Medios poco creíbles

isidroSanchezLos grandes medios de comunicación españoles son muy poco creíbles, los menos creíbles de Europa. Sólo los de Estados Unidos están por detrás. Así de radicales son las conclusiones de un informe (Reuters Institute Digital News Report 2015) elaborado por la Universidad de Oxford y publicado por el Reuters Institute for the Study of Journalism. La máxima confianza en las noticias, con un 68 por ciento, la tienen los finlandeses y la mínima, a una considerable distancia, italianos (35), españoles (34) y estadounidenses (32).

Es decir, según los resultados, la confianza en las noticias de los medios españoles es la más baja de los ocho países europeos (más tres extra europeos) analizados en el estudio, tanto en las fuentes en general como en las utilizadas habitualmente para informarse. Sólo un 34 por ciento de los ciudadanos españoles cree que se puede confiar en la mayoría de noticias editadas por los medios.Reuters Institute Digital News Report 2015

Y es que en España la impunidad del poder, del verdadero poder, es tan absoluta, según indicaba el periodista y escritor Gregorio Morán (La Vanguardia, 15-3-2014), “que puede decidir qué se publica y cómo, y quién lo escribe y de qué manera”. La marca España del periodismo, afirmaba también, está basada en hallar los resquicios graciosos, o insólitos, de una sociedad que ha decidido proteger la impunidad y atenerse estrictamente a las orientaciones de los grandes bufetes de abogados. En general, sobre todo en algunos temas, los medios españoles se encuentran más cerca de la propaganda que de la información y están fuertemente instrumentalizados, los privados por los intereses de grupos económicos y los públicos por el control de los partidos gobernantes.

Por eso no es de extrañar, por ejemplo, que la circulación de los diarios españoles continúe disminuyendo, a pesar de las significativas ayudas que le dan la publicidad oficial y algunas importantes empresas. El año pasado, El País redujo un once por ciento sus ventas y El Mundo un trece. Son varios los factores que explican el descenso pero el de la falta de credibilidad resulta muy importante. En cuanto a la televisión, el canal La Sexta, con una amplia gama de noticias y programas de actualidad, mostraba el mayor incremento entre los medios de comunicación tradicionales, mientras que la Cadena SER volvía a ser la radio líder en 2014.

El descenso de los diarios en papel va en paralelo al ascenso de los nuevos medios digitales. El Confidencial –ya rentable– era el más leído, seguido de Público.es, que dejó de publicarse en papel en 2012, y de Eldiario.es, en equilibrio económico y con una amplia red de colaboradores y alianzas. Este último medio tiene una política de transparencia en sus cuentas, fundamentada en los socios que apoyan el proyecto, que contrasta con la tremenda opacidad de medios generalistas como ABC, El Mundo, El País o La Razón. Claro, que con claridad en sus finanzas saldría a relucir su dependencia de entidades financieras y partidos políticos.

Mientras que los grandes medios están presos de sus dueños –los poderes económicos– y de la falta de confianza en ellos, los digitales están consiguiendo una mayor credibilidad. En número importante están promovidos por periodistas, muchas veces procedentes de otros medios, tienen un mayor pluralismo editorial, rapidez en la actualización de las informaciones, especialización de los contenidos, disponibilidad multiplataforma e interactividad con los usuarios.

Isidro Sánchez Sánchez
Desde el revés de la inopia

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4 COMENTARIOS

  1. Una de las claves, a mi juicio, amigo Isidro, es que los medios están al servicio de ideologías (cada vez más) y no al servicio de la opinión pública (no digo de la verdad que suena grandilocuente). Y en el caso de España, cuando aun no se ha borrado la sima que separa a los aburridos bandos de siempre, ese posicionamiento se agudiza sensiblemente de tal modo que Publico o La Razón, ofrecen una información ideologizada acentuando asuntos y minimizando otros. Si se trata de la televisión la contienda mediática civil -El intermedio, el gato al agua- llega hasta niveles insoportables. Por supuesto que cada medio es libre de militar en la linea que considere pero cuando la linea es propaganda más que información, el pago es, lógicamente la credibilidad general, por más se satisfaga la ración diario de los adeptos y afectos. Y obviamente, el universo digital hace de las suyas al papel, como no puede ser de otra forma. Hay varios oasis en el panorama beligerante español -La 2 (con programas extraordinarios lejos de la bullanga y la soflama y no pretendo ser diletante), y por supuesto la BBC, pero esta no la veo claro. Algo de medios sé. Saludos

    • Querido Manolo Valero, lee lo que afirmaba el periodista Gregorio Morán en su sabatina en La Vanguardia del día 16 de mayo de 2015: «Nos rechazan porque hacemos unos pe­riódicos que avergonzarían a un adoles­cente de primero de Periodismo. Y dado que la gente es mayor de edad, que no anda muy bien de numerario y que tanta estafa verbalística le huele a chamusquina, ha renunciado a comprarnos». Pero textos así, que se corresponden con la realidad, según pienso, hay muy pocos periodistas que puedan decirlo sin consecuencias para él.
      Un abrazo

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