Ignacio Oliva: “No creo en el papel del director como figura central, el cine es un trabajo colectivo”

El guionista, director y profesor de la UCLM, Ignacio Oliva, ofrece este miércoles en el Teatro Quijano de Ciudad Real, en el marco de FECICAM, una ponencia sobre el proceso de escritura y dirección de una película.
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Desde 1989 es profesor titular de la Facultad de Bellas Artes de Cuenca, donde imparte las asignaturas dedicadas a teoría y práctica cinematográficas. Es autor de los libros de teoría del cine La imagen sustantiva y Eterno Eisenstein y del capítulo Inside Almodóvar del libro All about Almodóvar. Guionista y director, en el año 2012 presentó su primer largometraje “La rosa de nadie”. Este miércoles estará en el Teatro Quijano, a partir de las 19 horas, hablando sobre escritura y dirección de una película.

Pregunta.- ¿Cuáles serán las ideas generales en las que pivotará su ponencia?
Respuesta.- Hablaremos del proceso artístico y técnico presente la experiencia de la escritura y dirección de una película. La escritura es un trabajo solitario, en el que se va madurando una idea inicial; el rodaje, por el contrario, es un trabajo colectivo. El cine profesional es un proceso complejo en el que interviene mucha gente, y del que el público sabe muy poco. Sólo podremos hacer una introducción, dar unas pinceladas generales para ofrecer una perspectiva desde la que el espectador pueda hacerse una idea. El cine, al arte, solo se puede contar desde la práctica, desde la experiencia.

P.- ¿Qué se necesita para escribir una película?
R.- El guionista mexicano Guillermo Arriaga habla del guión como “libro de una película”. Antes se le llamaba así. Me gusta esta proximidad con la literatura porque un guión es, en realidad, una experiencia literaria. En USA los guionistas son los miembros más activos del Sindicato de Escritores. Es cierto que el cine contemporáneo es muy abierto y hay muchos tipos de películas, pero en mi caso una película empieza siempre con una página en blanco, como una experiencia literaria. Yo escribo películas de las llamadas theatrical. En este tipo de cine, todas las películas, desde la más grande y ambiciosa hasta la más pequeña y modesta empiezan del mismo modo: alguien tiene una idea. Este es el primer paso, ahora bien, ¿qué es una idea cinematográfica? Trataré de responder a esta pregunta en nuestra charla. Además de una idea, se necesita manejar posteriormente un complicado conjunto de herramientas técnicas que tienen que ver, fundamentalmente, con la dramatización y la construcción de los personajes. Para escribir una película es necesario creatividad y técnica.

P.- Todas las personas con estudios relacionados con el cine sueñan con ser directores, pero, ¿hay que tener algo especial para lograrlo?
R.- No hay un camino. A principios de los noventa estuve estudiando cine en la Universidad de Nueva York durante un semestre. Allí también nos decían entonces que no hay reglas para ser director de cine. El cine es un oficio maravilloso, pero el cine es también muchos oficios. No creo en el papel del director como una figura central, esa que a veces se ofrece desde los medios. El cine es un trabajo colectivo. Bergman decía que las catedrales existen porque mucha gente trabajó en ellas y sólo quedó el nombre, acaso, del arquitecto, y que en el cine pasa igual, queda el nombre del director, pero hubo mucha gente que hizo posible la película, y esta no pertenece sólo al director. En el cine profesional todos los oficios son creativos. Hay que involucrarse en proyectos, aprender, trabajar con humildad y con paciencia. El cine, como el arte, se aprende a través de la práctica. Vivimos un tiempo en el que pasa todo demasiado deprisa, pero el arte exige un proceso lento. También es importante crear un imaginario propio. En este sentido, para ser cineasta, es tal vez más importante leer que ver películas. En esto coincido con Albert Serra. A veces les digo a los estudiantes que dejen de ver series antes de dormir, que lean una novela de vez en cuando.

P.- ¿Qué opinión le merecen festivales como FECICAM que apoya principalmente a directores noveles?
R.- Hay que apoyar el cine en la región, en el aspecto formativo y en el de la visibilidad de nuestro cine, y en este sentido los festivales como FECICAM son muy importantes. Es algo que hemos hablado muchas veces desde la Universidad regional y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. El año pasado, un equipo de gente de cine de la región, elaboramos un documento sectorial sobre audiovisual que propuso Jesús Carrascosa y coordinó Antonio Lázaro para, precisamente, poner en marcha iniciativas conducentes a impulsar nuestro cine. Esta tarea es fundamental. ”Esto no es América” -decía Carmen Maura en la legendaria “¿Qué he hecho yo para merecer esto?” de Pedro Almodóvar- es decir, aquí no hay una gran industria y todas la regiones, todos los países de Europa cuidan y apoyan su cine. Nosotros debemos hacerlo también para construir nuestra memoria visual propia y para dar una oportunidad a los chicos y chicas cineastas de nuestra región, que han de llevarlo a cabo en los próximos años.

P.- Cómo profesor de la UCLM ¿cuál es su percepción del cine o los creativos castellano-manchegos?
R.- En la región hay un gran potencial creativo, tanto en cine como en las artes visuales en general. Hay un activo grupo de productoras con ideas y capacidad de trabajo que necesitan apoyo para desarrollar el tejido productivo profesional necesario. Esto beneficia a la sociedad de Castilla-La Mancha. Respecto a los jóvenes, La hora chanante / Muchachada Nui salieron de la Facultad de Bellas Artes de Cuenca, pero hay otros ex alumnos de la Facultad trabajando hoy con un gran nivel en los medios audiovisuales. La Facultad de Bellas Artes es un activo regional desde hace más de 20 años.

P.- ¿Qué consejos le daría a esos jóvenes que se están preparando o quieren dedicarse al cine?
Pasión, perseverancia, determinación, capacidad de trabajo y sentido práctico. Como digo, que no piensen sólo en dirección, que profesionalmente es un mundo muy competitivo y difícil, el cine es muy amplio, hay muchas profesiones maravillosas y muy importantes en las que se puede uno desarrollar profesionalmente: un buen productor o director de producción, un buen director de fotografía, director artístico, jefe de sonido, montador… Mi consejo es que amplíen horizontes, que pongan bien el foco en aquello que quieran hacer y que trabajen duro. El cine les está esperando.

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