¿Cuál es la enfermedad de nuestro Sistema Educativo?

ciuadadano-en-blancoEl estado de nuestro Sistema Educativo es catastrófico. Cada año arroja miles de jóvenes pésimamente preparados a la vida de adulto. La generación Ni-Ni. O generaciones, porque va a salir más de una.
A algunos -demasiado pocos- nos preocupa la Educación. Y una parte de los que nos preocupamos -de nuevo también demasiado pocos- hasta actuamos para intentar cambiar las cosas.

Pero difícilmente vamos a actuar eficazmente si ignoramos la raíz del problema. ¿Por qué falla el Sistema Educativo?

Algunos protestan contra la LOMCE y contra los recortes, pero olvidan, ignoran, o hacen por ignorar, que antes de la LOMCE, los recortes y el PP, nuestro Sistema Educativo era igualmente catastrófico, con unas tasas de fracaso escolar -reconocidas por el gobierno PSOE- superiores al 30%, y básicamente con los mismos problemas que ahora, sólo que con unos pocos -e insuficientes- medios más.

Y vaya, si nos fijamos sólo en esa tasa de fracaso escolar reconocida, la LOMCE y el trabajo del PP están funcionando: el abandono escolar temprano está descendiendo.

¡Sorprendente! ¡Genial! ¿Es bueno el PP?

Voy a tener que votarles las próximas elecciones.

Es broma, claro. Obviamente no me creo esta “información” -propaganda, maquillaje-, pero lo mismo reza con la tasa que reconocía el PSOE antaño. El fracaso escolar real en Castilla-La Mancha no lo conoce nadie, pero por mi experiencia, por lo que sé, es y ha sido, desde hace muchos años ya, abrumador, casi generalizado. Me extrañaría muchísimo que más de un 10% de los chavales salieran mínimamente formados al terminar su educación secundaria obligatoria.

En cualquier caso, el problema no es sólo la LOMCE, los recortes o el PP. Hay más, mucho más. La raíz del mal está mucho más profunda.

Y si no encontramos la raíz del problema, no vamos a solucionarlo, ni queriendo.

Otros colectivos (Lo primero es soñarlo) plantean actuar en centros públicos, tratando de mejorar la pedagogía existente -cavernaria- y la integración en la educación de padres, empresas y demás actores de la sociedad.

No educa la escuela, educa la sociedad.

Fundamental. Una necesidad obvia desde hace muchos años.
Y sin embargo, la presencia de estas experiencias hoy en día en nuestros centros públicos es casi inexistente, anecdótica.
Valoro enormemente el trabajo de estos padres y profesores, pero es insuficiente, y por mucho. Así no llegamos.
Otros (CaracolínMadreselva) tratan de salvar a sus hijos en sus propios centros privados -más o menos independientes-, enfrentándose a las dificultades que ello conlleva, como la falta de recursos económicos.

En mi opinión, a título particular -en plan «sálvese quien pueda»-, esta es la mejor opción, pero es un camino muy complicado, de futuro incierto, y al que pueden acceder muy pocas familias -por falta de medios, o de coraje, que hay que tenerlo, para optar por estas alternativas cuando están naciendo-.

Y además, educando bien a cuatro chavales no nos salvamos. Algunos de ellos mejorarán sus posibilidades de futuro, y eso es mucho -especialmente para ellos mismos y para sus padres-, pero, para el conjunto de los castellanomanchegos, es, de nuevo, absolutamente insuficiente.

Todas estas iniciativas son pequeños parches, atenúan ligeramente el daño global, pero no van a curar la enfermedad, porque no tienen en cuenta hasta dónde llega la raíz del problema: tratan los síntomas, pero apenas tienen en cuenta la enfermedad.

Y por ello, pregunto:
¿Cuál es la enfermedad de nuestro Sistema Educativo?
¿Cuál es la raíz del mal?
¿Lo sabemos?  ¿Nos hemos parado a tratar de averiguarlo?

 

Gonzalo Plaza
Ciudadano en blanco

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11 COMENTARIOS

  1. La familia española tradicional ha quebrado.

    Soy resultado de una educación en casa en que o aplicabas codos o a la obra.

    Mi padre cultivó la curiosidad en mí, en el Seminario se valoraba lo intelectual, y tenía muy claro que quería una formación integral.

    Hoy reina la confusión antropológica y de roles escuela y familia, se pretenden lograr resultados con mínimo esfuerzo, el nivel de competitividad es enfermizo, sólo se valora la formación funcional o utilitarista, y existen miles de distracciones que antes no teníamos.

    Hay una crisis de autoridad. Niños tratados como adultos y adultos tratados como niños. Una perversión de la sociedad de consumo.

  2. ¿Te has hecho comercial de las escuelas alternativas? Es broma.

    Por lo que conozco de ambos proyectos a través de amistades que están en ellos, y con todo mi respeto a los mismos, son proyectos para padres/madres que tengan mucho tiempo libre. Porque te obligan a implicarte en proyectos extraescolares y de gestión, amén de la pasta que cuestan cada mes etc etc. Prefiero la escuela pública.

    La Concertada no para de crecer en este país con el apoyo del PP, con datos de éxito que a mi me hacen dudar (siempre ha coleado el tema de la modificación al alza de notas), además sus profesionales no pasan ningún tipo de oposición y, por supuesto está el tema ideológico. Son centros de propaganda religiosa (en mi opinión, y en su derecho están cuando dejen de pillar pasta pública).

    Es triste decirlo, pero por experiencia propia, lo/as niño/as que triunfan (aparte de los que son listos de narices) son aquellos que tienen el apoyo de sus padres en los estudios, porque tienen estudios medios o superiores, porque hablan idiomas, porque se preocupan. No tiene nada que ver con la familia tradicional que nos tratan de vender los conservadores, tiene que ver con la existencia de un núcleo familiar preocupado y responsable, ya sea de dos padres, dos madres, padre y madre separados o abuelos. Lo que importa es que el niño vea el ejemplo del esfuerzo, el trabajo y de que lo bien hecho, bien parece.

    • Perdón, cuando he dicho lo de la escuela pública, no es porque no haya que participar, que se participa a través del AMPA. Pero no hay que meterse en temas de gestión.

      • ¿Por qué no hay que meterse en temas de gestión?

        De gestión y de todo lo demás. De lo que se hace en el centro, de la pedagogía, la programación, los contenidos, la forma de enseñar… hasta la contratación y evaluación de los profesores.

        Los padres son responsables de la educación que reciben sus hijos. Y por eso mismo, deben tener autoridad para tomar decisiones que la afecten.

        Eso es democracia, en la Educación.

        Tampoco la hay en nuestro país. Aquí los políticos gestionan, hacen y destruyen lo que quieren y como quieren.

        • Ojo, y quien dice los padres, también los propios chavales. Les faltará experiencia, pero tienen mucho que decir sobre su propia educación.

    • Desde luego el apoyo en la familia es una de las claves. Y que los niños den y vean valor a lo que hacen.

      Esto es fundamental.

      Pero muchas veces no basta con ese apoyo, cada vez es más difícil mantener motivados a los chavales, especialmente, cuando llegan a la adolescencia.

      La raíz del problema es más profunda todavía…

  3. La realidad es que el espíritu de ambición de ascender socialmente (consustancial a la clase media) ha desaparecido casi por completo (quizás lo mantengan los inmigrantes).

    Mis padres que no tienen estudios se empeñaron en que yo sacara los míos. Muchos de mi generación hemos estudiado porque nuestros padres se empeñaron. El espíritu de ser clase media en la generación de la posguerra revolucionó económicamente este país.

    No hay nada que se pueda conseguir sin esfuerzo.

    Hoy la cultura vende la comodidad y el mínimo esfuerzo. Los propios padres estamos contaminados de este espíritu. Se necesita de un entorno familiar estable para poder estudiar, y hoy esto es difícil. Mis padres eran más maduros porque naturalizaron el espíritu de sacrificio, y tiraban de carretas.

    Hoy se considera mejor vender una realidad rosa donde predomine la motivación para hacer las cosas.

    El mayor error consiste en vender fácil lo que es difícil por esencia, la conquista de la autonomía.

    Unos prometen la ayuda del Estado, otros hacen por los hijos lo que éstos deben aprender a hacer por sí mismos (las tareas).

    La escuela pública ha optado por el igualitarismo en vez de por el mérito. Los padres conscientes de esa igualación a la baja optan por la educación concertada (también porque son conscientes de que el ideario religioso es estabilizador), están en su derecho. La educación concertada ahorra dinero al Estado porque se financia de forma mixta.

    No se necesita tener padres con estudios para sacar los estudios, con codos, no existe otra manera. Se necesita tener conciencia de querer prosperar para lo cual es tan necesario el esfuerzo como el talento.

    Hoy día los padres con estudios superiores tienen el mismo riesgo de padecer el fracaso escolar de sus hijos que los que no los tienen.

    La cultura del esfuerzo está desclasada y es contracultural.

  4. Síntomas: tasa más elevada de abandono de la UE, elevada tasa de repetición, el dinero invertido no rinde, resultados mediocres, el sistema educativo no está adaptado a la realidad del momento, profesores desmotivados.
    Diagnóstico: Pronóstico reservado o incierto.
    Tratamiento: reformas educativas no basadas en prejuicios y en objetivos electorales y aplicación, por parte de los profesores de la educación, de todo su acervo cultural y científico en procesos de enseñanza actualizados.
    Tratamiento complementario: Rescatar y devolver a padres y profesores la autoridad y el respeto.
    Situación actual: en la UCI…

        • Otro de los dogmas que repiten una y otra vez en algunos medios, y que los sujetos teleprogramados repiten a su vez.
          Una idiotez.

          Para empezar, si hubiera otros 16 Sistemas Educativos en España, eso no haría bueno ni malo al de Castilla-La Mancha.

          El nuestro es catastrófico. ¿Por qué?

          Los teleprogramados no saben, pero contestan con algún dogma oficial. Cualquiera vale.

          Y segundo, si hubiera 17 sistemas educativos distintos, alguno habría bueno, aunque fuera por casualidad, y los demás podrían imitarlo.

          Pero no es así.

          Hay un único modelo de Sistema Educativo. Centralista. Dictatorial. Obsoleto.
          Con matices folclóricos.

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