La presencia de ratas en la ciudad es una que cuestión que, de forma recurrente, se aborda en el Salón de Plenos de la Casa Consistorial. Este viernes, durante la sesión correspondiente al mes de agosto, estos controvertidos roedores han vuelto a ser protagonistas del debate de los grupos municipales. El primero en mentarlos fue el concejal de Medio Ambiente, Alberto Lillo, quien, durante una moción sobre el mantenimiento de los alcorques, alegaba que los árboles ya estaban plantados cuando tomó posesión del cargo, por lo que no se le podía hacer responsable de los problemas generados por éstos. Tampoco estaba dispuesto a admitir aquellas ratas que le adjudicaba el PP durante los primeros meses del presente mandato.
Ahí no quedó la cosa, pues la concejala del Grupo Popular Lola Merino volvió a denunciar, por enésima vez, que «Ciudad Real está sucia», relatando que, recientemente, al acceder a la puerta de su casa se topó con una rata. A continuación ha explicado en detalle al edil socialista que el período de gestación de una rata es de 20 días y que, en cada parto, nacen entre 8 y 12 crías. «Por lo tanto, las ratas que hay, son suyas, y son el reflejo de su gran irresponsabilidad y del deterioro al que están llevando a esta ciudad», ha espetado.
Por último, la edil responsable de Limpieza, Manoli Nieto, en respuesta al incidente con la rata, ha animado su compañera de Corporación a que, en lo sucesivo, se ponga en contacto con la Línea Verde, «un medio de participación con los servicios municipales, muy simple, que puede utilizarse con el móvil». En menos de 24 horas, ha explicado, atienden las demandas de los ciudadanos en temas de limpieza y de plagas. La concejala socialista ha concluido pidiéndole a Merino que no insista en su visión «apocalíptica» de la ciudad.
Por otra parte, y en respuesta a preguntas del Grupo Popular, la responsable de Limpieza ha confirmado que esta área municipal se ha nutrido de personal proveniente de los planes de empleo.
