Cincuenta niños ucranianos eran recibidos esta mañana en Ciudad Real, donde han conocido, en algún caso, o se han reencontrado, en otros, con sus familias de acogida. Después de un largo viaje han llegado tan cansados como ilusionados para pasar alrededor de mes y medio entre nosotros y reponerse de los efectos de la radiación, que todavía perduran desde el fatal accidente de la central nuclear de Chernóbil.
El objetivo de Ciudad Real en Ayuda al Niño (CREAN) era traer a 45 niños en el marco del programa de acogida, pero tantas familias se han interesado que al final el cupo se ha ampliado a cinco más.
Los niños ucranianos permanecerán en tierras manchegas hasta el 22 de agosto. Entretanto, vida en familia y actividades organizadas por CREAN, como un campamento, baños en Playa Park, una cena de convivencia y una excursión al Safari de Aldea del Fresno.
En los próximos días se llevarán a cabo las tradicionales recepciones en las administraciones que financian el programa de acogida, el Ayuntamiento de la capital y la Diputación Provincial. También colabora el Colegio de Abogados de Ciudad Real.
Este año se cumplen 31 años del accidente en la central nuclear de Chernóbil (Ucrania) que arrojó a la atmósfera, al menos, 100 veces más radiactividad que las bombas de Hiroshima y Nagasaki.
Según la OMS, más de 5.000 niños han contraído cáncer de tiroides debido a la contaminación nuclear.
Este programa (CREAN) es un intento de ayudar e introducir algo de normalidad en la vida de los niños afectados.
Son niños a los que les cuesta dar un beso o un abrazo pero tienen mucha necesidad de cariño y de que alguien se ocupe de ellos.
Han aprendido a distinguir entre el ‘capricho’ y la ‘necesidad’.
Vienen blanquitos, finitos, pequeños para su edad, pero cuando se marchan, han engordado, están morenos y se van con cara de felicidad.
Por cierto, la posible baja radiactividad que pudieran tener acumulada en sus cuerpos no se transmite al entorno.
¡Bienvenidos!….