Geografía Personal (grado superior): Erudito cajón desastre

Eusebio Gª del Castillo Jerez.- El claustro del Convento de los Mercedarios acogía esta tarde la presentación de Geografía Personal (grado superior), del arquitecto José Rivero; la tercera entrega de una colección de reflexiones que, tras los grados elemental y medio, cierra ciclo. No obstante, el autor, sabedor de su prolificidad, ha dejado entreabierta (aunque no mucho) la posibilidad de matricularse en una nueva Geografía Personal en pos de más altas titulaciones.
rivero geografia personal4«Cabe esa posibilidad, pero de momento no me la planteo», ha comentado Rivero. Grado superior es el «cierre de un proceso» y, aunque no ha rechazado las sugerencias acerca de continuar Geografía Personal («siempre hay un después»), en referencia a Andrés Trapiello, quien, casi a la misma hora, ofrecía una conferencia en el Museo del Quijote, sí ha desechado la posibilidad de acabar escribiendo «una novela en marcha». Por ello, ha recalcado que «habría que hacer una cosa distinta».

A la hora de definir la obra, autor, presentador del acto y editor, han coincido en la dificultad de encasillarla en un género. José Rivero aludía a términos como «divagario» o «cajón desastre». Se trata de un libro, reconocía, de difícil clasificación. El periodista Alfonso González Calero calificaba las reflexiones del autor de «vagabundeo intelectual», redundando en una concreta indeterminación al definir Geografía Personal como un «rompecabezas cuyas piezas acaban encajando o no encajando». En cualquier caso, ha subrayado que los tres tomos forman un libro unitario. Por su parte, José Luis Sobrino, de Serendipia Editorial, se refería a la publicación como «una rareza, un libro atípico, literatura difícilmente clasificable». Una suerte de «retazos» enhebrados «con coherencia en un programa narrativo», añadía.

rivero geografia personal1_1La obra, estructurada en 14 capítulos (aunque el autor ha advertido de que éstos no responden al concepto tradicional), agrupa reflexiones de ámbitos de conocimiento similares, lo que permite orientarse en la lectura. «Reflexiones personales -ha matizado- con ayuda, porque es un libro en el que encuentro, en boca de otros, lo que yo estaba pensando». Por otro lado, ha señalado que, al no seguir un guión narrativo, se puede leer sin necesidad de recurrir al orden establecido en sus páginas. «No vas a perder el hilo de nada porque no hay nada que perder», bromeaba el autor. «Esto facilita las cosas, aunque puede que también las complique, porque la gente que se acerca a un libro probablemente va buscando una historia y un protagonista».

En cuanto a las materias que aborda en esta última colección de reflexiones, Rivero ha dedicado un capítulo a la écfrasis, interpretando pinturas canónicas: como las de la Santa Cena, de las que ha resaltado las variaciones en la forma de representarla a lo largo de los siglos; aquellas en las que aparece el Arca de Noé, que tal como se pinta «en ningún caso podría flotar»; o las protagonizadas por San Jerónimo, «tanto de eremita en el desierto como de estudioso en el convento». Otro capítulo está dedicado a diferentes ciudades (Venecia, Trieste, Berlín…), una «guía sentimental» fruto de los viajes del autor.

Tres grados y tres editoriales 
Cada uno los grados de Geografía Personal se ha publicado en una editorial diferente: el elemental, en la Biblioteca de Autores Manchegos; el medio, en Almud Ediciones; y el superior, en Serendipia. Ésta ha sido una de las curiosidades que se ha comentado durante la presentación del libro. «No es una estrategia pensada, pero ha sido bien hallada», explicaba Rivero; a lo que González Calero apostillaba con un refrán, en el mismo tono jocoso:»No pongas todos los huevos en la misma cesta».

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