Partido del Trabajo Democrático.- El pasado 27 de Julio del 2015 a la compañera Raquel Iniesta le notificaron una sanción administrativa por parte del Ayuntamiento de Cuenca, gobernado por el Partido Popular y Ciudadanos, valorada en unos 3.000 euros. En la denuncia se le acusa de “modificar el contenido de las señales o colocar sobre ellas o en sus inmediaciones placas, carteles, marcas u otros objetos” durante la celebración de una concentración en contra de un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIEs).
Concentración fue comunicada y autorizada por las autoridades pertinentes, y no tuvo lugar ningún incidente, las fuerzas de seguridad estuvieron presentes en todo momento.
El Partido del Trabajo Democrático analizando estos hechos resuelve, que nos encontramos en un nuevo acto represivo, esta vez contra una compañera que se protestaba contra la instalación en Cuenca de un Centro de Internamiento de Extranjeros, donde se suele encerrar a trabajadores inmigrantes ilegales, en condiciones de hacinamiento infrahumanas.
La Ley Mordaza aprobada por el Partido Popular, lo han hecho para aplicarla hasta sus últimas consecuencias, y con ello amedrentar el movimiento obrero y social que pretenda hacer frente a sus medidas anti-sociales, anti-populares y anti-democráticas.
La oligarquía no puede permitirse más concesiones a la clase obrera y necesita ir hacía un modelo más autoritario, en el que todos nos limitemos a trabajar o sobrevivir en las peores condiciones, sin rechistar.
Por eso desde el Partido del Trabajo Democrático queremos solidarizarnos con la compañera Raquel, y rechazar todas las medidas represivas contra la lucha social. Creemos que el mejor instrumento que tenemos los trabajadores y los demócratas para hacer frente a estas leyes represivas, son la unidad y solidaridad.
¡La represión no nos callará!
