Libertad de conciencia, libertad de pensamiento, libertad de expresión

Jesus Millán Muñoz.- 0. Creo u opino que todos o casi los derechos que en Occidente hemos alcanzado, y en el resto del mundo, se deben a estos tres grandes derechos-potencialidades-posibilidades-materializaciones-deberes. Por supuesto todo, después, debe ser limitado por la ley jurídica racional y constitucional, democrática, los derechos humanos de 1948, al menos una mínima ética universal, la racionalidad-prudencia-sentido común y sentido del momento.
opinion
1. Sintetizar todo este movimiento, en la medida que uno lo conoce, y ha ido reflexionando-meditando-pensado-racionalizando durante lustros, en un modesto artículo es muy difícil. Pero si diré, que cualquier cosa que usted haga hoy, de las cientos que realiza-materializa hoy su existencia-vida, la inmensa mayoría están incrustadas-insertadas en esos grandes derechos, que son de conciencia, de pensamiento, de expresión. Diremos, para concretizar algunos puntos:

– El proceso histórico-cultural-social-religioso-ideológico-político-económico ha sido enormemente largo, costoso, dificultoso, y debemos indicar muchas veces, teñido los papeles-calles-paredes de sangre. Sangre de todos los colores. Lo cual aprovecho aquí, para un homenaje a los millones, y docenas de generaciones que nos han precedido, que en la medida que han podido han intentado ir consiguiendo ese drama-espiral-laberinto-dialéctica entre derechos-deberes, que permite cada orden social-cultural-tiempo-época-cultura…

– Europa ha sido una concatenación-combinación-sinfonía de revoluciones-cambios-reformas, que podemos empezar, por la revolución religiosa, Lutero, Calvino, etc., por la revolución científica, Galileo, Copérnico, Newton, por la revolución parlamentaria-sociopolítica, las tres grandes revoluciones (la parlamentaria inglesa, la independencia norteamericana, la francesa, algunos también incluirían la revolución rusa en este grupo), la revolución tecnológico-industrial (1750 y sus fases siguientes), y otra revolución o conjunto de revoluciones, que podríamos denominar sociales-culturales-costumbres (que se incardinan en los momentos anteriores, y se combinan con ellas, sociocultural, sociocostumbres, etc.).

– Todas estas revoluciones, han tenido sus claros y sus obscuros, todos los colores del arco iris, y por desgracia han tenido sus victimas inocentes, y sus campos llenos de alambradas con púas, por desgracia se han quedado muchas flores en el camino, o se han cortado, en frase asignada a un gran dirigente revolucionario, “muchas flores inocentes cortadas en el proceso”.

No debo, como articulista engañar a nadie, no soy radical, ni de pensamiento, ni de actos, creo que en nada o en casi nada, solo soy y siempre creo haber sido reformista. Creo que las reformas, es lo que produce menos sufrimiento, menos angustia, menos vulnerabilidad, menos injusticias. Las reformas lentas y pausadas, pero pactadas por todo los agentes sociales, por la inmensa mayoría de la población.

Pondré, un ejemplo, el cambio en las costumbres sexuales y en la familia y en los matrimonios que ha sucedido en España en estos cincuenta últimos años, han sido tan profundos, más que diez revoluciones juntas, y aunque han existido sus dimes y diretes, no ha corrido la sangre por las calles, en general, la población acepta los cambios, unos más que otros, otros menos que otros…

– Como modesto articulista debo indicar, varios aspectos, creo que la libertad de conciencia, libertad de pensamiento, libertad de expresión, es mi deber y mi derecho. O dicho de oro modo, que es mi obligación, intentar escuchar y oír, cosa que creo he hecho siempre todos los puntos de vista, todas las ideologías, todas las culturas, todos los colores de piel del cerebro por dentro. Ciertamente como articulista me equivoco… Debo confesar una realidad personal, he intentado durante varias décadas, escribir y publicar artículos de opinión, como siempre, tocando puntos actuales, pero siempre con un sesgo abstracto literario-filosófico. Debo confesar, que en estas últimas décadas, ningún medio de comunicación, por las razones, que fuesen, nunca me lo permitían… No tengo inquina-rencor-maledicencia-aversión por ello. Pero esta es la realidad.

Ahora en estos últimos dos años y medio, he sido aceptado por varios medios de comunicación, digitales, cosa que yo aquí agradezco, porque era un sueño personal, considerado desde hace décadas, ya que he sido consumidor de periódicos desde mi adolescencia, de prensa escrita, revistas, libros, informes, etc., no me pongo una medalla, porque por ejemplo, de radio, apenas he sido casi nunca, solo en mi infancia, cuándo la ponían en mi casa, en el hogar con mis padres.

Reitero y agradezco a todos los medios de comunicación que me permiten publicar en sus medios. Cierto es, que también tengo que decir, que yo publico donde me dejan. Debo indicar, que en estos últimos años he escrito a cientos de medios, para que me permitan hacerlo, a algunos varias veces, y la mayoría, cientos han indicado el silencio como respuesta. Reitero, no tengo inquina-rencor-maledicencia por eso. Pero esa es la realidad-verdad…

Por lo cual, yo solo soy responsable de lo que escribo, no del medio donde lo publico o me dejan hacerlo. Solo soy responsable de lo que escribo, y siempre que se tenga en cuenta, no solo ese artículo, sino todos los artículos que he escrito y he publicado… Pero es cierto, yo si escribo, siempre pongo el ejemplo esta frase imaginaria: “mi casa tiene un patio con un árbol de flores”, puede que no todo el mundo esté de acuerdo con ello.

– Ciertamente por mi forma de ser-estar-entender-comprender el mundo, creo que se cazan más moscas con miel o azúcar, que con vinagre. Pero cada uno, tiene que dormir con su conciencia.

Por lo general, yo me inserto en una dirección-posición, que no me gusta criticar negativamente a ninguna ideología, a ninguna fuerza sociopolítica, a ningún colectivo social, a ningún estrato-capa-clase social, a ninguna profesión u oficio, a ninguna persona con nombre y apellidos, por lo general, ni por escrito, ni siquiera en la vida rutinaria y privada. Cierto es, que al hablar en general y abstracto, cada uno puede tomar lo que quiera y lo que quiera interpretar.

– Por otro lado, no crean que como persona de carne y hueso, y que ya estoy en mi trayectoria final de mi existencia, he sido demasiado favorecido por el sistema, porque después de tanto trabajo y tanto estudio, creo que solo he recibido nada más que migajas, pero esa es mi percepción, pero yo no lo traspaso al papel…, porque creo que la biografía de cada uno es su propia existencia-vida, con sus propias errores-aciertos, con sus circunstancias-situaciones-etc. Dicho de otro modo, podría pasar al papel mucha crítica negativa, que no hago, porque no es mi manera-forma de ser. Pero si no lo hago en multitud de cosas personales, pues tampoco lo hago con posturas ideológicas a gran escala. Creo que se me entiende.

2. Para terminar, para un autor de literatura-filosofía-ensayo como es mi caso, al final, un artículo periodístico sería un miniensayos o microensayo, como Luzón diría, intenta construir más que destruir, llegar a acuerdos que no a enfrentamientos.

Pero evidentemente no habrá pensadores-escritores-ensayistas-articulistas como es mi caso, si los medios de comunicación, no entienden a personas como yo, que creemos que los derechos de conciencia-pensamiento-expresión-publicación es la base, o es uno de los pilares esenciales de todo occidente.
Por la simple razón, si yo planteo una tesis o un argumento, con respeto, bajo el horizonte de los derechos humanos de 1948, etc., si me equivoco, que lo puedo hacer, otro articulista, el tiempo, el saber ortodoxo, demostrará que me he equivocado, y no ha pasado nada. Solo ha sido un error mío.

Pero es más, yo creo que la riqueza, todo tipo de riqueza, material, riqueza en derechos, riqueza cultural, riqueza afectiva, la riqueza en justicia y en libertades, se basa en esos tres derechos que he indicado, que Occidente defiende…, pero esos tres derechos, se materializan, en distintos órganos-instituciones-entidades, que existan, personas, modestas, como es mi caso, humildes como es mi caso, sin brillo como es mi caso, que nos atrevemos a ejercer esos derechos, que intentamos construir y no destruir, que intentamos tener una pequeñita voz propia, de nuestra propia autoconciencia o conciencia o consciencia, como el gran Kant indicaría, “que nos atrevemos y atrevamos a pensar”, y a veces, el atreverse a pensar, estás más cerca de un lado, otras de otro. Aunque siempre te equivoques…

Pero también se necesita un segundo conjunto de realidades, que el orden sociopolítico y sociocultural y socioeconómico te permita ejercer esa pequeña libertad de búsqueda y de creación y de investigación, en definitiva libertad de pensamiento…

Pero existe también un tercer orden de realidades, es decir, que existan industriales-promotores-gestores-cabeceras de editoriales, medios de comunicación, que te permitan publicar, artículos de opinión libremente. Puede que algunos no les guste, a esos propietarios o gestores de esos medios. Pero siempre que estén bajo el peso y la libertad de la ley, hayan sido fabricados con respeto, y no lleven inquina-sangre-rencor, pues es esencial los dejen editar-publicar porque es crear riqueza, para la sociedad, y para esos mismos medios. (Aquí, mi pequeño homenaje a los gestores-propietarios de esos medios digitales, que después de tantas décadas de silencios-negativas, a mi me dejan ver negro sobre pantalla de ordenador o publicar-editar). Y creo que con los esfuerzos de todos, también el mío, vamos creando espacios de libertad y de más riqueza en todos los niveles.

Modestamente creo que un medio de comunicación se enriquece si tiene en su seno personas o articulistas que tienen distinta sensibilidad-percepción-conceptualización de la realidad, siempre dentro del marco de la legalidad-moralidad vigente. Creo que ese medio que permita esta forma de ser-hacer-actuar, a la larga tendrá más posibilidades de sobrevivir en la vorágine de la selección natural-social de la prensa. Porque ese medio, tendrá lectores de más amplitud de pareceres, es decir, la ley de Darwin aplicada a un periódico. O dicho de otro modo la biología ha demostrado que una especie omnívora, como el hombre, sobrevive mejor que una solo herbívora o solo carnívora. Es mi parecer.

Eso es lo que intento, eso es lo que he intentado, abrir espacios de libertad, tocando docenas de temas, que parece que son contradictorios, que no interesan a nadie, pero que creo, abren las entendederas, no porque nadie siga mis ideas, sino para que todo el mundo se haga preguntas o mejor, más preguntas…

Paz y pan y bien para todos.

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1 COMENTARIO

  1. ¿Puede ser un periodista objetivo una persona con una clara carga ideológica?
    Es más, ¿puede ser un buen periodista quien carece de ideas, quien desprecia los pesos y medidas de la justicia, de la equidad, de la convivencia?
    La solución es fácil: separar la información de la opinión y no dejar que la segunda, tan dulce pero tramposa, se ponga por delante de la primera, tan antipática en demasiadas ocasiones.
    A un buen periodista nunca, o casi nunca, le pasa…

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