Mientras los almonteños ya de madrugada, saltaban la valla de la basílica de la Virgen del Rocío, para procesionar multitudinariamente a la ‘Blanca Paloma’ por los bordes de las marismas verdosas y negras, que lamen las estribaciones del Coto de Doñana;en los despachos de los Estados Mayores de los Partidos mayoritarios, tanto en Génova como en Ferraz, se levantaba una leve brisa nocturna que apagaba las velas del optimismo precedente y amortiguaba el tintineo de los vasos de agua mineral 3 estrellas.
Una brisa adormecida que, llegando desde el Sur, removía los centones de papeles atascados y acumulados en las mesas, y dejaba descompuestas muchas previsiones electorales y mucha querencia por la demoscopia fallida de la Gran Bretaña.
Una transposición del orden precedente que había resultado rota pese a todo y pese al viento que se extendía de Sur a Norte, tal y como se había venido vaticinando desde el comienzo de la campaña, pero que esos Estados Mayores de los partidos mayoritarios, aún al cierre de los colegios electorales, se resistían a creer. Confiando siempre en un soplo vivificador del Espíritu Santo, que en ese Domingo de Pentecostés electoral, iluminaría a los electores aturdidos, con el soplo ciego de una luz potente, sostenida y misteriosa. Similar a las lenguas de fuego, coronando las cabezas de los apóstoles como atributo del conocimiento próximo.
Pero esa luz azulada y cobalto que exhala el Espíritu Santo en sus comparecencias y manifestaciones, era incapaz de rectificar la perdida ya contabilizada de más de tres millones de votos entre las bolsas previas de los partidos mayoritarios. Más de dos millones cuatrocientos mil votos para el PP, y cerca de setecientos mil para El PSOE, eran el saldo resultante. No había piedad iluminada para los ganadores, que eran propiamente unos perdedores en volumen de apoyos sostenidos, aunque esos perdedores de Pentecostés, fueran luego aclamados por sus huestes atónitas y revivificadas en la misma madrugada almonteña del alboroto ciego. Unos perdedores ciertos por muchas tablas de multiplicar que desplegaran los expertos partidarios en prospecciones y estudios electorales, en la comparecencia de la noche iluminada tanto por el soplo espiritual de Pentecostés, como por el canto de los romeros algo bebidos.
Con el avance del recuento, se dibujaba una nuevo mapa cromático sobre las ciudades y sobre las autonomías en juego; y en donde, la prevalencia del color azul gaviota y del rosa-social, se iba diluyendo en una marejada de otros colores muy diversos y muy extendidos. Como si el influjo del soplo del Espíritu Santo, no sólo apagara velas e iluminara ánimos, sino que deslavara los colores precedentes en una suerte de desteñido confundido de la configuración previa y estática.
Periferia sentimental
José Rivero
Llevo todo el día con el run rún de esta canción. Por qué sera?
Hoy puede ser un gran día, plantéatelo así, aprovecharlo o que pase de largo, depende en parte de ti.
Dale el día libre a la experiencia para comenzar, y recíbelo como si fuera fiesta de guardar.
No consientas que se esfume, asómate y consume la vida a granel.
Hoy puede ser un gran día, duro con él.
Hoy puede ser un gran día donde todo está por descubrir, si lo empleas como el último que te toca vivir.
Saca de paseo a tus instintos y ventílalos al sol y no dosifiques los placeres;si puedes, derróchalos.
Si la rutina te aplasta, dile que ya basta de mediocridad. Hoy puede ser un gran día date una oportunidad.
Hoy puede ser un gran día imposible de recuperar, un ejemplar único,
no lo dejes escapar.
Que todo cuanto te rodea lo han puesto para ti. No lo mires desde la ventana y siéntate al festín.
Pelea por lo que quieres y no desesperes si algo no anda bien.
Hoy puede ser un gran día y mañana también.
Hoy puede ser un gran día duro, duro, duro con él.
Algún asesor de los que ayer levantaban el brazo de los «zombies» con pelo de Nancy debería habérsela puesto delante. Lo mismo nos habíamos ahorrado espectáculos de un mal gusto inusitado.
Joder, Jose, parece una novela