Más allá de la realidad (III): Paisajes de Ciudad Real

EGCJ / Textos de Jesús Arévalo Lorido y Sonia González Martínez (técnicos del Museo Manuel López Villaseñor).- Tras un breve repaso por la vida de Manuel López-Villaseñor, comenzamos la semana pasada, con ‘Bodegón de las uvas’, un apasionante periplo por las obras más relevantes de este artista ciudadrealeño expuestas en el museo que lleva su nombre. Enmarcados también en el período escolar del artista (entre los 18 y 23 años), encontramos Al fondo Ciudad Real y Patio de Mazantini, dos cuadros de paisajes en pequeño formato de vistas o rincones de Ciudad Real de los años cuarenta que quedarán como testimonio de una época y en los que se percibe el interés del artista por el color y la luz natural.

Al fondo Ciudad Real
Al fondo Ciudad Real

En su familia no existía ningún antecedente “artístico”; sin embargo Villaseñor siempre siente una atracción por el mundo de las formas, los colores, la materia… y una gran curiosidad de acercarse a las cosas para ensimismarse en ellas.

Según sus propias palabras, “dibujaba en cualquier papel que caía en mis manos, papeles de estraza de cocina, cartones de cajas rotas, lo que fuera, con tal de dibujar. Yo intentaba dibujar pero, claro, no era un niño prodigio…”

villasenor-patio-mazantinis
Patio de Mazantini

Es en esta época cuando quedará fascinado por Zurbarán, pintor que también se acercaba a las cosas tratando de conocerlas más a fondo mientras las pintaba; pero aún Villaseñor es muy joven y se limita a representar pictóricamente la superficie de las cosas. Faltan aún muchos años para ver en la obra de Villaseñor la luz trascendental y mística que inundará sus obras.

Puedes ver todos los cuadros de Manuel López-Villaseñor publicados en esta serie a través de [este enlace]

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