Culturas en Ciudad Real

ReymondeHay deseos que cuanto más se hacen esperar, hacen que uno se arroje a por ello cuando los tiene a su alcance. Unas vacaciones exóticas, una ejecución de sentencia de indemnización. La forma de reaccionar dice mucho de la forma de pensar.
Han tenido que pasar diez meses (diez), casi la cuarta parte de la legislatura, para que el gobierno municipal de Dña. Pilar Zamora empiece a mover ficha con respecto a la Cultura en esta ciudad. En fin.

Si nuestro entorno fuese un entorno mínimamente culto (mínimamente), no haría falta hacer pedagogía sobre lo que es, lo que significa y lo que aporta la cultura a la sociedad, pero una y otra vez hay que volver a lo mismo. La cultura es, sencillamente, nuestra forma de entender la vida, de comunicarnos y de expresarnos. Aprendemos de lo que vemos en televisión o en el cine, lo que oímos en nuestras relaciones personales y nuestras conversaciones, lo que leemos. Nuestro nivel cultural se determina por nuestro conocimiento del mundo y nuestro entorno; y forja una identidad, tanto individual como colectiva. La calidad y la cantidad de esa información infinita y transversal es lo que da la medida de nuestra cultura. La cultura se recibe y también se ofrece (se ofrece).

Tal vez algunos de ustedes piensen que es suficiente con que en Ciudad Real haya cine, conferencias, exposiciones, espectáculos en el Teatro Municipal Quijano, en el Antiguo Casino, en los museos, en la Universidad, en la Biblioteca, en el Conservatorio, en el Teatro de la Sensación… Vaya, que con hacer una agenda para ocupar nuestro tiempo de ocio se solucionaría todo: saber lo que se propone para escoger. Y con más dinero, venga. Y aquí radica el primer problema, confundir la parte con el todo. No se trata sólo del qué, sino del cuánto, cuándo, donde, qué, para qué, para quien – por activa y por pasiva; por atenciones y desatenciones. Se trata pues de introducir, como punto de partida, racionalidad en este asunto. Objetivos, contenidos, metodología ¿Estoy diciendo, explícitamente, que no hay o ha habido suficiente racionalidad en la política cultural en nuestra ciudad? Eso mismo.

Me parece que viene al caso retroceder unos diez años, cuando surgió una iniciativa llamada “Círculo de Bellas Artes de Ciudad Real”. No era exactamente una plataforma, sino que aspiraba a ser el Consejo Sectorial de Cultura de Ciudad Real, al amparo de la Ley de Asociaciones. Algo parecido (¿parecido?) a lo que pretende crearse tras las jornadas que organiza nuestro Ayuntamiento para los días 1 y 2 de abril. Entonces se hizo un esfuerzo por aglutinar al mayor número posible de asociaciones cultural de toda adscripción ideológica, artística y cultural, para obtener un respaldo ante las instituciones. Pero la Junta paralizó la solicitud de inscripción, primero por la vía de guardarla en un cajón durante años, y después por su negativa – una interpretación de la Ley que denotaba absoluta falta de voluntad política. El concejal de Cultura, D. Rafael Romero, nos instó a que nos metiéramos en política (sic) para lograr nuestros fines. La tercera institución en discordia, la Diputación (D. Nemesio de Lara) entendió lo que significaba y firmó un convenio anual, con una modesta ayuda económica que permitió alquilar una sede y sufragar costes de actividades culturales (en este sentido, también hubo importantes colaboraciones puntuales con otras consejerías e instituciones públicas y privadas). Los recortes, la falta de implicación de las instituciones y la de buena parte del sector cultural – más interesado por el beneficio a corto plazo que por crear una infraestructura permanente –condujo al desaliento de los activos y al final de aquel proyecto hará unos cinco años.  Viene al caso, no solo para saber de dónde venimos, sino porque el C.B.A. no era sólo un semillero de actividades, sino que presentaba una propuesta de política cultural racional, analizada y documentada.

La plataforma “Cultura en Transición”, promovida por Alberto Muñoz, recoge y actualiza aquella propuesta.En Septiembre de 2015, en este mismo periódico digital, dicha plataforma presentó en sociedad un análisis previo y propuesta de política cultural para Ciudad Real.Se trasladó a todos los partidos con representación municipal, y se pidió cita para exponer el contenido tanto al Concejal de Cultura como a la Alcaldesa. El 28 de diciembre, Alberto Muñoz entrevistó con el Concejal (pero todavía estamos esperando a que la Alcaldesa nos dé cita).Y ahora, diez meses después del inicio de la legislatura, el momento parece que llega, que llega…

Las jornadasparecen dar respuesta a esa ansiada demanda. Y me parece que a priori hay tres posiciones de partida, tres formas de entender lo que ha de ser la gestión de la Cultura. Mal que pese, ha habido un número limitado de entidades culturales beneficiadas por el modo de gestión de los gobiernos del sr. Gil Ortega y la sra. Romero, entidades que pueden pensar que el cambio de gobierno necesariamente les ha de hacer perder sus privilegios. Por otra parte, el cambio de gobierno puede favorecer la llegada de un nuevo tipo de clientelismo, pues ya se sabe que el mejor atajo se encuentra a puerta cerrada. Una tercera vía es la que no está en ninguno de estos terrenos, ni el de la tradición ni el del cambio, sino en la cultura de base, que alcanza en múltiples pequeñas dosis a gran parte de la población y que también aporta una forma diversa y alternativa de entender la cultura.

Lo peor que nos puede pasar es que la oportunidad que se nos presenta se deje pasar o se cierre en falso, por el interés de las partes. Matar a la gallina de los huevos de oro. Mucho se habla de estar en un tiempo nuevo, de la demanda de que nuestros políticos lleguen a acuerdos para que en este país haya de una vez un gobierno, que se pongan de acuerdo para hacer una Ley de Educación que no haya que cambiarla cada ocho años… para que nosotros, ciudadanos, nos sigamos comportando con la misma falta de miras ante ocasiones similares. Creo que el principal objetivo de estas jornadas debería ser el de sentar las bases de una política cultural que dé cabida a TODA (TODA) LA CIUDADANIA. Resumo el decálogo de propuestas de “Cultura en Transición”, que se detalla en el documento por el cambio de la política cultural en Ciudad Real:

  1. Adhesión al manifiesto de la UNESCO Culture 21
  2. Aprobar un Pacto Institucional por la Cultura en Ciudad Real
  3. Compromiso público encaminado a desarrollar un nuevo modelo cultural
  4. Creación de un Consejo Ciudadano de la Cultura
  5. Creación de un Observatorio de la Política Cultural en Ciudad Real
  6. Demarcar el ámbito de acción y competencia de la Política Cultural
  7. Evaluación de las necesidades culturales
  8. Revisar y actualizar el Plan Estratégico de Ciudad Real
  9. Carta de servicios culturales
  10. Implementar mecanismos de transparencia en las decisiones de la Política Cultural

Si por otra parte, el resultado de estas jornadas se consagra en un Consejo de Participación que no sea plural, inclusivo, sino excluyente, será el mismo perro con distinto collar. Creo que es imprescindible tener altura de miras, saber que cediendo un poco del espacio propio se habilita espacio para más vecinos. Cuanta más pluralidad, mejor. No es tiempo de izquierdas ni derechas, de arriba ni abajo. Ni de medallas. Es el presente y el futuro. Si no lo entendemos, mal empezamos.

Pares y nones
Antonio Fernández Reymonde

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3 COMENTARIOS

  1. Porqué la Cultura tiene que asociarse tanto con las instituciones?

    He ahí el problema creo yo. Si la cultura es buena, se creará su propia demanda.

    Yo estuve un par de años en el Consejoven, y joder, las asociaciones juveniles mejores eran las que menos dinero o ningún dinero pedían al Ayuntamiento.

    ¿Por qué? Porque para eso estaban los socios o porque algunas obtenían ingresos de sus actividades.

    Te he leído con mucho interés, pero sigo sin entender qué has de esperar de las instituciones, laméntate por depender de ellas.

    Yo no fuí a las tertulias del Guridi porque era muy joven, pero qué cuesta hablar con tal o cual hotel, y montar con la florinata intelectual de Ciudad Real (coño que hasta tenemos Universidad) unos buenos debates y hasta encendidos (no de política por favor).

    Ah, que no hay intelectuales de peso en Ciudad Real (lo dudo y que no tengan peso también -somos comilones-)…pues ese es un gran problema.

    • No se trata de depender de las instituciones, sino que los recursos de las administraciones públicas estén al servicio de los ciudadanos. Si no es así, hay actividades, de interés público incuestionable, que es imposible que prosperen. Los recursos deben gestionarse con racionalidad, solidaridad y responsabilidad, por el bien común – no particular

      • Mi experiencia del Consejoven, se aprueba un plan de ocio joven alternativo al botellon (30 000 euros).

        Los gastan las asociaciones que se adhieren al plan, a las actividades van los asociados y pocos mas, la mayoria sigue llendo al botellon.

        30000 euros tirados a la basura.

        Eficacia nula o casi nula.

        El problema de la cultura subvencionada es su escasa implicacion general.

        La culpa? Yo lo tengo claro pero luchar contra eso es cuestion de Educacion.

        Yo de ser la Administracion, beco a quien muestre talento y lo explote. Si la cultura es seguida por una minoria, formemosla para que lidere. Becas a los nuevos talentos.

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