Eusebio Gª del Castillo Jerez.– La Orquesta Filarmónica de La Mancha (OFMAN) volverá a subirse a las tablas del Teatro Municipal Quijano el próximo 1 de abril a las 20:30 horas para ofrecer un nuevo concierto en la capital, esta vez de corte sinfónico. La conocida obertura de Egmont, de Beethoven, una de las más programadas por las orquestas, según comenta el director de la OFMAN, Francisco Antonio Moya, y el «archiconocido» Concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo, compondrán la primera parte del concierto.
Con Jesús Lliteras a la guitarra, la Orquesta Filarmónica de La Mancha afronta esta obra de referencia, la más conocida del repertorio y “la que más se toca por las orquestas entre las que no son clásicas”. Esta tarde, MiCiudadReal.es ha asistido al ensayo Concierto de la Aranjuez en la Residencia Universitaria Don Quijote, y ofrece a sus lectores un aperitivo del gran espectáculo que desplegará la OFMAN en el Quijano.
La segunda parte del repertorio será “potente” a nivel sinfónico, recalca Moya, con dos obras de compositores rusos: Danzas Polovtsianas, el fragmento más conocido de la ópera El príncipe Ígor, de Alexander Borodin; y La gran pascua rusa, basada en la liturgia ortodoxa, de Rimsky-Korsakov.
Las entradas ya están a la venta en Liberbank y en el propio Teatro Municipal Quijano. Como en muchos de sus conciertos, la orquesta colabora con diferentes ONG; en esta ocasión será con SOLMAN Solidaridad Manchega.
Un total de 35 músicos participarán en este concierto, variando la formación sobre el escenario según la obra del repertorio. El director de la OFMAN explica que se necesitarían más efectivos orquestales, sobre todo para la segunda parte del concierto, pero se han realizado «ligeros retoques» para adaptar las piezas a los recursos disponibles.
A la hora de elegir el repertorio Francisco Antonio Moya destaca varios factores fundamentales: por un lado, que el conjunto de la obras tenga coherencia, sin olvidar incluir composiciones conocidas que atraigan al público. La segunda parte del concierto que ofrecerá la OFMAN el primero de abril tiene un hilo conductor: la música rusa de compositores de finales del siglo XIX y principios del XX. Por último, subraya, es importante que el montaje aporte algo a la formación; “y estas obras lo hacen y mucho, desde todos los puntos de vista”.
La música clásica debería estar más presente en la cultura de la ciudad, reclama Moya. Carece de sentido, a su juicio, “que tengamos el Conservatorio y las escuelas de música llenas y luego los conciertos vacíos”. El fin último de músico, señala, es tocar y que la gente disfrute escuchando música en directo. Por ello, anima al público ciudadrealeño a asistir al próximo concierto de la OFMAN. “Los padres tienen que ir con sus hijos, porque por desgracia en Ciudad Real no se puede escuchar todas las semanas a Beethoven, Joaquín Rodrigo o a Rimsky-Korsakov”.
Marchas procesionales en versión orquesta
Por otro lado, entre ensayos, la orquesta tuvo este sábado una sesión de grabación de marchas procesionales compuestas por su director en la Iglesia de San Juan Bautista. Se trata de un encargo de la Hermandad de Jesús Nazareno de Villahermosa, localidad natal del director de la OFMAN, con motivo de su centenario.
Grande el amigo Paco.
Los científicos han demostrado que la música también afecta al desarrollo del cerebro humano.
La estructura de la música clásica es mucho más compleja en comparación con el rock, el jazz o el pop.
Por tanto, escuchar música clásica tiene un efecto diferente en comparación con otras formas de música.
La primera anécdota sobre el «Concierto de Aranjuez» sucedió pocas horas antes de su estreno mundial: «noviembre 1940. Viajaban, la víspera del concierto, Joaquín Rodrigo y el guitarrista Regino Sáinz de la Maza hacia Barcelona en el tren de noche, juntos en el mismo compartimento del coche-cama. A altas horas de la madrugada, Regino despertó al Maestro con estas palabras: ‘Me obsesiona una idea que no me deja dormir: ¿Y si mañana, en el concierto, no se oyera la guitarra?’. A consecuencia de esta pregunta, ninguno de los dos pudo conciliar el sueño en toda la noche.
Pero sus temores no se justificaron y la guitarra sonó, y el público aplaudió con gran entusiasmo al finalizar la obra».
Para los entendidos, sólo señalar que la tonalidad principal del «Concierto de Aranjuez» es Re mayor (una tonalidad con una personalidad guerrera, de triunfo, victoria y júbilo). No obstante, el movimiento más conocido (Adagio) está en Si menor (melancolía, paciencia, soledad).
Al final, la historia del «Concierto de Aranjuez» es la de un sueño de exilio.
Enhorabuena por anticipado al Sr. Moya y a los demás componentes de la OFMAN.
Allí estaremos el próximo sábado, 1 de abril….