empresarios, jubilados, estudiantes, comerciantes, parados, todos nos vimos atropellados a la salida del pleno por los desaires chulescos de los concejales que nos hacían fotos amenazantes siempre tras la sombra protectora de los cuerpos de seguridad del estado. De este estado que multa a ciudadanos por decir lo que piensan y defender lo suyo.

Nos dijeron que éramos unos subversivos, que la calle no es nuestra y nos aplicaron las leyes del miedo, leyes que les protegen a ellos, a sus intereses y que intentan hacer callar nuestras sartenes, cacerolas y silbatos. Nuestro corazón no caya porque ya no tiene miedo.

Nos dijeron que si queríamos reivindicar algo creáramos un partido y entráramos en el juego democrático, que les venciéramos en las urnas. Pues bien ese momento ha llegado, no hemos tirado nuestras cacerolas, nuestras pancartas ni nuestras camisetas de colores (yo sigo teniendo a mano la naranja le de los servicios sociales públicos, universales y que den cobertura a todos los necesitados), pero hemos decidido crear un partido que devuelva al pueblo su voz, que ilusione desde el trabajo, desde la honradez y desde la participación del ciudadano en las decisiones que le afecten, no desde la ilusión de ellos, la de los ilusos.

Relacionados

ESCRIBE UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí


spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img