Las fotos de una vida

Fermín Gassol Peco.- El sonido y el fogonazo del flash indicaban que la foto para inmortalizar ese momento estaba hecha. Era como la luz y sonido que acompañaban a esas fotografías que se hacían nuestros antepasados hace apenas un siglo.
fermingassol
Una foto era en aquella época algo excepcional, reservada para ocasiones especiales o extraordinarias, una manera de perpetuarse aunque solo fuera sobre papel.Fotografías con carácter de testimonio para el futuro; por eso y como momento importante, el que posaba solía ataviarse con sus ropajes más preciados.

Todos podemos saber hoy cómo eran nuestros bisabuelos o tatarabuelos por esas fotografías más o menos ennegrecidas que colgaban y quizá presiden todavía las paredes de nuestros salones.

Con el paso del tiempo estas máquinas se hicieron más pequeñas y portátiles, la gente comenzó a viajar con mayor asiduidad y las cámaras fotográficas fueron popularizándose pasando a ser compañeras inseparables a la hora de dejar constancia de las andanzas o celebraciones. Gracias a ellas los recuerdos de acontecimientos y viajes podían ser revividos pasado un tiempo.

No obstante y a pesar de su mayor utilización, cada fotografía seguía siendo algo con entidad propia. La dependencia de los carretes y el precio que tenían, hacía que antes de hacer una foto se mirase bien la obra. Después, el tiempo que transcurría hasta tenerlas reveladas, unidas a la posibilidad de salir movidas o con mayor o menor calidad, convertían el momento de ir a recogerlas en algo parecido a la expectación que se disfruta ante el alumbramiento de una nueva criatura.

Hoy con las cámaras digitales o teléfonos móviles hacemos las fotografías como rosquillos. Liberados de la dependencia de los carretes y la espera, con unas tarjetas de memoria que pueden almacenar miles de ellas, la fotografía se ha convertido en algo mucho más fácil de hacer y sobre todo en algo muy rápido de obtener o borrar, lo que quizá la convierte en algo menos valorado y a veces menos preciado.

¿Para qué tanta disquisición sobre la técnica fotográfica? Quizá el desarrollo de la técnica fotográfica sea un ejemplo magnífico para explicar la evolución de nuestra sociedad en una doble coordenada, la del progreso y la de la superficialidad. El primero nos ha dado la posibilidad y la gran ventaja de la calidad y de la rapidez; de este progreso se valen quienes lo saben utilizar y apreciar. Sin embargo también tiene el inconveniente de que si no lo estimamos en lo que vale podemos acabar haciendo de él una irresponsable vulgaridad.

Todas las cosas tienen su entidad e importancia en sí mismas independientemente de la facilidad con que se consigan. Esta facilidad y rapidez en lograrlas debería hacer que quienes las utilizamos tuviéramos la suficiente preparación, conocimiento y formación para saber interpretarlas; de lo contrario estaríamos menospreciando muchos de los momentos de nuestra vida, pasando por ella sin saborear el gran valor que tiene cada una de las fotografías que contienen las páginas de ese precioso álbum que es nuestra existencia.

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3 COMENTARIOS

    • Roland Barthes habla de la dimensión tanatologica de la fotografía. No solo por la práctica social , ya perdida, de retratar al muerto para conservar y perpetuar su imagen y mantener vivo su recuerdo. Sino por el carácter de vida paralizada de toda foto, que congela el tiempo.

      • Federico, un fotógrafo del alma de rima y de la muerte.

        «Tres golpes de sangre tuvo
        y se murió de perfil.
        Viva moneda que nunca
        se volverá a repetir.
        Un ángel marchoso pone
        su cabeza en un cojín.
        Otros de rubor cansado
        encendieron un candil.
        Y cuando los cuatro primos
        llegan a Benamejí,
        voces de muerte cesaron
        cerca del Guadalquivir».

        (Muerte de Antoñito el Camborio) F.G.Lorca.

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