Castilla-La Mancha como destino y oportunidad

Ana Isabel Fernández Samper. Directora general de Turismo, Comercio y Artesanía.- El Día Mundial del Turismo se celebra este 27 de septiembre bajo el lema “Mil millones de turistas, mil millones de oportunidades”. Entiende Naciones Unidas que el turismo se descubre como una contribución fundamental “a uno de los pilares fundamentales para lograr un futuro más sostenible para todos: el desarrollo comunitario”, destacando que el movimiento de mil millones de turistas por todo el mundo genera uno de cada once puestos de trabajo en el cómputo global. Destaca Naciones Unidas que el turismo puede propiciar y potenciar el desarrollo sostenible a nivel comunitario…
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En España sabemos de la potencia del turismo como agente dinamizador de una sociedad estancada, y de cómo la apertura al mundo por la vía de la explotación de nuestros recursos naturales y culturales, dotados de una infraestructura adecuada y una formación profesional a la altura de la exigencia del servicio demandado, puede convertirse en motor de cambio y en fuente de estabilidad social y económica.

En Castilla-La Mancha no hemos sido ajenos a este proceso, si bien la ausencia de infraestructuras y la carencia de costas nos hicieron empezar mucho más tarde. Fue necesario en el último cuarto de siglo, y como un objetivo prioritario de la Comunidad Autónoma recién constituida, un gran esfuerzo general para poner a Castilla-La Mancha en el mapa del turismo de calidad, apoyados en la fuerza histórica de Toledo como destino ineludible para el visitante internacional que arribaba a Madrid, y en la potencia de algunas manifestaciones y tradiciones culturales por las que eran conocidas algunas localidades de Castilla-La Mancha.

Hoy en día, el turismo representa el 12% del PIB regional, contamos con una red de más de 15.000 establecimientos de hostelería que producen, junto a los demás tipos de empresas ligadas al sector, una afiliación a la Seguridad Social de casi 40.000 personas. En 2014, hemos recibido más de 1.900.000 visitantes nacionales y 354.000 extranjeros.

Si comparamos los datos del sector con respecto a años anteriores, observamos avances en algunos campos como los alojamientos rurales y los apartamentos turísticos, pero descensos preocupantes en los datos de visitantes, pernoctaciones y facturación, que nos devuelven a niveles, en algunos casos, por debajo de 2008 y en algunos casos, por debajo de 2004.

Por ello, entendemos que es una prioridad relanzar el turismo para recuperar y superar los niveles de actividad perdidos, y para ello creemos necesario reajustar algunos conceptos, renovar ideas que van resultando obsoletas en un sector que evoluciona a ritmos de vértigo y cambia sus expectativas al ritmo con el que cambia la actualidad en los puntos más alejados del planeta y que necesita de un esfuerzo promocional permanente y con criterios nuevos.

Y tenemos un plan. Se trata del Plan de Acción en Turismo 2015-2019, que parte de un análisis exhaustivo de la realidad del sector, para establecer la hoja de ruta mediante la cual cubrir los objetivos básicos de Castilla-La Mancha: estratégicos y cuantitativos, focalizados estos últimos en la generación de empleo y bienestar de la población –de acuerdo, por otro lado, a la visión que del turismo ofrece Naciones Unidas en la proclamación de este Día Internacional-.

El Plan establece, además, 37 unidades de Planificación Turística de Castilla-La Mancha, que han de servir como herramientas para el establecimiento de homogéneo de las políticas de desarrollo, y como unidades homogéneas de marketing.

Asimismo, se establecen cuatro planes operativos orientados a la consecución de resultados para la gestión del destino Castilla-La Mancha, diferenciando la planificación del desarrollo turístico para mejorar la competitividad de los lugares de destino de la competitividad de las empresas, y apoyados en un Plan Operativo de Marketing Turístico 360º que reúna en un todo la rentabilidad del destino y de las empresas.

Tenemos además, el reto de relanzar Cuenca como destino turístico, porque es un ejemplo claro de caída preocupante en los últimos años, contando como cuenta con una capacidad potencial extraordinaria. Un plan que debe extender, sin duda, su eficacia a zonas colindantes que forman una unidad turística, como por ejemplo el Alto Tajo, La Alcarria o La Manchuela .

Castilla-La Mancha debe recuperar no solo el pulso, sostenido en estos años difíciles por la potencia de sus recursos naturales y patrimoniales y la profesionalidad de sus pequeñas y medianas empresas, sino el liderazgo en la oferta especializada de turismo interior. Y vamos a conseguirlo.

 

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