Castilla-La Mancha, una región a la cabeza del empobrecimiento y con una clase trabajadora cada vez más pobre

Lola Santillana. Secretaria de Empleo de CCOO CLM.- Castilla-La Mancha es la región que más se empobrece de España, es en la que más ha crecido la población pobre y, por tanto, el riesgo de exclusión social. No sólo porque las personas han agotado su protección, sino también porque la contratación y el trabajo que ofrecen las empresas es precario, en bajas condiciones laborales y fundamentalmente con contratos a tiempo parcial.
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De esta manera empecé a escribir este artículo de opinión. Hoy conocemos algún dato más porque ha salido la EPA del primer trimestre de este año, -y si bien es cierto que cada uno puede resaltar lo que considere oportuno-, nos muestra que hoy estamos peor que ayer. No puedo por menos que asombrarme y quedarme sin palabras cuando leo que “la Junta dice que los datos son espectacularmente buenos”. La realidad es que los datos, esos que quieren ver cómo tan buenos, nos indican que en Castilla-La Mancha la tasa de protección ha descendido en 8,6 puntos con respecto al 2011 y que tenemos más de 200.000 personas sin protección. Lo mismo el Gobierno a lo que se refiere es que ya han conseguido su objetivo: destrozar la región y abandonar en la más absoluta de las miserias a su ciudadanía.

Comisiones Obreras de Castilla-La Mancha ha elaborado un informe sobre la pobreza “Una región más pobre, trabajadores más pobres y desprotegidos” en el que analizamos todas las variables e indicadores para conocer cuál es la situación real en la región. Es descorazonador comprobar como todos los indicadores analizados muestran una realidad dramática de las personas, y que nada tiene que ver con la que el Gobierno de Castilla-La Mancha en los últimos tiempos está tratando de vender a la ciudadanía. Los datos desmontan descaradamente su discurso de mejora, crecimiento y recuperación económica.

Castilla-La Mancha está a la cabeza del empobrecimiento. Tenemos una tasa de pobreza insoportable y por encima de la media nacional. El 40% de la población en Castilla-La Mancha está en el umbral de la pobreza. Todos los indicadores apuntan a una región absolutamente arruinada y en la que las personas tienen muy complicado el día a día y el poder llegar a final de mes. Por tanto, es injusto e insultante que se hable de recuperación cuando en la región hay hogares que no tienen ningún tipo de ingreso.

Se ha acuñado el término de «trabajadores pobres» y lo utilizamos como si esto fuera un hecho que no se puede cambiar. Está integrado en nuestro vocabulario habitual y por ello no se le presta el menor caso. La realidad de Castilla-La Mancha es que tenemos un salario medio menor que la media del resto del país, hay un crecimiento exponencial de los contratos a tiempo parcial, lo cual supone un aumento también exponencial de desprotección, precariedad laboral y dejar a la merced de los lobos a los trabajadores y trabajadoras. Eso sí, la patronal sigue empeñada en que la mejor solución es la bajada de salarios y la de las condiciones laborales. Lo único que está consiguiendo es que la brecha entre los que más tienen y los que menos tienen se haga aún más grande.

Lo más lamentable de todo es que en vez de tomar medidas para paliar las situaciones dramáticas por las que están pasando miles y miles de personas de nuestra región, las dejan a su suerte. Resulta paradójico que, mientras aumentan las personas que no tienen nada, que se han quedado sin hogar, que no tienen ingresos económicos, que tienen contratos parciales que no les dejan llegar a fin de mes ni a pagar las facturas, préstamos y/o hipoteca, el Gobierno lo que haga sea mostrar un absoluto desinterés y mirar hacia otro lado.

Intentan invisibilizar a los colectivos que más necesitan de la atención, será porque empañan la imagen de la región, y el aumento de la pobreza. Es una falta de responsabilidad por parte del Ejecutivo, resulta más que indignante que nuestra gobernanta no vea la cruel realidad en la que ha convertido Castilla-La Mancha y que además no se haga absolutamente nada.

Comisiones Obreras continúa haciendo propuestas en materia de cohesión social en torno a tres ejes. Es imprescindible garantizar una renta mínima para todas las personas que no tienen ningún tipo de ingresos. Es imprescindible garantizar unos ingresos mínimos para los diferentes colectivos. Es de justicia garantizar un trabajo y la inserción laboral, que además de facilitar ingresos económicos garantice protección.

Comisiones Obreras no nos vamos a callar, vamos a seguir denunciando estas situaciones porque nos encontramos en una región en la que la emergencia social es su mayor lacra, pero no la mayor preocupación de su Gobierno.

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