Jesús Moreno.- Ayer viernes se celebró en el pabellón deportivo de Puerta de Santa María de Ciudad Real la Olimpiada de Robótica que la Escuela de Ingenieros viene organizando a lo largo de los nueve últimos años por estas fechas. Desde hace tres años, la competición se divide en varios campeonatos: Sumo, Robots Rastreadores y Humanoides, a lo que este año se ha sumado un campeonato de Energías Renovables y otro de Optimización de Facturas Eléctricas. El IES Galileo Galilei, de Puertollano, ha conseguido ser segundo en cálculo de facturas eléctricas y ha logrado el campeonato de robots rastreadores.
La olimpiada consiste en unas jornadas en las que los alumnos participantes aprenden, de manos de los profesores de la Escuela de Ingenieros, unos conceptos previos (programación , robótica, impresión 3D…) que le serán útiles en la competición en la que participen. Posteriormente, salvo en en el caso de la factura eléctrica, se celebra la competición propiamente dicha, en la que los robots diseñados y/o programados por los alumnos compiten entre sí.
El cálculo de factura eléctrica consistía en la entrega de un fichero excel con el cálculo optimizado de una factura según unos costes prefijados de energía y potencia. El resultado del Galileo fue óptimo pero, según las bases, el orden de entrega de trabajos decidiría en el empate, por lo que el IES Galileo quedó en segundo lugar, tras el IES Hermógenes, de Herencia, que tenía un resultado idéntico. Los alumnos componentes del equipo, Daniel Monje, Bryan Calzado y Pablo Jesús Molina, recibieron el premio consistente en 200 euros en material informático.
La competición en la modalidad de Robots Rastreadores consistía en completar un circuito antes que el adversario. En cada asalto se competía contra otro robot: los dos robots participantes salían de puntos distintos y, tras una serie de cruces y curvas, se llegaba a una única meta, por lo que solo uno de los robots podía llegar en primer lugar. A lo largo del circuito, los robots chocaban entre sí y se desplazaban el uno al otro, por lo que se necesitaba de una hábil combinación de velocidad, peso y diseño para poder esquivar y/o desplazar al contrario, así como de una inteligente programación que hiciera al robot seguir el circuito sin salirse. La competición se organizó en tres liguillas, de los que los que el primero de cada una pasaba a la fase final. El robot del IES Galileo, ganó todos sus asaltos, tanto en la liguilla como en la fase final, proclamándose campeón. El equipo formado por los alumnos Daniel Monje, Marino Vargas, Héctor Cano, Álvaro Duque y Juan Ángel Coronado recibió el premio, consistente en un dron cuadricóptero. El premio para el instituto consistía en un robot programable de LEGO.
Más allá de la victoria o la derrota está el hecho de competir con deportividad en un ambiente festivo, en el que los alumnos aprenden no solo conceptos informáticos, científicos y matemáticos, sino también el valor del trabajo en equipo, el compañerismo, la sana rivalidad y la asunción de victorias y derrotas con igual ánimo: por la consecución exitosa de una meta, en el primer caso, por la oportunidad de aprender que se nos ofrece, en el segundo.
