Asociación Naturalista Tablas de Calatrava.- Hubo un tiempo que nuestro Río Guadiana fue fuente de vida, de trabajo y de riqueza para las gentes de los pueblos que vivían a su lado. Hubo un tiempo que gracias a la desidia de nuestros gobernantes, a un progreso mal entendido, nuestro río Guadiana, se convirtió en un estercolero, el cual se desecó, se canalizó, se destruyeron puentes, molinos y sus restos, y demás obras que “molestaban”, se roturaron sus riveras e incluso se “ocupó parte de su cauce.
Con el ánimo de reivindicar un rio vivo y que no caigan en el olvido el trabajo de decenas de familias que vivían en su rivera, bien con el yeso, o bien con la pesca del cangrejo, la Asociación Naturalista Tablas de Calatrava de Carrión de Calatrava realizó una jornada reivindicativa el pasado sábado 11 de junio, donde pudimos contemplar el arte de moverse por el rio con las tradicionales barcas, movidas con pértiga, y la pericia de los cangrejeros; de cómo se pescaba usando artes tradicionales: garlitos y nasas confeccionadas con junco y enea; elaboración de cebos…
Todo ello con el fin de que los más jóvenes sepan de la historia de sus mayores, de cómo vivían en armonía con un río que se encuentra herido. Todo este trabajo se verá plasmado en una publicación que verá la luz a lo largo de este año.
Por eso desde esta asociación reivindicamos que:
– Se amplíe la protección a todo el cauce del Río Guadiana. Que no se limite únicamente al parque nacional de las Tablas de Daimiel, bien como parque natural u otra forma de protección.
– Que de una manera eficaz, se vigile su rivera en materia de vertidos, incendios y pesca y caza incontrolada.
– Que desde las administraciones se favorezcan y se divulguen, como material etnográfico único, la forma económica y de vida que suponía el río para un montón de pueblos de la zona de La Mancha: Argamasilla de Alba, Villarta de San Juan, Arenas de San Juan, Villarrubia de los Ojos, Torralba de Calatrava, Carrión de Calatrava, y por supuesto Daimiel.
