La ‘Mosaicultura’ aterriza en Daimiel

Es la técnica utilizada por Juan Manuel Atochero, Ingeniero Técnico Agrícola, paisajista y «apasionado de la jardinería», en la nueva ornamentación de la rotonda de Cruz Roja. Se trata de una práctica poco conocida en nuestro país, pero de gran vistosidad, que ha servido para confeccionar las tres flores que sustituyen a la anterior fuente y cuyas plantas cambian de color según la estación del año.

AtocheroJuan Manuel Atochero es el creador de la recientemente inaugurada nueva ornamentación de la rotonda de Cruz Roja. Ingeniero Técnico Agrícola, paisajista y «apasionado de la jardinería», como él mismo se define, ha utilizado la técnica denominada Mosaicultura, de gran vistosidad pero poco conocida en nuestro país, para confeccionar las tres margaritas florales de grandes dimensiones que sustituyen a la anterior fuente. Tras dos años de pruebas de riego, sustratos y selección de plantas ya son una realidad y presiden la redonda donde confluyen las calles Arenas, Paseo del Carmen, Molinos y Nueva.

La primera dificultad, asegura, «fue encontrar en número necesario de las plantas escogidas, del género sedum para cubrir las estructuras de los pétalos, unas 700 en total», ya que «no existe en la actualidad gran demanda de ellas». Se ha elegido este género, explica Atochero, ya que tienen «poco crecimiento, poca necesidad de cuidados y de consumo de agua, y además, soportan con facilidad las temperaturas extremas de esta zona». El sustrato también necesitaba tener unas características concretas, «como ser de fácil rehidratación o tener un PH bajo».

Lo más llamativo de esta nueva ornamentación, explica, «serán los cambios de color que experimenten con el paso de las distintas estaciones y el cambio de las condiciones meteorológicas». El frío del invierno convertirá el color verde en rojo, más tarde, las floraciones teñirán de amarillo y blanco los pétalos y el calor transformará en naranja los centros amarillos.

En su opinión, estas transformaciones hacen que sea «una escultura viva» y que además, tenga un bajo coste de mantenimiento. Atochero explica que su conservación asciende a unos 500 euros; y eso, en el caso «improbable» de que se produzca un problema grave», asegura. Aun así, pensando en cualquier eventualidad, dice, «hay preparados pétalos de repuesto».

El paisajista se muestra satisfecho con el «espectacular» resultado, lo que le anima a seguir trabajando. De hecho, avanza, ya se encuentra preparando una nueva estructura similar, «esta vez con forma de pato», que espera pueda ver pronto la luz.

Entre tanto, los curiosos y caminantes habituales de esta zona de paso pueden admirar la mosaicultura de las tres margaritas, un proyecto por el que Atochero agradecía la confianza depositada desde el Ayuntamiento de Daimiel. Gratitud que hacía extensiva a su familia, amigos y a todos aquellos que se han involucrado en su consecución.

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