Nadie horadó la tierra para abastecerse de agua en Europa antes que los ‘manchegos’ de la edad de bronce

Luis Mario Sobrino Simal.– Miguel Mejías Moreno y Luis Benítez de Lugo Enrich presentaban ayer en la Biblioteca Pública de Ciudad Real su libro «Arqueología, Hidrogeología y Medio Ambiente en la Edad del Bronce de La Mancha: la Cultura de las Motillas», el resultado de un estudio en el que han intervenido varias especialidades científicas, no sólo la arqueología, sino también la geología, la hidrogeología, la arqueoastronomía y la paleoclimatología.la-cultura-de-las-motillas-01

Un trabajo que actualiza lo hasta ahora conocido sobre la cultura de las motillas. Una obra de divulgación científica en el que, con un lenguaje asequible, sus autores explican la historia de las motillas y cómo hace 4.000 años los manchegos ya utilizaban el agua subterránea con los mismos objetivos que ahora, convirtiéndose en los primeros en Europa en abastecerse mediante aguas subterráneas. Se trata del primer estudio integral de estas construcciones en el que se refleja cómo ha sido la relación del hombre manchego de la Edad del Bronce con el territorio, con el medio físico, en unas condiciones de aridez extrema que le hicieron buscar el recurso del agua en el subsuelo.la-cultura-de-las-motillas-02

La investigación de campo ha buscado formas distintas a la tradicional excavación a mano. El proyecto, liderado por el Instituto Geológico de España, se ha basado en prospecciones geofísicas, con georradar y estudios hidrogeológicos, sin necesidad de excavar, «porque eso requiere mucho tiempo y presupuesto»,

La hipótesis de partida era que la relación que guardan las motillas con un evento climático, con un episodio de crisis ambiental caracterizado por una sequía que duró alrededor de 600 años. En esos momentos surgen las motillas, que se han descrito tradicionalmente como poblados fortificados en llano. Esta interpretación, apunta Benítez de Lugo, puede ser matizada y complementada. Las motillas surgen como respuesta a una contingencia ambiental y permite a los habitantes de La Mancha sobrevivir en un momento de dificultad con la primera red de pozos de todo el occidente europeo. La propiedad de estas edificaciones, destaca, se marcaba mediante el enterramiento de los muertos allí. No hay casas en estas construcciones, no eran un lugar de residencia. Era el punto central de los asentamientos y los habitantes vivían alrededor.  la-cultura-de-las-motillas-03

Para el estudio se ha investigado las motillas del Cura, de Retamar, de Santa María y del Acequión. Este tipo de construcciones, que forman parte de nuestra tradición, son exclusivas de La Mancha, donde se han descubierto una treintena, y son las primeras arquitecturas de las hay queda constancia en nuestra tierra.

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2 COMENTARIOS

  1. Me gustaría haber asistido. Creo que la noticia sería más redonda si proporcionáis los datos sobre el libro, fundamentalmente la editorial, para conseguirlo.

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